En una ceremonia que reunió a autoridades regionales, académicos, investigadores y representantes de la empresa privada, se inauguró el pasado viernes 30 de agosto, el nuevo invernadero de alta tecnología en la Estación Experimental Las Cardas, ubicada en el corazón de la región de Coquimbo. Este invernadero, desarrollado en conjunto por la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y la empresa Campobello, utiliza el sistema hidropónico NGS® (Next Generation System), que se destaca por su capacidad para recircular nutrientes y agua, permitiendo un ahorro de hasta un 60% de agua en comparación con los métodos tradicionales de cultivo en suelo.
En los 10 mil metros cuadrados construidos para el invernadero, el evento inició con la intervención del decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, profesor Gabino Reginato, quien dio la bienvenida a los presentes y destacó la importancia de esta colaboración para el desarrollo de la investigación, la docencia y del sector agrícola en zonas áridas
"Este invernadero implica, sin lugar a dudas, una gran inversión por su moderna estructura y tecnología, lo que asegurar una producción de frutillas, en un principio, eficiente en la utilización de un recurso tan escaso en esta región como es el agua. Nos enorgullece ser parte de un proyecto que no solo optimiza recursos, sino que también genera conocimiento valioso para nuestros estudiantes, quienes tendrán la oportunidad de investigar y aprender de este sistema de cultivo y tecnología de punta”, detalló el profesor Reginato.
La tecnología utilizada en el sistema hidropónico NGS® (Next Generation System) permitirá optimizando el uso del agua en un 60%, aumentando la capacidad productiva en un 200%, así lo explicó en su intervención, Alejandro Mori, CEO de Campobello, quien subió también al podio para compartir su visión de la agricultura sostenible y la importancia de esta unión estratégica con la Universidad de Chile.
"Campobello nació con un propósito que va más allá de los beneficios económicos. Estamos comprometidos con la producción de cultivos sostenibles, reduciendo el impacto ambiental y abordando tanto temáticas sociales como medioambientales. Esta alianza con la facultad de Ciencias Agronómicas es de gran importancia para nuestra empresa ya que significa tener la experiencia que da la academia y la investigación para este tipo de proyectos", señaló Morí.
La ceremonia inaugural también contó con la presentación del meteorólogo y experto en cambio climático Gianfranco Marcone, quien aportó una perspectiva sobre los desafíos climáticos que enfrenta la región y la importancia de proyectos como este para mitigar los efectos del cambio climático.
Un avance tecnológico para la agricultura sostenible
El sistema NGS® implementado en el invernadero no solo optimiza el uso del agua, sino que también permite un riego automatizado que se ajusta a las necesidades específicas de las frutillas, facilitando la inspección y manejo de las raíces. Esto, a su vez, permite una mayor densidad de plantación, aprovechando al máximo la superficie disponible y asegurando una producción de frutillas de alta calidad en menos tiempo. Durante la ceremonia, los asistentes pudieron observar de cerca el funcionamiento del sistema y sus beneficios, que incluyen la reducción del impacto ambiental gracias a la recirculación de nutrientes y agua.
Además del avanzado sistema hidropónico, el invernadero cuenta con un sistema de energía solar fotovoltaica compuesto por 30 paneles, lo que permite que funcione de manera autónoma en términos energéticos. También se ha implementado un sistema de recolección de agua de lluvia y condensación, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos hídricos.
Colaboración para el futuro de la agricultura en zonas áridas
La inauguración del invernadero marca un hito en la colaboración entre la Universidad de Chile y la empresa Campobello, cuya misión es promover la biotecnología y los cultivos sostenibles en Chile y Sudamérica. Esta alianza se centra en la investigación y mejora continua de los cultivos de frutillas bajo condiciones de baja disponibilidad de agua, características de la región de La Serena. Según los expertos presentes en la inauguración, el proyecto no solo tiene el potencial de diversificar la producción agrícola en el norte de Chile, sino también de posicionar al país como una potencia alimentaria en el contexto global.
Entre los impactos esperados de este proyecto se encuentran la generación de empleo en la región, el avance en la tecnología y ciencia agrícola, la provisión de datos clave para futuras investigaciones y la reducción del impacto ambiental en las zonas áridas. Además, se espera que el proyecto contribuya al desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en la sostenibilidad y que el conocimiento generado en la Estación Experimental Las Cardas pueda ser transferido a comunidades agrícolas locales.
Estación Experimental Las Cardas
La Estación Experimental Las Cardas, administrada por el Centro de Estudios de Zonas Áridas (CEZA) de la Facultad de Ciencias Agronómicas, ha sido un centro clave para la investigación en sistemas productivos agropecuarios adaptados a la escasez de agua desde su creación en 1979. Ubicada en la provincia del Elqui, esta estación se dedica a estudiar tanto especies animales como vegetales que puedan prosperar en condiciones de déficit hídrico, promoviendo prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles.
Durante la inauguración, se destacó la importancia de la estación como un espacio de investigación y formación para estudiantes, comuneros, pequeños y medianos agricultores. Las más de 5.400 hectáreas de la estación, que incluyen zonas de secano y áreas de riego, han sido acondicionadas para la crianza de ganado caprino y producción de quesos de leche de cabra, además del desarrollo de cultivos de alta eficiencia hídrica con el fin de optimizar el uso de los recursos naturales disponibles en la región.
Un proyecto con proyección global
El proyecto del invernadero no solo beneficiará a la región de Coquimbo, sino que también tiene una proyección global al contribuir con datos y resultados que pueden ser replicados en otras zonas del mundo que enfrentan desafíos similares de escasez hídrica. El decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, presente en el evento, señaló que este tipo de iniciativas son fundamentales para consolidar el papel de la Universidad de Chile como líder en investigación agrícola, especialmente en el contexto del cambio climático y la creciente necesidad de optimizar los recursos naturales.
Con la inauguración del invernadero de alta tecnología en la Estación Experimental Las Cardas, la Universidad de Chile y Campobello han dado un paso firme hacia el futuro de la agricultura sostenible en zonas áridas, demostrando que la innovación y la colaboración son claves para enfrentar los desafíos agrícolas del siglo XXI.