Graduado del DGF recibió Premio de Geofísica de Nueva Zelanda

Graduado del DGF recibió Premio de Geofísica de Nueva Zelanda
"Es un reconocimiento que me anima a seguir trabajando y me hace reflexionar sobre la universalidad de la ciencia", dijo el investigador Alberto Ardid, tras recibir el Premio de Geofísica de Nueva Zelanda.
"Es un reconocimiento que me anima a seguir trabajando y me hace reflexionar sobre la universalidad de la ciencia", dijo el investigador Alberto Ardid, tras recibir el Premio de Geofísica de Nueva Zelanda.

Por sus contribuciones a la disciplina, la Sociedad de Ciencias de la Tierra de Nueva Zelanda distinguió al graduado del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile e investigador de la Universidad de Canterbury, Alberto Ardid, con el premio de Geofísica de Nueva Zelanda.

La distinción, que reconoce los aportes a la geofísica de autoras y autores, preferentemente nacidos en Nueva Zelanda, fue otorgada al investigador chileno por sus destacadas contribuciones a la geofísica en los últimos años en Nueva Zelanda, por ejemplo, su trabajo “Seismic precursors to the Whakaari 2019 phreatic eruption are transferable to other eruptions and volcanoes”, publicado en Nature Communications en 2022.

"El trabajo de Alberto aborda el desafío particular de transferir señales precursoras de la erupción de un volcán a otro, probando así la ‘unicidad’ de un volcán. Alberto utilizó nuevos conceptos de aprendizaje automático que le permitieron sondear patrones sutiles en datos sísmicos y encontrar evidencia clara de la ‘transferibilidad de precursores sísmicos volcánicos’ en, al menos, tres volcanes neozelandeses”, publicó la Sociedad de Ciencias de la Tierra de Nueva Zelanda en su sitio web.

La organización destacó también que “el trabajo de Alberto Ardid, no sólo ha dado lugar a una colaboración mucho mayor con otros grupos de investigación sobre sísmica volcánica en el mundo para estudiar la posibilidad de atribuir los parámetros estadísticos de la erupción del volcán Whakaari, ocurrida en 2019, a volcanes de otras latitudes, sino que también ha servido como base para un método de predicción de riesgos para otro tipo de amenazas naturales como incendios e inundaciones”.

“Me siento muy agradecido y honrado por haber recibido esta distinción. Es un reconocimiento que me anima a seguir trabajando con la misma dedicación y también me hace reflexionar sobre la universalidad de la ciencia y la colaboración internacional. Es emocionante saber que el trabajo científico puede trascender fronteras y generar impacto en cualquier parte del mundo”, expresó el graduado del DGF e investigador de la Universidad de Canterbury, Alberto Ardid.

Al ser consultado por la relevancia de este premio para su carrera científica, Alberto Ardid afirmó que, no sólo representa un gran impulso en su trayectoria y refuerza la confianza en el camino que está recorriendo, sino que también “abre nuevas oportunidades para seguir colaborando en proyectos relevantes a nivel global y me motiva a retribuir lo aprendido y compartir mis conocimientos con quienes se estén iniciando en la Geofísica”.

En esta línea, el científico adelantó que su investigación más reciente, la cual está por publicarse en la revista Nature, amplía estos avances al desarrollar modelos de pronóstico de erupciones volcánicas generalizados y utilizando aprendizaje automático para identificar patrones sísmicos transferibles en un conjunto de 24 volcanes a nivel mundial. Un enfoque que, en palabras del graduado del DGF, refuerza la idea de que, por sus características ergódicas (o capacidad para comportarse de manera uniforme en el tiempo y en el espacio), permiten predecir erupciones, incluso, en volcanes acerca de los cuales se posee una cantidad limitada de datos.

Finalmente, Alberto Ardid, dedicó un sentido agradecimiento a quienes, aseguró, han sido fundamentales en su carrera durante los últimos años. “Quisiera agradecer y dedicar este logro a mis mentores y colegas, tanto en Nueva Zelanda como en otros lugares por su guía y apoyo durante este proceso. También a mi pareja, Catalina, quien ha sido mi base emocional y ha creído en mí, incluso en los momentos más desafiantes. Por último, agradezco a las instituciones y equipos con los que he tenido la fortuna de colaborar, pues este logro también refleja el valor del trabajo conjunto”, concluyó.