La realidad demográfica del país y sus consecuencias exigen una solución urgente. Al 2050 se estima que más de un 30% de la población será adulta mayor, escenario que nos obliga a desarrollar políticas públicas acorde a sus necesidades. Uno de los problemas que inciden directamente en la calidad de vida de la población mayor afecta la zona lumbar, razón por la cual el Programa de Envejecimiento Activo y Saludable (EAS) ejecutó un plan de intervenciones en colaboración con el Hospital de Achao.
Dicha iniciativa nace en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y desde 2021 tiene por objetivo modificar los estilos de vida de la población chilota aplicando conocimientos de la Universidad de North Karelia (Finlandia), mediante una estrategia conjunta entre universidades, municipios, comunidades, empresas, sistema de salud y de educación. En ese contexto, un equipo multidisciplinario compuesto por neurocirujanos, ecografistas y neurofisiólogos especialistas en dolor de columna ejecutaron un operativo médico liderado por el neurocirujano de nuestro plantel, el Dr. Marcos Baabor.
Coordinados por el cardiocirujano del HCUCH y director de EAS, Dr. Miguel Luis Berr, el operativo médico fue fruto de un largo trabajo realizado durante este año, el cual implicó el levantamiento de casos más críticos para finalmente derivar en 40 intervenciones a 16 pacientes de la comuna de Achao. Todo en coordinación con el subdirector del Hospital Comunitario de Achao, Dr. Alcides O'Kuinghttons y su directora Ana María Muñoz.
“Más del 80% de la población mayor de nuestro país requiere algún tratamiento de la columna. Esto se debe a su degeneración natural como parte del envejecimiento, lo cual es bastante esperable puesto que, dada las expectativas de vida décadas atrás, la columna estaba ‘diseñada’ para vivir hasta los 50 años, y si nos remontamos a los orígenes el ser humano, para andar en cuatro patas, pero nosotros caminamos en dos y vivimos el doble de tiempo. Por lo tanto, la forzamos más. Esto, sumado a que algunas personas no se han cuidado lo suficiente, viven con dolor, les invalida y reduce la movilidad”, explica el Doctor Baabor.
Con el objetivo de mejorar el dolor de dichos pacientes, el equipo del programa EAS aportó todos los equipos tecnológicos de alto costo que fueron necesarios así como los insumos médicos requeridos para la correcta ejecución de las intervenciones, entre las que se realizaron: bloqueos facetarios, peridurales y radiculares; tratamientos con radiofrecuencia para dolores lumbares y ciáticos con neurotomías facetarias; estimulación del ganglio de la raíz dorsal con radiofrecuencia pulsada, entre otros.
Gracias a dichos procedimientos, se logró controlar dolores subagudos y crónicos con mucho éxito, siendo todos los pacientes dados de alta de inmediato y con indicaciones de kinesioterapia, fisioterapia, entre otros tratamientos. Esto último va en línea con la filosofía del Programa EAS, el cual promueve un trabajo integral para pesquisar precozmente y dar tratamiento efectivo a las enfermedades crónicas no transmisibles.
“Como médicos y desde la misma disciplina hemos trabajado para alargar la vida, pero ¿de qué sirve si llegamos a una mala vejez, con muchísimo dolor, sin poder desenvolvernos socialmente?”, comenta el Dr. Baabor. Cuestión que complementa el Dr. Berr: “Ese es el problema que tiene este país, que la población está envejeciendo, pero no se está haciendo hincapié en la prevención ni en la vida saludable. ¿Qué significa esto? diagnosticar las enfermedades crónicas no transmisibles, tratarlas a tiempo, hacer ejercicios y al mismo tiempo fomentar una alimentación equilibrada y saludable. Si la gente hiciera esas tres cosas llegaría a los 80 o 90 años en muy buenas condiciones”.
Además, la acción realizada en el Hospital de Achao permitió a los pacientes seleccionados acceder a tratamientos que son de difícil acceso y de altísimo costo en la Isla, especialmente si se considera el desafío geográfico que implica el territorio. Tal como señala Baabor, ha habido casos de pacientes que han esperado tres o cuatro años para recibir estos procedimientos y dejar de sentir dolor en su espalda. Por otro lado, aquellos pacientes que necesitan intervenciones más invasivas tienen que ser trasladados a Puerto Montt, “puesto que algunos hospitales no cuentan con pabellón, lo cual también implica un desafío y muchísimo tiempo para ser atendidos”, puntualiza el especialista.
Por lo mismo, desde el equipo de EAS “continuaremos trabajando con los municipios de Curaco de Vélez, Quinchao y Chonchi a fin de generar cambios permanentes en la salud de sus vecinos, para que sean un ejemplo para Chile”, añade el Doctor Berr.
El trabajo realizado en el Hospital de Achao es fruto de la colaboración pública-privada canalizada a través del programa Envejecimiento Activo y Saludable, que incluye a la Universidad de Chile, la Universidad de Los Lagos, el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) junto a las empresas Salmones Antártica, Inversiones La Construcción (ILC), Corbion, Invermar, Sodimac, Camanchaca, Saesa y Riolab.