En el marco de la "COP16: Paz con la naturaleza", celebrada en la ciudad colombiana de Cali entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre, la Fundación Tara Océan junto al Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, organizaron el evento paralelo: “Nuevas ideas basadas en las ciencias ómicas, la modelización matemática y la teledetección para las herramientas de conservación de los océanos”.
El encuentro desarrollado el 29 de octubre en el Pabellón de Chile, reunió a representantes del gobierno chileno y de agencias de financiamiento científico de Francia, como el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM). Además, contó con la participación de un panel de investigadores jóvenes de instituciones de ambos países, quienes presentaron ideas sobre herramientas y enfoques innovadores para la protección del océano.
El senador de la República de Chile, Ricardo Lagos Weber, resaltó que “tenemos que tomar decisiones basadas en la ciencia. Este es un espacio importante para los responsables políticos y la forma en que tomamos decisiones a través del sistema legislativo. La protección del océano es esencial y para tomar decisiones correctas al respecto es necesario recopilar datos y analizarlos. Tenemos que entender los océanos, cómo y por qué funcionan. Y, sobre todo, tenemos que mejorar las herramientas para conseguirlo”.
Tras el legislador, también dieron palabras de bienvenida el director de la Agencia Francesa de Biodiversidad (OFB), Olivier Thibault, quien puso énfasis en la colaboración con los investigadores “para fortalecer la gobernanza mundial de los océanos”, mientras que la secretaria general del FFEM, Stephanie Bouziges-Eschmann, remarcó que “es muy importante contribuir a la definición de zonas de biodiversidad en alta mar y reducir la contaminación oceánica, apoyando la adquisición de conocimientos, el desarrollo de capacidades y las asociaciones”.
Proyecto KOPAs
El responsable de la Política Internacional de la Fundación Tara Ocean, André Abreu, ofreció la charla "La necesidad de innovar en herramientas científicas para la conservación marina“, donde afirmó que “históricamente, la conservación de los océanos y las políticas marinas se contemplaban para la protección de las especies. En los años 70, Greenpeace y toda la comunidad en torno a la conservación marina, se centraron básicamente en las grandes especies carismáticas, como tiburones, ballenas y tortugas. Desde los años 70 hasta ahora, el microbioma del océano y el plancton son invisible“.
Abreu dio a conocer algunas herramientas actuales de política oceánica –casi todas las herramientas utilizan el enfoque taxonómico/filogénico– como EBSAs (Áreas Ecológicas y Biológicas Significativas), OHI (Índice de salud de los océanos), IPC (Índice de Prioridad de Conservación) y VMEs (Especies Marinas Vulnerables). Además, hizo hincapié en que “la secuenciación del ADN y las ciencias ómicas, en particular la biología de sistemas, están aportando enfoques nuevos y funcionales a la vida marina, lo que nos permite comprender mejor los impactos y predecir con mayor precisión para adaptarnos”. Como ejemplos mencionó el proyecto Biocean5D, que integra ciencias sociales, valoración de la naturaleza y diversidad funcional vinculada al medio marino; y el proyecto PlanktECO por su desarrollo de herramientas como KOPAs (Key Ocean Planktonic Areas).
Sobre esta última, explicó que se enfoca en “construir metodologías y métricas para informar a los responsables de la toma de decisiones sobre dónde se están prestando servicios ecosistémicos y dónde es más esencial para la propia vida marina, pero también para las sociedades humanas y el planeta en su conjunto”.
Luego, la investigadora del grupo de Clima y Biodiversidad del CMM y cátedra CMM-CNRS, Laura Jiménez, desarrolló la presentación “Exploración de las ciencias ómicas y la modelización matemática hacia una herramienta para definir las zonas clave del plancton oceánico“. Allí, explicó que “el microbioma marino es el mayor ecosistema del planeta y constituye la base de toda la vida marina. El microbioma marino presta tres servicios ecosistémicos esenciales: absorbe el carbono de la atmósfera, proporciona regulación y conectividad entre las diferentes regiones del océano, y es la base de todas las cadenas tróficas en el océano. Estos servicios se ven afectados por actividades humanas como la contaminación y el cambio climático”, y detalló que “nuestro objetivo es desarrollar herramientas que nos ayuden a cuantificar no sólo la diversidad y distribución de los microorganismos marinos, sino también a evaluar cómo el cambio climático y las perturbaciones antropogénicas pueden afectar a los servicios ecosistémicos que presta el microbioma marino”.
Jiménez, además, mencionó que la metodología que han estado desarrollando incorpora técnicas de aprendizaje automático e inteligencia artificial para analizar datos de distintos tipos. “Proponemos integrar datos ómicos, medioambientales y de satélites en un modelo matemático que describa los rasgos funcionales y sus efectos sobre los tres servicios ecosistémicos esenciales proporcionados por el microbioma marino. KOPAs es un primer paso hacia el desarrollo de mecanismos adecuados para proteger las zonas marinas y gestionar la biodiversidad marina. Y podría convertirse en una herramienta esencial para que los responsables de la toma de decisiones gestionen la biodiversidad en alta mar y proporcionen referencias con base científica para la creación de zonas marinas protegidas“, concluyó.
Posteriormente, los investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, la Escuela Normal Superior (ENS) de París y del Instituto Jean Nicod, Umer Gurchani, Julián Esteban Cantillo y Eva Wanek hablaron sobre la importancia de enfocarse en rasgos funcionales como criterio para la conservación y protección del océano, la efectividad de las estrategias de conservación enfocadas al océano y la valuación económica de servicios ecosistémicos costeros y marinos, respectivamente.
Vínculo Chile-Francia
El director de Relaciones Internacionales del CMM y Fellow Ambassador del CNRS, Alejandro Maass, expresó que “la colaboración con Francia en tema de océanos es amplia. Un hito fue la expedición de la goleta TARA realizada a lo largo de las costas de Chile en 2021 junto al consorcio CEODOS, liderado por el CMM de la Universidad de Chile –primera unidad internacional del CNRS de Francia– y el centro COPAS en la Universidad de Concepción. Sus resultados representan una fuente de información de valor incalculable para el estudio del funcionamiento del océano en el hemisferio sur”.
“Un ejemplo relevante de las implicancias de esta expedición es la colaboración establecida entre ambos países en temas medioambientales del océano a través del proyecto PlanktEco, financiado por el Fondo Francés para Medio Ambiente Mundial (FFEM) donde la Fundación Tara Ocean (Francia), el Centro de Modelamiento Matemático de la FCFM, el centro COPAS de la Universidad de Concepción, la Escuela Normal Superior de París y diversas unidades del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS) están usando herramientas científicas de vanguardia en ciencia de datos, modelamiento matemático, biología de sistemas y teledetección para la vigilancia y conservación de los océanos”, agregó el también coordinador de la línea de investigación sobre Clima y Biodiversidad del centro.
Centro de Modelamiento Matemático
El CMM es hoy la institución de investigación científica más activa en modelación matemática en Latinoamérica. Es un centro de excelencia de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile, integrado por ocho universidades asociadas y ubicado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Además, es el Laboratorio Internacional de Investigación (IRL) #2807 del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia.
Su misión es crear matemáticas para dar respuesta a problemas de otras ciencias, la industria y las políticas públicas. Busca desarrollar ciencia con los más altos estándares, excelencia y rigurosidad en áreas como ciencia de datos, clima y biodiversidad, educación, gestión de recursos, minería y salud digital.