Un análisis de la cultura influencer en la era digital:

Yordan Quiroz expone “Tres Tristes Tigres”: una crítica visual a la banalidad de la era digital

Yordan Quiroz expone obra que critica la banalidad de la era digital

La videoinstalación Tres Tristes Tigres presenta a tres personajes ficticios que encarnan arquetipos comunes en redes sociales: el Coach Financiero, el Fitness Calentón y el Gurú de Autoayuda. La muestra creada por Yordan Quiroz, reconocido artista visual y performer de la comuna El Bosque, egresado del Departamento Artes de Visuales, y Santiago Aldunate, egresado de Licenciatura en Historia de la Universidad de Chile y del Magíster en Cine Documental en la misma universidad, además de realizar una Maestría en Cine Alternativo en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba. 

Exhibida en la Casa de la Cultura Anselmo Cádiz ubicada en la comuna de El Bosque, entre el 11 de octubre y el 4 de noviembre de este 2024, Tres Tristes Tigres ofreció una visión e interpretación del mundo de los influencers y explora el contraste entre la imagen pública de estas figuras y su posible realidad privada. “La obra indaga en el exceso de información y la batalla entre diferentes contenidos que buscan la atención de un espectador que, a diario, utiliza aplicaciones y redes sociales como medios de información primarios”, explica el artista visual Yordan Quiroz. Esta saturación y el enfoque en discursos de veracidad cuestionable se manifiestan en las representaciones caricaturescas que propone la instalación.

La muestra enfatiza la falsedad y la manipulación a través de elementos visuales exagerados, un enfoque que remite al concepto del barroco digital, caracterizado por una acumulación de elementos visuales y sonoros que, lejos de esclarecer, abruman y sobrecargan al espectador, reflejando la confusión de la era digital. A través de esta experiencia, los artistas buscan reflexionar sobre la banalidad del contenido diario que consumimos en redes, contenido que, lejos de ser una elección individual, responde a algoritmos que refuerzan una ideología dominante y limitan la capacidad crítica del usuario.

“Esta obra indaga en el exceso de información y la batalla entre diferentes contenidos que buscan la atención de un espectador que, a diario, utiliza aplicaciones y redes sociales como medios de información primarios. En consecuencia, surgen figuras que operan bajo discursos de veracidad dudosa; esto subyace detrás de las representaciones caricaturescas aquí exhibidas. Así, la obra explora el contraste entre la imagen pública y la realidad privada de estos personajes, utilizando elementos visuales y narrativos exagerados para resaltar la falsedad y la manipulación, así como la sobrecarga de estímulos informativos presentes en este tipo de narrativas. Este enfoque se alinea con el concepto del barroco digital, que se caracteriza por su complejidad y por la acumulación de elementos visuales y sonoros que, en lugar de clarificar, tienden la saturación propias de la era digital”, enfatiza Yordan.

Proceso creativo y etapas de desarrollo

La creación de esta videoinstalación se dividió en siete etapas:

Etapa 1 - Desarrollo conceptual y formal: Comenzaron explorando visualmente cómo representar la saturación sensorial y construyendo una narrativa visual que captara la esencia de la obra.

Etapa 2 - Creación de personajes: Los personajes fueron diseñados para encarnar discursos superficiales y manipuladores típicos de redes sociales, exponiendo facetas de la manipulación digital.

Etapa 3 - Confección de máscaras: Mediante materiales desechables, se diseñaron máscaras que reflejan tanto la identidad del personaje como la artificialidad de sus mensajes.

Etapa 4 - Rodaje de los videos: Adoptando una estética limpia, el rodaje enfatizó la interacción de los personajes en un entorno de “publicidad digital”, para que el espectador se centrara en los estímulos visuales y sonoros.

Etapa 5 - Montaje y posproducción de color: Cada personaje recibió un color específico en la edición para crear una atmósfera psicótica que reflejara la contradicción de estos personajes.

Etapa 6 - Montaje en sala: En la galería, las pantallas y máscaras fueron organizadas en un montaje triangular de tres pantallas LCD en posición vertical, imitando un celular gigante. Las pantallas presentan videos de 30 minutos de cada personaje, ofreciendo al espectador una experiencia inmersiva y cercana.

Etapa 7 - Performance inaugural: Durante la inauguración, un cuarto personaje apareció en una performance en vivo transmitida por redes, conectando la dimensión física y digital de la obra.

