La igualdad de género salva vidas

Estudio U. de Chile revela que la representación femenina en la política reduce la mortalidad materna

Estudio: representación femenina en política reduce mortalidad materna
Damian Clarke, investigador del Instituto Milenio MIPP, presentó los resultados que vinculan cuotas de género en parlamentos con una reducción significativa en la mortalidad materna.
Damian Clarke, investigador del Instituto Milenio MIPP, presentó los resultados que vinculan cuotas de género en parlamentos con una reducción significativa en la mortalidad materna.
Damian Clarke, investigador del Instituto Milenio MIPP, presentó los resultados que vinculan cuotas de género en parlamentos con una reducción significativa en la mortalidad materna.
Los países que implementaron cuotas de género en parlamentos lograron reducir la mortalidad materna entre un 8% y 12%.
Damian Clarke, investigador del Instituto Milenio MIPP, presentó los resultados que vinculan cuotas de género en parlamentos con una reducción significativa en la mortalidad materna.
El aumento de la representación femenina en parlamentos ha impulsado políticas públicas enfocadas en salud materna, educación y planificación familiar.

La mortalidad materna, que se define como la muerte de una mujer durante el embarazo, el parto o dentro de los 42 días posteriores al parto debido a causas relacionadas con el embarazo, es un problema de salud global, especialmente en países en desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en 2017, alrededor de 295,000 mujeres murieron durante y después del embarazo y el parto. 

Estas muertes son en gran parte evitables, y las disparidades regionales son evidentes: el 94% de todas las muertes maternas ocurren en entornos de bajos ingresos y recursos. Factores como la falta de acceso a servicios de salud, la pobreza, y la falta de educación contribuyen a estas altas tasas de mortalidad.

Las Naciones Unidas, a través de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), han establecido como meta reducir la tasa de mortalidad materna mundial a menos de 70 por cada 100,000 nacidos vivos para 2030. Sin embargo, alcanzar este objetivo requiere esfuerzos concertados en múltiples frentes, incluidos la mejora de los servicios de salud, la educación, y las políticas sociales que apoyen a las mujeres.

En los últimos años, ha habido un interés creciente en cómo las políticas y la representación política pueden influir en los resultados de salud. La participación de las mujeres en la política se ha considerado una vía potencial para mejorar las condiciones de vida y de salud de las mujeres. 

La idea es que las mujeres legisladoras puedan influir positivamente en la formulación de políticas que beneficien la salud de las mujeres, incluyendo la atención prenatal, el acceso a profesionales de salud capacitados durante el parto, y la disponibilidad de servicios de planificación familiar. Estudios anteriores han mostrado que la presencia de mujeres en roles de liderazgo puede llevar a una mayor atención a las políticas de salud, educación, y bienestar social.

Desde 1990, la tasa de mortalidad materna (MMR) ha disminuido un 44%, en parte debido al aumento de la representación femenina en los parlamentos. Durante el mismo período, la representación de mujeres en los parlamentos se incrementó de menos del 10% a más del 20%. Esta correlación sugiere una posible relación entre la representación política de las mujeres y la mejora en los resultados de salud materna.

Mortalidad Materna y Poder Político de las Mujeres

En este contexto, el estudio "Maternal Mortality and Women’s Political Power", realizado por el investigador del Instituto Milenio MIPP, Damian Clarke, junto con los académicos Sonia Bhalotra, Joseph Flavian Gomes y Atheendar Venkataramani, examina la relación entre la representación femenina en los parlamentos y la mortalidad materna, utilizando datos de 178 países entre 1990 y 2015. Este estudio fue publicado en la revista Journal of the European Economic Association y está disponible libremente en el siguiente link.

“La motivación para explorar este vínculo surgió de la preocupación por la persistencia de altas tasas de mortalidad materna, a pesar de que las causas de estas muertes son bien entendidas y los conocimientos necesarios para prevenirlas han estado disponibles durante mucho tiempo. No se ha logrado cumplir con metas concretas de reducción de tasas de mortalidad materna.  Entonces, más que un tema de falta de conocimiento, nuestro estudio está interesado en indagar si algunas de falencias en este dominio se deben a la manera de fijar prioridades en la política pública y la agenda política”, afirma Damian Clarke.

El estudio emplea un enfoque de diferencias en diferencias, comparando los países que implementaron cuotas de género con aquellos que no lo hicieron. Este enfoque permite identificar cambios en la mortalidad materna que pueden atribuirse a la introducción de cuotas de género, controlando otros factores que podrían influir en los resultados.

