“Me pone contento aparecer en esta lista, por cuarto año consecutivo y, por primera vez, en el ranking de carrera completa”, explica el profesor Foà. “Se siente como una pequeña validación que aligera un poco los muchos fallos del camino, y también representa un estímulo para seguir innovando y contribuyendo al avance del conocimiento”, agrega.
Por su parte, el doctor Vicencio también se muestra satisfecho con este reconocimiento “Nunca he creído que no puedo cumplir mi anhelo de hacer ciencia de calidad en Chile y creo, profundamente, en mis capacidades para lograrlo. He sido, en general, toda mi vida científica bien outsider y llevado a mis ideas, lo que a veces se puede interpretar como antipatía, pero en mi pensamiento se traduce en hacer lo que uno siente como correcto y no lo que la comunidad señala que es lo correcto”, comenta.
El trabajo científico
Para Foà, la clave del trabajo científico está en desarrollar investigaciones con 'tiempo de vida' largo, “los que mantienen o incluso aumentan su relevancia años después de su publicación. Esto se logra, en parte, identificando y abordando temas fundamentales antes de que se vuelvan tendencia, y enfocándose en el impacto real del trabajo más que en métricas como el factor de impacto de la revista o la crítica inicial de colegas que a veces puede ser muy dura pero que me gusta usar como combustible. También es importante escoger áreas menos saturadas, sobre todo al inicio”, señala.
El académico, además, considera que la colaboración y las redes son fundamentales. “La gran mayoría de mis trabajos son en colaboración con colegas locales y de otras partes del mundo. Un aspecto que me enorgullece particularmente es que mis trabajos más citados corresponden a colaboraciones sur-sur. Esta tendencia debería fortalecerse en el futuro, reflejando el cambio en el balance del mapa científico global”, comenta el también director del DFI.
Para Vicencio una de las claves está en “el trabajo duro y hacer todo y más de lo que hacen mis estudiantes. Es la gran receta que tengo, no entiendo a quién hace ciencia sin hacerla de verdad, no hacerlo sería para mi como aburguesarse, cuando se supone que nuestros sueños como científicos son los de hacer ciencia y no dejar de explorar”, asegura.
Sobre las redes y la colaboración Vicencio piensa que “importan mucho y poco, todo depende de en qué etapa uno esté dentro de su desarrollo científico. Es natural que los más jóvenes busquen expandirse y colaborar (o mejor dicho intentar colaborar) con todo el mundo. Sin embargo, en mi experiencia todo depende del momento”, asegura. “De todas maneras, actualmente colaboramos con teóricos de Rusia, México, España, Serbia, India y Chile, en que tratamos de llegar a un lenguaje común para implementar un proyecto que se transforme en publicación y que siempre mezcle teoría, simulaciones y, por supuesto, experimentos”, agrega.
Hacer ciencia en Chile
“Chile ha avanzado significativamente en la calidad de su investigación científica. Sin embargo, considero que necesitamos evolucionar también en nuestros sistemas de evaluación y financiamiento, los que actualmente ponen demasiado énfasis en el prestigio de las revistas donde se publica, en lugar de evaluar el impacto real y la calidad intrínseca del trabajo. Este cambio de enfoque podría potenciar significativamente la repercusión internacional de nuestra investigación”, comenta Foa sobre su experiencia en Chile.
Para Vicencio aún persiste un problema que es “estar más cerca del “mundo”. Esto es un karma permanente y no tiene solución, aunque con la pandemia aprendimos a usar Zoom y hoy en día podemos trabajar a distancia con bastante fluidez. Entonces, pienso que lo único que podemos hacer de verdad es seguir trabajando seriamente y haciendo ciencia de calidad tratando de empujar la frontera del conocimiento y no sólo llenar espacios libres”, asegura.
Proyectos actuales
Foa explica que ahora está fascinado investigando temas que tocan fundamentos de la mecánica cuántica, “específicamente tratando de proponer una estructura matemática que podría estar detrás del proceso de medición cuántica. Este trabajo busca arrojar luz sobre algunos de los aspectos más intrigantes y fundamentales de la teoría cuántica, que sigue desafiando nuestra intuición sobre cómo funciona el mundo a nivel microscópico”, siendo lo más apasionante, en su opinión el que paralelamente puedan ir desarrollando aplicaciones concretas.
Por su parte, Vicencio señala: “estamos trabajando en muchísimos frentes distintos y me faltan manos y estudiantes preparados para hacer más experimentos a la vez. Puedo describir varios temas específicos, pero un eje central en el laboratorio, y que es parte de nuestra contribución original y autónoma al desarrollo de la fotónica, es el estudio de interacciones multi-orbitales tan diversas como se nos ocurran o queramos. De hecho, me acaban de pedir escribir un review en este tema para inicios del próximo año”, concluye.
La lista de Stanford
El ranking de las Universidad de Stanford, que identifica al 2% de los científicos más citados a nivel mundial, reconocimiento que entrega desde el 2019 junto a la editorial Elsevier. Este año destacó a 29 académicos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM), 21 como parte de los más citados durante el año recién pasado, mientras que a lo largo de sus carreras, fueron parte 25 académicos de la FCFM.