Eje curatorial: el espacio como parte del discurso

El eje curatorial de la muestra, diseñado por Carlos Lizama, aprovechó las características únicas del espacio expositivo para maximizar el impacto de la obra. La Casa de la Cultura Anselmo Cádiz es conocida por ofrecer acceso universal al arte y la integración comunitaria en sus galerías, abiertas a diversas manifestaciones artísticas. Para Lizama, el enfoque curatorial se centró en adaptar la obra a las particularidades del espacio concreto, buscando cómo la propuesta artística podía articularse de manera coherente.

Esta exhibición, en palabras de Yordan Quiroz, "explora el contraste entre la imagen pública y la realidad privada de estos personajes, utilizando elementos visuales y narrativos exagerados para resaltar la falsedad y la manipulación".

La muestra fue instalada en la Galería Marco Antonio Ortiz, un concurrido pasillo con amplios ventanales que rinde homenaje a este destacado escultor local. Dado que las características del espacio dificultaban la proyección en un ambiente oscuro, la obra tuvo que adaptarse a la exhibición en pantallas verticales, una decisión que surgió de las conversaciones entre el curador y los artistas. Este cambio no solo mejoró la viabilidad del montaje, sino que también potenció el mensaje de la obra, en la que la saturación visual y la manipulación de la información digital se reflejan en el formato de pantallas, similar al de un celular gigante. Así, el eje curatorial logró conectar el discurso de la pieza con las condiciones físicas de la sala, fortaleciendo la experiencia inmersiva para los visitantes de la comuna El Bosque y de otros sectores de la capital o el país. 

“Con el tiempo comencé a trabajar en el territorio a través del programa de talleres comunitarios, compartiendo lo aprendido en mi etapa formativa de estudiante universitario con los vecinos y vecinas de El Bosque, en especial las niñeces, armando talleres de máscaras, de muralismo, y de diversas expresiones artísticas. Esto me permitió también asociarme con los vecinos para levantar la Brigada Artística Bello Barrio, la que actualmente ganó el F.IC. (Fondo de Iniciativas Concursables) a nivel territorial para la realización de murales y espacios medicinales. Incluso participar en ‘Caminando Juntos Sin Miedo’, agrupación de carácter autónoma, no ligada a la Municipalidad, pero que también levanta diversas actividades culturales en el territorio. Sin contar las exposiciones colectivas, todo este proceso de trabajo con la comunidad abarca diversos territorios de la comuna, cada uno con realidades y contextos únicos”, detalla el artista.

A lo largo de este recorrido, Yordan ha tenido la oportunidad de conocer a “líderes y lideresas locales”, enriqueciendo la comprensión de las dinámicas comunitarias y fortaleciendo los lazos entre los espacios que habita. “Entendiendo este contexto de integración territorial, es que surge la posibilidad de presentar una obra artística para la comunidad, sin restricciones ni pies forzados, en la que puedo compartir mi visión de las artes plásticas y, en especial la performance, pero a su vez tomando parte del trabajo desarrollado en los talleres de confección de máscaras y en mi interés en el retrato (Creación de personajes). Para ello, me asocié con Santiago Aldunate, historiador y documentalista, cuyo cine se caracteriza por un enfoque radical que desafía las convenciones estéticas y, al mismo tiempo, un contenido profundamente político que invita a la reflexión crítica. Esta es, por tanto, nuestra primera experiencia colaborativa”, cuenta.

Crítica a los discursos falaces y a la manipulación en redes sociales

La obra no sólo retrata la sobrecarga sensorial de las redes sociales, sino que también se enfoca en la superficialidad de los discursos de sus personajes, reflejando cómo necesidades humanas esenciales son distorsionadas por mensajes simplistas. La elección de los tres colores primarios para caracterizar a cada personaje subraya la banalidad de estos discursos, que reducen la complejidad de los problemas humanos para beneficio de quienes los difunden.

El título Tres Tristes Tigres evoca la obra del cineasta Raúl Ruiz, famoso por sus exploraciones sobre la realidad y el absurdo, inspirando a los artistas Quiroz y Aldunate a desarrollar esta pieza que, mediante el humor y la crítica social, cuestiona la veracidad de las imágenes que consumimos y revela la manipulación de identidades en la era digital.

Gracias a la invitación de la Casa de la Cultura Anselmo Cádiz, esta exposición no sólo ofreció al público de la comuna El Bosque una experiencia estética provocadora, sino que también una reflexión sobre la influencia y el impacto de las redes sociales en nuestra percepción de la realidad.