Ana Gabriela Fernández, directora de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) Uruguay, doctora en Género y Diversidad Universidad de Oviedo, ha dedicado su trayectoria académica y profesional a investigar la relación entre género y vulnerabilidad en contextos de crisis y desastres.
En esta entrevista para la Revista Sociedad y Riesgo, publicación del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID) de la Universidad de Chile, comparte su visión sobre la urgencia de fomentar liderazgos femeninos genuinos y colectivos en la gestión de desastres, subrayando que las soluciones a estos desafíos deben ir de la mano de una transformación del sistema patriarcal que perpetúa la desigualdad. A continuación, abordamos su perspectiva sobre el liderazgo femenino en estos contextos y cómo este puede ser clave para enfrentar las crisis globales actuales.
- ¿Qué tan importante es el liderazgo femenino bajo el contexto de desastres socio naturales?
En los últimos años hemos escuchado una serie de eslóganes que hablan sobre incluir a las mujeres y sobre su liderazgo para mejorar la gestión del riesgo de desastres. Pero cuando ocurre un evento o se trabaja en las políticas concernientes, los liderazgos muchas veces, se designan desde afuera. Puede ser una mujer con determinadas capacidades para reunir a un grupo y la colocan desde fuera en ese rol. Si esos ejemplos no cuentan con un aval de su comunidad, suelen ser liderazgos que no duran. En definitiva, cuando hablamos de empoderar a las mujeres, hablamos de ejercer ese poder desde las mujeres y de manera colectiva. Si no es así, estamos repitiendo sistemas patriarcales. El punto es que las mujeres no queden atrapadas en formas tradicionales de ser y estar más cerca de la forma en que las sociedades se construyeron.
- ¿Qué ejemplo de resiliencia femenina podría demostrar la relevancia de las mujeres en la gestión de riesgo de desastres?
La palabra resiliencia es algo que a nivel internacional se está utilizando mucho desde hace ya algunos años, como una manera para que las comunidades, los países y las personas puedan sobreponerse a lo que sucede. El tema es qué predispone al sistema en el cual vivimos para no llegar a una situación como la antes descrita.
El sistema desigual, el sistema androcéntrico, patriarcal, depredador, es el que coloca a las personas en esa condición de vulnerabilidad; también pone a las mujeres en esa construcción social de la vulnerabilidad y luego le dice, bueno, ahora tienes que ser resiliente, aprender de lo que te pasó y sobreponerse al desastre. Hay personas que seguramente no pueden contar con la capacidad de generar esa resiliencia. Si la sociedad coloca a las personas en ese lugar y luego le dice tú te tienes que arreglar y ser resiliente,
Estás siendo absolutamente ajeno a ese proceso ida y vuelta que sucede entre sociedades e individuos. Creo que para hablar de resiliencia tenemos que hablar de una resiliencia colectiva. Si sentamos las bases para favorecer procesos colectivos de resiliencia, podemos estar generando mejores condiciones para la gestión del riesgo de desastres.
Aquí entra otro concepto que es la resistencia, la que señala los distintos sistemas de opresión que viven las mujeres a lo largo de su vida. Si pensamos que el desastre puede llegar a constituir otro sistema de opresión para las mujeres, además de las desigualdades que puede vivir en la interna de su familia, en la sociedad, a nivel educativo, a nivel económico, también el desastre puede aparecer como otro sistema de opresión al cual las mujeres generan determinada resistencia y cuando vemos que esa resistencia comienza a ser colectiva, muchas veces se dan procesos que vale la pena identificar, analizar y estudiar.
- ¿Cuán relevante es este liderazgo en el contexto de cambio climático que vive el planeta?
Sin igualdad de género no habrá sostenibilidad del planeta y esto no es sólo una frase, sino que creo que la situación que vivimos actualmente y que hace que estemos en una situación de urgencia en cuanto a las condiciones de nuestro planeta, las formas de vida en todo el mundo androcéntricas, patriarcales y depredadoras de la naturaleza, nos han llevado hasta aquí. Hay una vinculación directa entre este modelo de desarrollo economicista y, reitero, androcéntrico y patriarcal. Lo que realmente tendríamos que estar discutiendo es la sostenibilidad de la vida tanto en las comunidades como para los países.
- ¿Cuál es la importancia que representa relevar los roles de género, los roles tradicionales de género, en cuanto al aporte de las mujeres en situaciones de desastre?
El movimiento feminista viene discutiendo y colocando en agenda desde hace mucho tiempo el tema del rol de las mujeres y los cuidados. Este trabajo no remunerado que hace que se sostenga la vida en la sociedad a través de este trabajo de cuidados que realizan tradicionalmente las mujeres, que es invisible, que no es remunerado y que además las limita en otros aspectos de su vida.
Entonces esto que se ha venido planteando, sobre sostenibilidad de la vida vinculado con los cuidados, es algo que también hay que colocarlo en el centro de la discusión sobre la sostenibilidad del planeta. Hay aspectos que no son materiales, hay aspectos que implican que el desarrollo no tiene que ser medido solamente en cuestiones económicas, porque de otra manera nos estamos devorando a nosotros mismos. Si la ecuación de la igualdad de género no está en el centro de esta discusión no vamos a lograr un planeta sostenible.
- Con esto reafirma la relevancia del mundo femenino en el combate, por ejemplo, contra el Cambio Climático...
El liderazgo femenino necesita ser discutido también a la interna. No por ser mujeres vamos a ejercer un liderazgo diferente. También vemos ejemplos en la gestión del riesgo, en el cambio climático y en otros ámbitos que las mujeres ejercen liderazgo de forma absolutamente masculinizada, porque esos son los ejemplos que han tenido durante toda la historia.
- Entonces, ¿cuál es la mejor solución para la creación de un liderazgo femenino?
Quiero acá aclarar que tenemos que pensar en qué tipo de liderazgo femenino queremos realzar. Bajo este contexto de liderazgo femenino, ahí me inclino por pensar o por colocar lo que se conoce como los liderazgos construidos de manera conjunta, los liderazgos que tienen, que son sostenidos un grupo, los liderazgos que son de alguna manera construidos con otras y para otras, para que exista una construcción colectiva de ese liderazgo.