Desde el año 2021 en las comunas de Curaco de Vélez y Quinchao y desde el 2024 en Chonchi, en Chiloé, se desarrolla el Programa de Envejecimiento Activo y Saludable (EAS) de la Universidad de Chile, iniciativa que llega al país de la mano de académicas de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Karelia (Finlandia), quienes han visitado la zona para supervisar los avances de la intervención comunitaria.
Las académicas Liisa Timonen y Tarja Laatikainende forman parte del proyecto con su experiencia en el North Karelia Project, cuyo principal objetivo es cambiar los estilos de vida de las comunidades para lograr un envejecimiento activo y saludable. Esta no es su primera visita a Chile, cuentan, ya que han trabajado en introducir este programa desde el año 2018.
“Fue una visita muy interesante, ha sido muy interesante trabajar con la Universidad de Chile. Desde 2018 que estamos trabajando en el proyecto, planeando las acciones en conjunto y luego, el doctor Berr ha hecho un tremendo trabajo y ahora tenemos el privilegio de volver y ver cómo se han hecho las cosas y, comparado con la última vez que visitamos Chile, muchas cosas han mejorado”, relata Timonen, ya en la capital luego de arribar desde la Región de Los Lagos.
- ¿Cómo decidieron traer esta iniciativa finlandesa a Chile?
Liisa Timonen: Todo comenzó en la primavera de 2018, llegué como miembro de una delegación y conocimos al Ministro de Desarrollo Social de esa época (Alfredo Moreno) y conversamos de qué podíamos hacer, especialmente en este tema, en envejecimiento, porque éramos pioneros en esa materia con North Karelia Project. Habíamos realizado mucho trabajo ahí y teníamos expertos y habíamos avanzado mucho en la región, en comparación a otras de Finlandia, y se interesaron, nos presentaron a Octavio Vergara, en ese momento director del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), y él nos dijo: Esto deben conversarlo con el doctor Berr (Miguel Luis Berr, médico cardiocirujano del Hospital Clínico de la U. de Chile y director del Programa EAS) y nos contactamos, comenzamos a intercambiar correos y así comenzó este viaje.
- ¿Cómo fue su más reciente visita a la Isla de Chiloé?
Liisa Timonen: En Chiloé pudimos ver las actividades, visitamos los centros de cuidados para ver las actividades que están realizando ahí y también cómo se realizó la introducción del programa nutricional con salmón y choritos. También visitamos los puntos de chequeo de salud, que son muy innovadores, pueden transportar equipos a distintos lugares en la isla para poder medir la presión, el azúcar, el colesterol y la hemoglobina y basado en eso, podemos saber si alguna persona tiene algún problema, pedir más exámenes y derivar al doctor. Esa es una muy buena manera de saber a una edad más temprana si hay algún problema y tener una mejor y más larga vida y hacer algo mientras aún se puede hacer algo.
- ¿Cuáles han sido las mejoras que han visto de las acciones más directas del programa?
Liisa Timonen: La intervención en las escuelas locales fue nueva, comparado con nuestra última visita y también ha sido una buena manera de promover una vida saludable desde el nacimiento. El énfasis es en prevención y las comunidades están interesadas en las actividades, preguntan qué pueden hacer por ellos mismos, saben que no dependen de nadie más que de ellos, de lo que pueden hacer ellos, de lo que pueden hacer en conjunto y cómo pueden mejorar su calidad de vida.
- Comenzaron también un programa de “Liderazgo y Gestión para el Envejecimiento Activo” para formar líderes locales o “monitores comunitarios”
Tarja Laatikainende: Fue muy interesante realizar este tipo de cooperación, entregar la teoría, pero también ejemplos de qué clase de cosas son mejores para la sociedad y que se pueden desarrollar aquí en este contexto.
- Con las diferencias que hay entre Chiloé y una capital como Santiago, por ejemplo, ¿cómo evalúan haber elegido este lugar para comenzar el programa?
Liisa Timonen: Fue muy bueno hacer el plan piloto en este lugar remoto, porque no hay mucha población y de esa manera, es mucho más fácil monitorear y ver cómo avanzas las cosas. Luego, cuando vemos que la moral está alta y sabemos que ya pueden trabajar, es más fácil mover el programa a otras regiones. Uno de los beneficios es que es una comunidad pequeña, donde la gente se conoce entre ella y donde el espíritu de comunidad lo hace mucho más fácil. Es gente feliz, que se cuida entre ella, es el lugar correcto para hacer este trabajo.
Tarja Laatikainende: Estoy muy impresionada, esta es mi primera vez acá y estaba muy interesada por saber cómo lo habían hecho con sus recursos, no son muy ricos en recursos, pero aun así logran mucho.
- ¿Cuál es el futuro del proyecto en el país?
Liisa Timonen: Creo que este programa se debería establecer como una práctica en el país, Chiloé es el piloto, donde hemos probado las cosas y de ahí extenderlas al país, porque en mi cabeza esa es la única manera de hacer la vida mejor para todos. Pero, también necesitamos de la política y la legislación, porque si no es regulado, no va a funcionar a largo plazo. El compromiso es la clave y la educación continua para dar las herramientas es lo que más necesitamos: cursos, diplomados, masters, pero sin una política, regulación y legislación, no va a ser parte del país en un sentido profundo. Cuando la política y la legislación formen parte, esto estará listo para propagarlo por el país, este tremendo trabajo.
El programa de Envejecimiento Activo y Saludable (EAS) es fruto de la colaboración pública-privada que incluye a la Universidad de Chile, la Universidad de North Karelia (Finlandia), la Universidad de Los Lagos, el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) junto a las empresas Salmones Antártica, Inversiones La Construcción (ILC), Corbion, Invermar, Sodimac, Camanchaca, Saesa y Riolab. A estos esfuerzos se suman organizaciones sociales, municipios y liceos presentes en el territorio insular.