En el marco del II Workshop Nacional "1000 Genomas: Ciencia genómica para conservar la biodiversidad", organizado por la iniciativa 1000 Genomas, liderada por el Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG), realizado en la Casa Central de la Universidad de Chile, se llevó a cabo el panel "Divulgación Científica y Educación en Ciencias", instancia en que comunicadores y expertos profundizaron sobre cómo acercar la ciencia genómica y la conservación de la biodiversidad a la ciudadanía.
El panel contó con la participación de Nélida Pohl, directora de Comunicaciones del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB); Martín del Río, fundador y director de Ladera Sur; Natalia Ramos, integrante del directorio del Jane Goodall Institute Chile; y Cristián Vásquez, gestor de vinculación y alianzas estratégicas del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), y fue moderado por Carolina Aliaga, periodista científica y editora de la Dirección de Comunicaciones, dependiente de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, de la Universidad de Chile.
La profesora Nélida Pohl señaló que, aunque la crisis ambiental es un tema reconocido públicamente, aún se percibe como algo lejano. “La crisis ambiental ya está socializada, pero sigue siendo abstracta para muchos. Debemos ayudar a las personas a entender cómo, desde su propio entorno, pueden contribuir concretamente a la conservación. Necesitamos generar experiencias emocionales profundas que deriven en cambios reales de conducta”.
La investigadora añadió que "sin experiencias significativas, el conocimiento ambiental corre el riesgo de permanecer en la indiferencia". Asimismo, planteó que "la comunicación de la ciencia debe ser constante y contar con un financiamiento robusto para construir una ciudadanía crítica".
Por su parte, Martín del Río subrayó la importancia de comunicar desde la emoción y lo cotidiano. “Necesitamos más que nunca poner la ciencia en primera plana. El desafío está en ser simples y profundos a la vez, y lograr que la conservación deje de ser lejana para conectar directamente con la vida diaria y las emociones de las personas”. También enfatizó que "no basta con informar, hay que emocionar; solo así lograremos movilizar a la sociedad en torno a la biodiversidad".
Además, el director de Ladera Sur destacó la necesidad de alianzas estratégicas para amplificar los mensajes: “Hoy comunicar la biodiversidad requiere colaboración entre medios, instituciones y comunidades locales”.
Cristián Vásquez abordó la contribución de la inteligencia artificial y las tecnologías digitales como aliadas clave en la democratización del conocimiento científico. “La inteligencia artificial puede facilitar la divulgación y educación, pero su uso debe ser ético y responsable. Es fundamental enseñar a discernir entre información confiable y falsa, fortaleciendo el pensamiento crítico de la ciudadanía”, destacó.
El comunicador del CENIA también advirtió que "el auge de herramientas digitales obliga a redoblar los esfuerzos en educación mediática para no perder el rigor científico". Subrayó que “la ciencia necesita aliados en los medios y en la educación para combatir la desinformación creciente”.
Natalia Ramos, desde su experiencia con comunidades y educación ambiental, llamó a recuperar la fascinación por el conocimiento en las nuevas generaciones. “Necesitamos reconectar a niños y jóvenes con la naturaleza desde la curiosidad, la empatía y la emoción. No basta con transmitir información; debemos cultivar una sensibilidad que motive un compromiso profundo con el cuidado del medio ambiente”, afirmó.
La integrante del Jane Goodall Institute Chile agregó que "volver a maravillarse ante la naturaleza es el primer paso para querer conservarla". En esa línea, destacó que "el arte y las emociones son caminos poderosos para inspirar cambios reales en el vínculo con el entorno".
Desafíos urgentes para fortalecer la divulgación de la ciencia
Durante el encuentro, los panelistas coincidieron también en la necesidad urgente de reforzar el periodismo científico en Chile, impulsar la formación especializada, fomentar alianzas entre medios, instituciones académicas y centros de investigación, y aumentar el financiamiento destinado a la comunicación científica, como una estrategia fundamental para fortalecer la relación entre ciencia y sociedad.
"Necesitamos avanzar hacia modelos de financiamiento que reconozcan el rol estratégico de la comunicación científica", enfatizó Nélida Pohl. En tanto, Martín del Río advirtió que "sin medios comprometidos con el rigor y la profundidad, la biodiversidad seguirá siendo una causa invisibilizada". Desde la perspectiva de las nuevas tecnologías, Cristián Vásquez recalcó que "no basta con tener más herramientas digitales: se requiere fortalecer el pensamiento crítico". Finalmente, Natalia Ramos subrayó que "formar comunicadores sensibles y comprometidos es clave para inspirar un cambio cultural hacia la conservación".
El panel formó parte del workshop organizado por la iniciativa 1000 Genomas, liderada desde el Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG), con el respaldo de la Universidad de Chile. Esta iniciativa busca posicionar al país a la vanguardia científica para proteger la biodiversidad mediante la colaboración y el conocimiento científico de frontera.