El Patio Domeyko de la Universidad de Chile se convirtió en escenario y recinto cultural de una cita con entrada liberada, que reunió a un público diverso, entre ellos, niños y niñas, adolescentes, jóvenes y personas mayores, quienes disfrutaron del espectáculo “Santa María de Iquique. Cantata Popular” que además contó con 43 músicos en escena, a través de la puesta en escena de trece instrumentos.
Bajo la dirección del profesor Miguel Ángel Castro, la interpretación del conjunto Tempo Sur y la Orquesta Sinfónica Estudiantil del Departamento de Música de la Facultad de Artes, la instancia incorporó sus relatos interpretados por la actriz Annie Murath.
Para la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Pilar Barba, este concierto se enmarca en la agenda de democracia por los Derechos Humanos y la conmemoración de los 51 años del golpe de Estado en Chile “y nos recuerda el compromiso de nuestra Universidad con la democracia”. A través de este mensaje, la vicerrectora explicó cómo se extiende la importancia de estos eventos “que estamos realizando esta semana que invita a toda la comunidad universitaria a ser parte del programa y que nos invita a compartir espacios de reflexión y de aprendizaje en común".
La subdirectora del Departamento de Música, Fernanda Vera, resaltó que como Departamento de Música y especialmente como unidad de Extensión del departamento, “estamos muy agradecidos de la oportunidad que nos brinda la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de poder presentar este concierto y dar en valor el legado y el aporte de Luis Advis hoy a 20 años de su muerte, honrando su memoria en el desarrollo de diversos proyectos culturales y musicales interesantes y con valioso aporte a la comunidad, la Cantata de Santa María se ha convertido en esa instancia artística para el disfrute de todos y todas, y nos llena de orgullo poder realizar hoy este concierto".
La actividad se realizó bajo el marco de las actividades de extensión y derechos humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones a los 51 años desde el golpe de Estado en 1973, con encuentros que siguen buscando reflexionar sobre el pasado y presente.
Melodía que remueve
Durante el encuentro, las y los asistentes disfrutaron de la obra musical de diferentes maneras. Con registro en sus celulares para inmortalizar el momento, ligeros movimientos corporales en sintonía con la música y ojos cristalizados por la emoción que les provocaba la puesta en escena y el significado histórico detrás de la cantata, la cual es original de Luis Advis.
Amapola Silva, de 27 años, compartió su impresión respecto de la experiencia. “Me parece que es diferente a lo que he visto antes, entrega sentimientos mucho más intensos. Me emocionó mucho. Me genera nostalgia lo que significa la obra para el entorno familiar, también me hizo humedecer los ojos”, dice.
Alicia, de 80 años, comentó respecto del hecho símbolo de las movilizaciones obreras de la ciudad norteña. “Es una historia terriblemente dolorosa, pero lamentablemente en esos años y muchos años después también pasan cosas parecidas. Creo que esto que se hace, lo que hizo el tremendo artista Luis Advis, sirve para dejarlo en el arte, pero en el arte de la memoria”.
Carlos Avello, de 68 años, se refirió al encuentro como un espacio “bastante bonita, súper emotivo y solemne. Me provocó recuerdos infinitos. He leído sobre la cantata de varios escritores y con mi hermano hemos conversado sobre eso. Esta es nuestra realidad, esto es lo que vale; la juventud y los recuerdos se mantienen, así que no hay que olvidarse, hay que avanzar”.
La historia detrás de la Cantata
Ocurrida el 21 de diciembre de 1907, la masacre de la Escuela Santa María de Iquique es uno de los hechos de la historia de Chile que sirve hasta hoy como efigie de las movilizaciones populares y sindicales. En un contexto histórico que propició la devaluación del peso y en consecuencia el alza de precios, las huelgas en la ciudad norteña alcanzaron adherencia de 15 a 23 mil personas, según datos de la época.
Aunque iniciadas el 10 de diciembre las protestas, la resistencia de las empresas ante las demandas de los trabajadores de las minerías empalmó la intervención estatal de manera violenta. Es así que se ordenó fuego contra el centro educativo el 21 de diciembre. Esta fue una de las motivaciones que abrió el diálogo entre intelectuales y políticos acerca de la necesidad de soluciones a la cuestión social, denominación conocida por el auge de las desigualdades socioeconómicas que afectaron principalmente a la clase obrera del período.
El suceso inspiró al compositor Luis Advis a escribir esta cantata que luego interpretó Quilapayún y grabó en 1970 por el sello DICAP (Discoteca del Cantar Popular). Está compuesta por 18 partes que incluyen cinco relatos narrados originalmente por el actor Héctor Duvauchelle.