Se acerca fin de año y con éste los preparativos para las tan esperadas celebraciones de Navidad y Año Nuevo, donde la familia se reúne para festejar, intercambiar algún obsequio, y compartir alrededor de una mesa con familiares y amigos. Lo que se espera para estas fiestas es pasar un tiempo con aquellos que amamos, preparar una cena algo diferente o especial. Aquí es donde las o los que son más gourmet se lucen preparando platos más sofisticados, y otros que son más prácticos solo buscan una buena receta que funcione. Cualquiera sea el caso, la probabilidad de salirse de la rutina o el patrón dietario es más alta, pues hay alimentos que son típicos de esta época del año y que contienen no pocas calorías. Entre estos figuran el tan esperado cola de mono con pan de pascua, que una porción de cada uno puede aportar unas 450 Kcal.
La cantidad de calorías de una cena navideña puede variar en general dependiendo de la preparación, el uso de ingredientes, y por supuesto el tipo de dieta que se acostumbre en estas fechas dependiendo de los hábitos alimentarios.
Acá un ejemplo de cuántas calorías se pueden consumir durante una cena Navideña típica chilena.
- Aperitivo: 1 trozo de queso de 30 g (78 kcal), 1/2 porción (7 hojuelas) de papas fritas (69 kcal), 1 copa de cola de mono de 150 ml (260 kcal), 3 galleta salada con queso crema (185 kcal).
- Plato principal: Pavo con salsa de champiñones (300 kcal), 150 g de papas mayo (120 kcal), 1 copa de vino tinto (130 kcal) o un vaso de jugo (65 kcal), 1 porción de ensalada de hojas verdes (35 kcal).
- Postre: 110 g de postre helado o 1 trozo de pan de pascua (226 kcal)
Total: 1403 kcal.
Para que las calorías no sean un problema y se pueda disfrutar la cena “sin culpa”, se puede buscar alimentos con más fibra y menos grasa, por ejemplo, bastones de verduras como zanahorias, apio, pimentón, y humus de garbanzos o yogurt como aperitivo. Incluir variedades de verduras de hojas verdes, evitar las salsas o aderezos, y usar de preferencia vinagretas con aceite de oliva. Preferir postres sin cremas como brochetas de frutas de la estación.
Lo más importante, independientemente de la cena que se elija, es compartir el verdadero espíritu de Navidad: “Celebrar el nacimiento del Niño Jesús que trajo la esperanza de un mundo mejor”.