"Nos entusiasma la idea de un Parque Carén en el que la conservación de los procesos y organismos de la naturaleza sean compatibles con un espacio de recreación, educación y encuentro familiar para las personas de Pudahuel, y con el desarrollo de investigación e innovación del más alto nivel en los Centros Tecnológicos que existen actualmente en el parque", destaca la académica de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Paulette Naulin, junto al investigador Juan Reyes-Valentin, sobre el propósito que tiene en la actualidad el Parque Carén.
Fue en 2019 que un equipo transdisciplinario, aprovechando la condición de laboratorio a escala real del recinto, iniciaron la misión de levantar un conjunto de propuestas que le darían sentido al accionar de la Universidad sobre este territorio, en torno a la investigación, innovación, protección del medio ambiente y también como un espacio pensado para la ciudadanía.
A través de la Fundación Valle Lo Aguirre, administradora del predio de más de mil hectáreas, se encargó a un equipo del Laboratorio de Plantas de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile, una campaña de inventario de flora, fauna, funga y en general la biota del recinto.
De eso ya han pasado cerca de cinco años y hoy, parte de ese trabajo está plasmado en el libro “Innovación para la sostenibilidad: Custodia ambiental del Parque Carén”, cuyos autores son la académica de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Paulette Naulin, junto al académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y Vicepresidente de la Fundación Valle Lo Aguirre, Luis Zaviezo, y del investigador del Laboratorio de Biología de Plantas de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Juan Reyes-Valentín.
El libro consta de 200 páginas donde a través de imágenes y diversos análisis, se entregan antecedentes en torno a lo que ha sido la administración del recinto, lo que contempla a nivel medio ambiental y los desafíos que tiene contar con un espacio de estas características para la Casa de Bello y la comunidad en general.
“Da cuenta de una interpretación de los conceptos de sostenibilidad y custodia ambiental, temas que no tienen en Chile un tratamiento académico de esta magnitud”, dice el profesor Luis Zaviezo. Y agrega que el texto “revisa las experiencias de acciones humanas dentro del territorio, donde se establecen criterios de usos diferenciados de los espacios en función de la prevalencia de objetos de conservación. Adicionalmente documenta experiencias de trabajo coordinado entre autoridades, entidades públicas y empresas en iniciativas de recuperación de sectores del Parque como el Cerro Amapolas, que pueden ser referencia para las decisiones de la autoridad competente”
Por su parte, la profesora Paulette Naulin señala que “estamos convencidos de que la única vía para avanzar es la colaboración y cooperación, y es por esto que hemos decidido documentar nuestro esfuerzo, para llegar a otros espacios que estén pensando en el futuro de la humanidad como lo hacemos nosotros, o que quieran dirigirse hacia allá, y busquen experiencias o socios con los que puedan desarrollar sus proyectos”.
El libro consta de ocho capítulos, dividido en tres grandes temáticas: diagnóstico, análisis y planificación e implementación. Para Juan Reyes-Valentin, la custodia ambiental “es una forma particular de relacionarnos con el territorio, su medioambiente y naturaleza. Esta relación parte del reconocimiento de la importancia intrínseca de estos, y adquiere una responsabilidad formal y ética, las cuales deben permear hacia las actividades y acciones que desarrollemos en el territorio”.
Asimismo, la profesora Naulin añade que “el modelo de gestión propuesto, que, si bien está basado en las referencias nacionales e internacionales, innova en centrarse en la toma de decisiones basadas en evidencia, pudiendo ser referente para otros lugares, como, por ejemplo, cerros islas, áreas silvestres protegidas, corredores biológicos fluviales y parques urbanos, entre otros".
A su vez, Luis Zaviezo reflexiona planteando que “hoy día Carén es la posibilidad de desarrollar la Universidad y con ello el conocimiento necesario para los desafíos ambientales, sociales y culturales que nos acechan como el cambio climático, el cambio de la matriz energética, la inteligencia artificial, nuevas necesidades preventivas y curativas para la población, temas de planificación y desarrollo del hábitat, movilidad, inclusión, adicciones, envejecimiento activo y tantos otros. Está el espacio, están las personas, esta la urgente necesidad de crear, innovar, imaginar y construir el futuro”.