Los autores utilizaron datos de la OMS sobre mortalidad materna y estadísticas parlamentarias de la Unión Interparlamentaria para analizar las tendencias antes y después de la implementación de las cuotas de género. El estudio incluyó varios pasos clave:

  • Recolección de Datos: Se recopiló información de 178 países desde 1990 hasta 2015, cubriendo variables como tasas de mortalidad materna, presencia de cuotas de género, atención prenatal, acceso a profesionales de salud capacitados durante el parto, tasa de fertilidad y educación de mujeres jóvenes.
  • Análisis de Diferencias en Diferencias: Este método comparó los cambios en la mortalidad materna en países que adoptaron cuotas de género con aquellos que no lo hicieron, permitiendo identificar el impacto directo de las cuotas.
  • Controles Adicionales: Se incluyeron controles adicionales para factores como el crecimiento económico, la urbanización, y la infraestructura sanitaria, asegurando que los resultados no estuvieran sesgados por otras variables.

Reducción Mortalidad Materna

Los resultados del estudio permitieron determinar las siguientes afirmaciones: 

Reducción de la Mortalidad Materna: La adopción de cuotas de género en los parlamentos está asociada con una reducción del 8% al 12% en la mortalidad materna. Esto sugiere que la representación política de las mujeres tiene un impacto directo y positivo en la salud materna.

  • Mejora en la Atención Prenatal: Las cuotas de género condujeron a un aumento en la atención prenatal, lo cual es fundamental para detectar y manejar complicaciones durante el embarazo. Los países con cuotas mostraron una mayor proporción de mujeres que recibieron al menos cuatro visitas prenatales.
  • Uso de Profesionales de Salud Capacitados: Hubo un incremento en el uso de profesionales de salud capacitados durante el parto, reduciendo el riesgo de complicaciones que pueden llevar a la muerte materna. Hubo un aumento del 5% al 8% en la asistencia de parto por personal capacitado y un incremento del 4% al 8% en la utilización de cuidados prenatales.
  • Disminución de la Tasa de Fertilidad: La implementación de cuotas de género también se asoció con una disminución en la tasa de fertilidad, lo cual puede reducir el riesgo de mortalidad materna, ya que los embarazos frecuentes y mal espaciados aumentan dicho riesgo. Se registró una disminución del 6% al 7% en la tasa de fertilidad.
  • Educación de Mujeres Jóvenes: Las cuotas de género fomentaron un incremento en la educación de mujeres jóvenes, lo que a su vez mejora la salud materna a largo plazo al empoderar a las mujeres con el conocimiento y los recursos para tomar decisiones informadas sobre su salud.

“Con aumentos de la representación femenina en parlamentos, se ven cambios en las decisiones de política y en las preferencias de inversión. En particular, se observa un acercamiento a las políticas públicas de salud que han sido destacadas como importantes para la reducción de tasas de mortalidad materna”, afirma el investigador del Instituto Milenio MIPP, Damian Clarke. 

Políticas Públicas

Este estudio proporciona una comprensión profunda del impacto que la representación femenina en la política puede tener en la salud materna. Las conclusiones sugieren que la implementación de cuotas de género en los parlamentos puede ser una política eficaz para reducir la mortalidad materna, y ofrecen varias implicaciones prácticas:

  • Políticas Inclusivas y Sensibles al Género: Los resultados indican que las mujeres en posiciones de poder tienden a priorizar políticas que abordan las necesidades de salud de las mujeres, incluida la mejora de la atención prenatal y la promoción del uso de profesionales de salud capacitados durante el parto.
  • Educación y Concienciación: La educación de mujeres jóvenes y la concienciación sobre la importancia de la salud materna son esenciales para lograr una disminución sostenida en la mortalidad materna. Las políticas que promuevan la educación de las niñas y la concienciación sobre los servicios de salud disponibles pueden tener un impacto positivo a largo plazo.
  • Evidencia para los Creadores de Políticas: Los resultados de este estudio proporcionan una base sólida para que los creadores de políticas aboguen por la implementación de cuotas de género en los parlamentos. Al mostrar el impacto positivo de estas cuotas en la reducción de la mortalidad materna, los legisladores pueden estar más motivados para adoptar políticas que promuevan la igualdad de género y mejoren la salud materna.

Las cuotas de género en los parlamentos no solo promueven la igualdad de género, sino que también pueden salvar vidas, sugiriendo una política efectiva para abordar la mortalidad materna en los países en desarrollo. La implementación de estas políticas puede ser un paso fundamental hacia la mejora de la salud y el bienestar de las madres en todo el mundo, y contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud y la igualdad de género.

“Muchas veces en el argumento a favor de cuotas se enfatizan temas de representativdad y equidad.  Si bien estos argumentos son importantes, nuestro estudio apunta en la dirección también de mejorar logros de política pública. Existe bastante evidencia que las mujeres lideres tienen -en promedio- comportamientos distintos que sus pares masculinos, y entre otras cosas que tienden a invertir más en salud pública y en educación. Nuestro estudio aporta evidencia que estas inversiones y diferencias de comportamiento pueden tener impactos importantes también en medidas de salud poblacional”, expresó Damian Clarke.