La carrera de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile se sumó este año al Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género y Jorge Madrid fue el primer matriculado por esta vía. Tiene 24 años, egresó del Liceo Nacional de Maipú, vive con su abuelo en Lo Espejo, estudió Ingeniería Civil Eléctrica, pero congeló y hace un año y medio comenzó a trabajar como estafeta en el Hospital El Carmen. Ahí, dice, es donde nació su interés por la Obstetricia. Partió en salas de parto, “conociendo un mundo completamente nuevo para mí porque yo llevaba cinco años estudiando Ingeniería”, explica el ahora mechón de la Casa de Bello.
Jorge cuenta que, tras esos cinco años, “pasé por un proceso de depresión muy fuerte, una crisis vocacional tremenda, porque no era la carrera que yo realmente quería estudiar, sino que lo hice por cumplir con expectativas familiares”. En un principio no pensó en cambiarse de carrera, “solo terminar Ingeniería cuando estuviera en el lugar correcto mentalmente para seguir avanzando”. Sin embargo, “encontré esta magnífica oportunidad de trabajar en un hospital donde me enseñaron y me siguen enseñando un montón de cosas. Y al ver a mis amigas matronas, a mis amigas TENS trabajar y cómo desempeñan sus labores, me di cuenta de que era realmente lo que me gustaba; realmente lo que me apasionaba era eso”.
El futuro matrón había decidido hacer un cambio interno de carrera en su universidad de origen y le llegaron los resultados de su postulación a beneficios estudiantiles. Había calificado para Gratuidad, beneficio que no tenía antes y lo tomó como “una señal del universo que me estaba diciendo que había escogido el camino correcto y todo de ahí se fue dando de una manera muy natural. Tuve un buen resultado en la PAES de verano, también di la PAES de invierno y nada, no pensé que me iba a ir tan bien como me fue, saqué 915 puntos en la de matemática”. A pesar de su resultado, había quedado en lista de espera para su primera opción que era la Casa de Bello, “porque al trabajar en un hospital, uno ve varios internos y ve de las universidades de las que vienen y las internas y los internos que vienen de la Universidad de Chile tienen un desplante distinto”.
“Mi objetivo ahora es dar el 100% de mí en la carrera”
El día que se publicaron los resultados “fue una montaña rusa de emociones, porque abrí el portal y no había sido seleccionado aquí (...) y me llegó un correo como a las dos de la tarde que había sido seleccionado por el cupo de equidad. Yo llegué a saltar, casi quiebro un vaso. Realmente confié y todo se fue dando de manera natural. Estoy muy emocionado, estaba muy emocionado por venir ahora, aunque sea a sacarme la foto porque ya había hecho el proceso de matrícula. A las 00:01 ya estaba dentro del portal matriculándome. Simplemente agradecido por la oportunidad. No creí que iba a llegar, pero lo logré y mi objetivo ahora es dar el 100% de mí en la carrera”.
El ya estudiante de la Universidad de Chile, narra que “estos últimos días le he estado comentando a mis compañeros del Liceo que quedé en Obstetricia en la Chile y me decían que realmente yo había nacido para eso, ellos lo vieron siempre (...) A mí siempre me gustó la biología, era un ramo que se me dio muy fácil, que tenía muy buenas notas, y de hecho, ayudaba a la mayoría de mis compañeros, que éramos del electivo de Física, en Biología, pero nunca perseguí ese llamado. Solo me dejé llevar por las expectativas que estaban puestas en mí. Y en el Hospital fue cuando verdaderamente me di cuenta de que esto es lo que me gusta, es lo que me apasiona”.
“Muchas de mis amigas del Hospital me dicen, pero ¿estás seguro de que quieres estudiar esto? te conviene más terminar Ingeniería. No voy a terminar una carrera que no quería ni empezar y mucho menos ahora que ya encontré lo que me gusta”, dice con convicción.
“Sé que voy a ser minoría, pero no es algo que me preocupe”
“Si no existiera el cupo, —puede sonar muy romántico lo que voy a decir— no estaría estudiando la carrera que quiero, no estaría cumpliendo con un sueño”, enfatiza Jorge. Respecto a ser hombre en una carrera feminizada, explica que “es algo que no me cuestioné la verdad, porque yo conocí la matronería, conocí la Obstetricia de matrones y de matronas. Entonces nunca vi una diferenciación. Los chiquillos en el Hospital siempre me han enseñado a pesar de ser hombre, y me han enseñado matronas y me han enseñado matrones, y todos han sido mis docentes en algo. No solo las matronas, sino también las y los técnicos. Las TENS y los TENS, nunca vi una diferenciación y nunca recibí una diferenciación en el trato”.
En el contexto de una carrera en que por vía regular fueron seleccionados solo 4 hombres versus 77 mujeres, Jorge expresa que “sabía que iba a tener muchas compañeras, era lo que constantemente me estaban diciendo en el Hospital (...) Yo encuentro que está súper viniendo de una carrera de Ingeniería donde pasa todo lo contrario, donde yo creo que el 99% de mi generación eran hombres. Entonces, yo sé que voy a ser minoría, pero no es algo que me preocupe”.