La iniciativa fue organizada por la profesora Paulina Larrondo, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y directora del proyecto de extensión “Hierbas de Mar”, adjudicado el año 2022 y financiado por el fondo Valentín Letelier de la institución. Uno de los objetivos de este proyecto es difundir los beneficios del consumo de algas marinas en la población desde la infancia temprana; para lograrlo, contempla la realización de talleres prácticos y salidas pedagógicas para estudiantes de educación básica.
En ese sentido, la profesora Paola Cáceres, subdirectora de la Escuela de Nutrición y Dietética de nuestro plantel, señala que las algas marinas son alimentos poco consumidos por la población chilena pese al extenso territorio costero del país. El consumo de estos organismos puede ser fuente de nutrientes esenciales para la salud; entre ellos, proteínas, fibra soluble y yodo. Destaca la fibra dietética de tipo soluble, que los vegetales terrestres presentan en poca cantidad. Este tipo de fibra tiene efectos positivos en la salud digestiva y su consumo regular también contribuye a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles de alta prevalencia en nuestro país.
El taller fue organizado en estaciones donde los y las estudiantes pudieron conocer distintas variedades de algas encontradas en el país y sus beneficios nutricionales y en la salud. En los diferentes stands niños y niñas pudieron ver, tocar y oler las algas marinas; adicionalmente, pudieron degustar snacks dulces y salados elaborados con cochayuyo, mostrando que es posible reincorporar este alimento a la dieta de formas no tradicionales. Para el desarrollo de este taller se contó con el apoyo de estudiantes de pre y postgrado de Enfermería y Nutrición y Dietética de la Universidad de Chile, y de Gastronomía del instituto Culinary.
Tanto la directora de JUNAEB, Camila Rubio, como la directora del colegio Luis Galdames, profesora Erica Medina, destacaron la importancia de realizar este tipo de talleres en los colegios, los cuales ayudan a familiarizar al estudiantado con estos alimentos, para la mayoría desconocidos. Las algas se han incorporado progresivamente en la minuta entregada por JUNAEB, formando parte de la alimentación escolar; por ejemplo, la profesora Medina destacó el plato “Mar y Tierra” que contiene cochayuyo entre sus ingredientes.
La profesora Larrondo dijo que “este tipo de actividades de vinculación con el territorio permite acercar el conocimiento científico sobre estas hierbas de mar a la población, para que las conozcan y las degusten, con el fin de que puedan incorporarlas a su dieta habitual”. También destaca la importancia de relevar este alimento como parte de nuestro patrimonio alimentario, pero también como una forma de valorar el trabajo de las mujeres algueras que trabajan en su recolección, transformación y preservación. La premisa, sentencia, es “no dejar de mirar al mar”.