Internacionalización del currículo, gestión académica, innovación y aseguramiento de la calidad en educación superior, son las áreas en las que Fray Martínez Páez, doctorando en Ciencias de la Dirección de la Universidad del Rosario y magíster en Educación de la Universidad de la Sabana, Colombia, se ha especializado en los últimos años.
El académico colombiano dictó la charla magistral “Internacionalización de programas académicos: una apuesta curricular por la innovación y la calidad universitaria”, en el contexto del Seminario Internacional: Aprendizajes y desafíos en la transición hacia la internacionalización del currículum de pregrado en educación superior", organizado en conjunto entre el Departamento de Pregrado y el equipo coordinador del proyecto de Internacionalización UCH-1966, liderado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile.
“La Universidad de Chile goza de un muy buen prestigio acá en el país y fuera del mismo. Entonces, es un honor poder atender la invitación que muy generosamente me hicieron y compartir algo de lo que hemos hecho nosotros en Colombia, lo que seguramente seguirá fortaleciendo los lazos que tenemos con la universidad y que nos permite también aprender de todo lo que ha trabajado este plantel chileno”, dice Martínez, al iniciar la entrevista concedida a Prensa Uchile.
La investigación que ha desarrollado el profesor Martínez se centra en normatividad y políticas educativas colombianas, particularmente en torno a las funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión y en el área de internacionalización académica.
Sobre la aplicación práctica de la internacionalización, afirma que “se espera que cuando un estudiante haga movilidad internacional, cuando se gradúe y se enfrente a un campo laboral internacional o un profesor haga una pasantía internacional sobre temas de su disciplina, encuentre que lo que está afuera no es ni más avanzado, ni más sofisticado que lo propio”.
“Este es un proceso que no se agota, que jamás se va a agotar. Lo que hoy es innovador, probablemente en dos años deje de serlo. Sin embargo, en dos años mi estudiante -que sigue siendo joven, globalizado y con muchas ganas de aprender- me va a demandar a mí como profesor o como administrativo, esa necesidad de estar innovando, de estar actualizado y de conectarlo con el mundo”, agrega.
¿Cómo evaluaría su participación en el Seminario? ¿Cómo ha sido la posibilidad de estar en la Universidad de Chile?
Primero, estoy muy agradecido de la invitación. He venido ya tres veces a Chile y Santiago es una ciudad preciosa, pero llegar a un claustro universitario tan importante como la Universidad de Chile es un honor.
La Universidad de Chile goza de un muy buen prestigio acá en el país y fuera de el mismo. Entonces, es un honor poder atender la invitación que muy generosamente me hicieron y compartir algo de lo que hemos hecho nosotros en Colombia, lo que seguramente seguirá fortaleciendo los lazos que tenemos con la universidad y que nos permite también aprender de todo lo que ha trabajado este plantel chileno.
¿De qué hablamos cuando hablamos de internacionalización del currículo?
Es facilitar una experiencia de enseñanza aprendizaje que ya existe a través de los programas, de los planes de estudio, desde un escenario internacional que se favorece al interior de la universidad. Un escenario internacional que le dice a uno que hay estrategias que ya están caminando, que ya están funcionando y que le permiten al estudiante -en el propio salón de clases- aprovechar una experiencia de internacionalización, sin necesidad de movilizarse y aprovechar en semestres más avanzados. Estas posibilidades de movilidad que ya existen, le dicen al estudiante que aprendió y desarrolló muchas competencias en sus primeros semestres gracias a un currículo que está internacionalizado, que está actualizado y que es de innovación.
Pero hay una palabra clave, la innovación, ¿cómo se aplica?
Es una posibilidad de repensarnos. Innovación no es novedad y arrancar de cero. No. Para el mundo de la educación superior y de la internacionalización, sobre todo, innovación es aprovechar lo que existe, mejorarlo, repensarlo, rediseñarlo, reinventarlo; porque claro, ahora tenemos demasiada gente, demasiados productos, estrategias para la internacionalización, desde formatos de enseñanza, de aprendizaje, qué aprender y con qué aprender.
Creería que el tema innovación va más por ahí, aprovechar lo que tenemos en metodologías, en tecnologías y en intención de aprendizaje, e incorporarlo a la formación disciplinar con la que estamos trabajando.
En el caso de Colombia, ¿cuán avanzados están en este tema?, ¿qué pasa a nivel regional? y ¿cuál es el panorama global?
Siempre vamos a tener el reto de que algunas universidades que tenemos un poquito más de trayectoria, sobre todo en términos de historia y de tiempo, vamos a aprovechar lo que tenemos a nuestro alcance y repotencializarlo.
En Colombia hay muchas universidades que todavía estamos arrancando con el tema de la internacionalización. Entonces, lo que tenemos las universidades que vamos dos pasitos más adelante, es poder decirles "aprendamos de la experiencia de la que nosotros ya vivimos e incorporemos estrategia uno, incorporemos la actividad dos, herramientas número 3, que sé que a ustedes les van a servir". De modo que, en algún futuro, todas las universidades, sin importar cuán avanzadas o jóvenes estén, aprovechen de la experiencia de otras, y podamos decir que en Colombia hay una línea de internacionalización para la educación superior que ya está definida, que tiene un objetivo por el que va a seguir trabajando y que orienta a todas las instituciones de educación superior hacia una mirada con perspectiva internacional.
¿Qué nos hemos encontrado en la Universidad de Chile? El mismo escenario. Quizás nos hemos encontrado algunas facultades un poco más robustas, quizás algunas que estén esperando todavía ese empujoncito para lo que conocen de estrategias de innovación en términos pedagógicos y quieren arrancar e implementarlo, o ya lo están implementando, y lo único que necesitan es documentarlo un poco más y aprender de las experiencias de sus pares en otras facultades. No todos tenemos que ir al mismo ritmo implementando exactamente las mismas estrategias, pero sí podemos aprender de la experiencia de otro.
Y esto en lo práctico, podría permitir que un estudiante pueda ir a otra universidad y que lo que encuentre ahí sea similar a lo que tenga en su país, que un profesor también pueda ir y que no se encuentre con algo muy distinto. ¿Qué se espera?
Se espera que cuando un estudiante haga movilidad internacional, cuando se gradúe y vaya a enfrentarse a un campo laboral internacional, o un profesor haga una pasantía internacional sobre temas de su disciplina, encuentre que lo que está afuera no es ni más avanzado ni más sofisticado y mucho más desarrollado que lo propio, porque al contrario, en casa ya nos hemos enriquecido de todas las experiencias gracias a los semestres de internacionalización que hemos tenido y estamos en un nivel de competitividad igual o mejor.
Tenemos muchas experiencias en casa que podemos ir a compartir fuera y decirles "la Universidad de Chile ya está trabajando en internacionalización de currículo y de la investigación, sin importar la que sea, y tenemos qué mostrar". Para eso sirve la internacionalización: aprendemos, por supuesto, pero también enseñamos.
Para cerrar, ¿por qué se interesó por estos temas?, ¿qué es lo que te motiva?
Mi formación de base fue docencia. Soy profesor en todas estas áreas. Siempre dije qué interesante es no seguir siendo el profesor de pizarrón, el mismo de tablero, el mismo de pdf, quiero innovar; y cuándo buscaba innovar encontraba que el apoyo estaba en pares internacionales. Cuando finalmente me fui por ese lado, me di cuenta que internacionalización tiene todo eso, tiene docencia, tiene área administrativa, tiene aseguramiento de la calidad y no se exploraban en demasía.