El encuentro se realizó el 17 de diciembre de 2024, con la participación del director del CRS Cordillera Oriente, Jaime Carvajal; la directora (s) del Hospital Luis Tisné, Carol Luco; el decano de la Facultad de Medicina, doctor Miguel O’Ryan y el director del Cerpo, doctor Juan Guillermo Rodríguez.
El Cerpo nació el año 2003 para otorgar atención integral a mujeres embarazadas cuyos fetos presentan malformaciones congénitas, con el fin de brindar mayores oportunidades a los recién nacidos con estas patologías, mejorar el manejo obstétrico, realizar diagnóstico y terapia fetal, además de preparar y dar apoyo psicológico a los padres y, en el área académica, realizar docencia de pre y postgrado y generar investigación científica. Es centro de referencia nacional para la atención de cardiopatías congénitas fetales.
Al dirigirse a los presentes, Carvajal celebró la formalización de este vínculo entre las tres instituciones, pues este centro “entrega una oferta dentro del sistema público que no existe en otro recinto asistencial, ni siquiera en el sector privado”. Además, señaló que “es un espacio de encuentro entre la academia y la práctica, en el que se produce una sinergia muy importante entre la Universidad de Chile, el HLT y el CRS, donde cada uno aporta recursos y energía, pero sobre todo hay muchos resultados clínicos y de investigación, lo que ofrece a quienes se desempeñan y forman aquí la posibilidad de desarrollar nuevas técnicas en beneficio de nuestros pacientes. Esta institucionalidad va a dar un respaldo a largo plazo a esta relación docente asistencial”.
Luego, la directora (s) Luco destacó el sello que ha tenido el doctor Juan Guillermo Rodríguez a lo largo de la existencia del Cerpo, diciendo que “eso hace que las mujeres que llegan a este centro lo hagan con confianza, sabiendo que estarán en buenas manos”. Asimismo, relevó que este vínculo ha sido de gran importancia para la formación de nuevos especialistas como para la práctica clínica de los profesionales de la salud del centro asistencial, mirando el bienestar de las madres y los recién nacidos.
Nuevas dependencias
Por su parte, el doctor Miguel O’Ryan destacó la labor realizada por el doctor Rodríguez y su equipo en Cerpo, “quien ha contribuido al desarrollo de su disciplina y a la educación al más alto nivel”. En ese mismo sentido, reflexionó respecto de la crisis de la medicina académica; “que quizás parte del cierto desalineamiento que uno ve entre la formación de profesionales y lo que el país proyecta respecto de lo que necesita para su futuro. Actualmente respondemos a lo que va pidiendo el Ministerio de Salud; y si consideramos que hay 30 facultades de medicina, de las que egresan 3.000 médicos anualmente, de aquí a dos décadas habrá un médico cada 100 o 150 habitantes”.
Otra arista de esta crisis, agregó, es la investigación biomédica y clínica: “¿estamos realmente trabajando para generar nuevos conocimientos acordes a las necesidades del país?; ¿está ligado adecuadamente a la formación de los nuevos profesionales, se están realmente nutriendo ambos? Es algo que tenemos que mirar mejor”. Por ello es que, añadió, “el concepto que está tras este centro apunta a la solución: se focaliza en una problemática fundamental de nuestro país, que junta talentos para buscar cómo resolverla de la mejor manera, trae nuevas tecnologías, avanza en la formación de nuevos profesionales y de especialistas y, por último, innova con investigación. Eso va uniendo caminos entre la medicina académica, y mostrando modelos que debemos ir replicando, tanto para una mejor atención como para que hagamos una mejor formación, y que es lo que también estamos haciendo en los Centros de Investigación Clínica Avanzada, CICA, para el desarrollo de la medicina traslacional”.
Al momento de sus palabras, el doctor Rodríguez presentó una breve historia del Cerpo, recordando desde la primera incorporación al GES de la cardiopatía congénita, que significó una primera asignación de pacientes a nivel nacional; la puesta en marcha de la ley 21.030, a cuya implementación debieron colaborar y por último la creación de nuevos espacios dentro del edificio del CRS. Luego destacó la labor realizada por su equipo multidisciplinario, el vínculo con servicios como el de Neonatología del Hospital Luis Calvo Mackenna y el de Pediatría del Instituto de Neurocirugía. Actualmente ofrecen más de 2.500 prestaciones anuales; ingresan 140 pacientes cada año y, en docencia, pasan más de 160 alumnos pertenecientes a los programas de especialización en Obstetricia y Ginecología, Medicina Materno Fetal, Cardiología Pediátrica, Neonatología, y Genética y más de 70 estudiantes en estadas de perfeccionamiento en Medicina Fetal, Ecocardiografía Fetal y Neurosonografía Fetal. Por último, destacó que los desafíos pendientes son la replicación de su modelo en el sistema público de salud; la implementación del software Sistema Cerpo Perinatal en la misma red; consolidarse como centro líder en genética perinatal y desarrollar aún mayor investigación de alto impacto.
Al cierre del encuentro, el encargado del Programa Nacional de Salud de la Mujer/Salud Sexual y Reproductiva, doctor Gonzalo Rubio, destacó el ejemplar desempeño de esta alianza entre servicio de salud y universidad pública, avances que entre otros afiatan logros como una tasa de mortalidad materna de 13 por cada 100.000 nacidos vivos, una de las mejores del continente, lo cual fue refrendado por el director del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, doctor Alberto Vargas.
Luego de la firma del convenio, los asistentes a la actividad recorrieron las nuevas dependencias del Cerpo, consistentes en una sala de telemedicina, otra para el ingreso y atención de pacientes y una tercera para la realización de ecografías.