El Instituto de Agricultura Urbana de la Academia China de Ciencias Agrícolas (CAAS), bajo la dirección del profesor Xiao Yang, lidera una investigación publicada en Vegetable Research que explora el impacto de las fábricas de plantas en la producción sostenible de alimentos. En el trabajo titulado "Application of Plant Factory Technology for High-Quality Lettuce Production" (Aplicación de la tecnología de Plant Factory para la producción de lechuga de alta calidad) colaboró el profesor Víctor Hugo Escalona, del Departamento de Producción Agrícola de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, destacando cómo esta tecnología puede revolucionar el cultivo de hortalizas en entornos urbanos mediante el uso de hidroponía, iluminación LED y sensores ambientales.
Este enfoque, también conocido como agricultura vertical, combina tecnologías avanzadas como la hidroponía, la iluminación LED y sensores ambientales para crear condiciones ideales de cultivo en espacios urbanos. "Esta tecnología nos permite llevar la agricultura a lugares donde antes era impensable, como bodegas, contenedores marítimos o sótanos. Además, reduce la necesidad de pesticidas y aprovecha los recursos de manera mucho más eficiente", explicó el profesor Escalona, director del Centro de Estudios Postcosecha (CEPOC).
El estudio resalta que, gracias al control preciso de factores como luz, temperatura y nutrientes, los cultivos en fábricas de plantas pueden crecer hasta cuatro veces más rápido que en campos tradicionales. En el caso de la lechuga, por ejemplo, el tiempo de cultivo se reduce de tres meses a solo 30 días. “Es un cambio radical. Estas condiciones ideales no solo aceleran el crecimiento, sino que también mejoran la calidad del producto, haciéndolo más nutritivo y adaptado a las necesidades del mercado”, señaló el investigador.
Innovación y desafíos
A pesar de sus ventajas, Escalona admite que la implementación de estas tecnologías sigue siendo un desafío en América Latina debido a los altos costos iniciales. "En Chile, la horticultura está mayoritariamente en manos de pequeños agricultores que enfrentan dificultades para acceder a nuevas tecnologías. Por eso es fundamental desarrollar proyectos de capacitación y colaboración, como los que lideramos en la Universidad de Chile, para democratizar estas innovaciones", comentó.
Además, el profesor destacó el potencial de esta tecnología para abordar problemas globales como la seguridad alimentaria y el cambio climático. "La agricultura vertical es un ejemplo de cómo podemos producir más con menos. Al cultivar en múltiples niveles y optimizar el uso del agua y los nutrientes, reducimos significativamente la presión sobre los recursos naturales", afirmó.
Colaboración internacional
La investigación es fruto de una colaboración con el Instituto de Agricultura Urbana de la Academia China de Ciencias Agrícolas, cuyo avance en estas tecnologías ha permitido explorar su adaptación a otros contextos. “La experiencia de trabajar con colegas chinos ha sido enriquecedora. Ellos están más avanzados en términos de costos y escalabilidad, lo que nos brinda una visión sobre cómo podríamos implementar estas soluciones en nuestra región”, indicó Escalona.
El profesor también subrayó el papel de la Universidad de Chile en fomentar la cooperación internacional y liderar investigaciones con impacto global. “Estos proyectos nos permiten no solo innovar, sino también proyectar a Chile como un referente en agricultura sustentable y tecnología aplicada”, concluyó.
Con avances como estos, las fábricas de plantas se perfilan como una herramienta fundamental para enfrentar los desafíos de la producción alimentaria en un mundo cada vez más urbano y afectado por el cambio climático. Este estudio, además, refuerza el compromiso de la Universidad de Chile con la innovación y la sostenibilidad en beneficio de la sociedad.