Modelo de pintura:

Adiós a Patricia Blamey, modelo de la carrera de Artes Visuales de la Universidad de Chile

Adiós a Patricia Blamey, modelo de la carrera de Artes Visuales

Patricia Blamey dedicó años a colaborar con estudiantes y profesores, aportando con su presencia y profesionalismo a la formación de generaciones de artistas. Su capacidad para expresar emociones a través de la pose y su entrega en cada sesión la convirtieron en un pilar fundamental dentro del ámbito académico y artístico.

Natalia Cuadra, amiga cercana y también modelo de la carrera de Artes Visuales, recuerda con mucho cariño y respeto a Patricia, con quien se relacionó por más de veinte años. "Desde los pasillos universitarios hasta vivir juntas con sus mascotas, Patricia siempre fue un alma luminosa. Su mantra positivo y su capacidad de reinventarse constantemente fueron fuente de inspiración para todos los que la conocimos", expresó Natalia.

El profesor Pablo Ferrer, quien trabajó con Patricia por más de diez años, también recordó su presencia entrañable en la Facultad de Artes: "Trabajar con Patricia era muy agradable. Era una persona que siempre estaba contenta y dispuesta a cooperar con los estudiantes y nosotros los académicos. Era una presencia muy amable que se complementaba históricamente con su hermana Luz Blamey, que fue antes que ella nuestra modelo por largos años. Habitualmente establecía amistad con las y los estudiantes y se la podía ver conversando con ellos en los intermedios. El último tiempo nos sorprendía tocando una flauta dulce en los descansos. Su personalidad tan particular será inolvidable para nosotros”.

El profesor de dibujo, Iñaki Uribarri, también compartió un emotivo recuerdo sobre Patricia: "Una mañana me dirigía a cruzar la avenida Macul rumbo a la escuela de arte, de pronto apareció en medio de la avenida una mujer en su bicicleta y su vestido floreado al viento. Su pelo flotaba en el aire, en realidad ella completa flotaba en el espacio bajo la luz cálida del sol de esa mañana, era como si de pronto ella iba iluminando todo a su paso, completamente despreocupada de su alrededor. En ese momento giró a su izquierda y avanzó entre las hojas que caían de la avenida de encinas y luego entró a la escuela de artes. Recuerdo que la alcancé y le comenté algo de su casco y ella, como siempre, sonrió y me saludó con el mismo gesto risueño, afectuoso e inocente de siempre. Cada vez que me encuentro y nos encontramos con ella, pareciera como que el día lo ilumina con su tez clara y su voz llena de cariño. Patricia Blamey parece que siempre nos susurra el secreto de la vida...".

Además de su trabajo, Patricia poseía una espiritualidad profunda que la guiaba en su vida cotidiana. Encontraba fuerzas para afrontar los desafíos y transmitía a su entorno un mensaje de paz y optimismo. Su interés por distintas disciplinas y su constante búsqueda de conocimiento enriquecieron a quienes tuvieron la oportunidad de compartir con ella.

La comunidad artística ha manifestado su pesar por la partida de Patricia, destacando su calidez, generosidad y la huella imborrable que deja en la Facultad de Artes. Su legado vivirá en cada trazo, en cada obra y en el recuerdo de quienes la conocieron.