Lanzamiento en la U. de Chile
En el auditorio Jorge Gilchrist L. del Pabellón Arauco de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, a inicios de octubre se llevó a cabo el lanzamiento del libro "Innovación para la Sustentabilidad: Custodia Ambiental del Parque Carén". El evento reunió a autoridades, académicos e investigadores para discutir los desafíos y avances en la gestión ambiental de este importante espacio natural.
El encuentro comenzó con las palabras de bienvenida del decano de la Facultad, Horacio Bown, quien destacó la importancia de este lanzamiento para la reflexión académica y social sobre el rol del Parque Carén como un ejemplo de sostenibilidad. “Este parque representa un espacio de aprendizaje y de innovación para la gestión ambiental de territorios”, comentó Bown.
El libro es el resultado de años de investigación y colaboración entre diversas instituciones y actores del mundo académico y ambiental. Está pensado como una guía y un referente para quienes buscan desarrollar proyectos de conservación en territorios de alta vulnerabilidad ambiental.
Sobre su vínculo con la comunidad y aporte medio ambiental, el profesor Zaviezo señala que el Parque Carén "es el espacio de custodia ambiental en la Región Metropolitana, excluidos los parques nacionales cordilleranos, pulmón verde, vía de circulación de los vientos del suroeste y hotspot de diversidad de la mayor trascendencia".
Innovación e investigación: Parque Carén en la actualidad
El Parque Carén es un espacio donde se ha conformado un gradiente ambiental que va desde zonas de protección, restauración, conservación de las condiciones ambientales propias, pasando por áreas destinadas a labores propias de la Universidad, hasta zonas de uso público.
Se trabaja en siete áreas: tecnología de la información; energías limpias; biotecnología; alimentación saludable; construcción sustentable; educación experimental; y envejecimiento.
Es así como actualmente se ubican ahí el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC), iniciativa público-privada que busca promover la transformación tecnológica del sector de la construcción, para una industria más productiva y sostenible, combinando los conocimientos de los socios nacionales e internacionales. Además, fue inaugurado el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), iniciativa público-privada creada en 2015, apoyada por CORFO, que busca generar nuevos ingredientes, alimentos saludables, mejores tecnologías, más articulación y mejoras en la cadena de producción de alimentos.
Para la académica Paulette Naulin, uno de los principales desafíos es la relación y colaboración que se pueden llevar a tener con otras instituciones de la sociedad civil, privadas y públicas, las que permitan dar vida a nuevos proyectos.
“Debemos avanzar en el fortalecimiento de la custodia actual de Carén a través de la generación de nuevas colaboraciones con instituciones, organizaciones y empresas afines a esta forma de pensar el territorio; e impulsar a la comunidad de la Universidad de Chile a hacerse parte de este proyecto. En concordancia con esto, necesitamos seguir buscando innovaciones valiosas para lograr un mayor equilibrio con la Tierra, ya sean ambientales, sociales o tecnológicas”, sostiene Naulin.
Por su parte, Juan Reyes-Valentin, plantea que otro de los aspectos a relevar tiene que ver con la conservación de la flora y fauna, considerando que en Santiago no contamos con suficientes áreas verdes. Por su ubicación, dice el investigador “le ha permitido constituirse como un espacio en el que personas de toda la Región van a encontrar un momento de relajo, de observación de especies, y de recreación y deportes acuáticos, entre otros".
Todo esto, dice "al mismo tiempo que se conserva y protege uno de los ecosistemas más singulares del mundo: el bosque mediterráneo de Chile central. Este tipo de bosque tiene como particularidad que muchas especies que lo habitan son endémicas, es decir, solo se encuentran en Chile, por lo que su custodia es prioritaria".