"Tuve que cambiar el pasaporte porque se me acabaron las hojas", afirma en tono irónico y riendo la profesora del Taller de Cerámica del Departamento de Artes Visuales, Cecilia Moriamez, al mismo tiempo que abre una carpeta con imágenes y documentos de su reciente participación en diciembre de 2006 y junto a la profesora Patricia Del Canto, en Camaguey, Cuba, siendo las únicas representantes de Chile.
Todo empezó en mayo, cuando la académica se trasladó hasta la isla de Cerdeña en Italia junto a su obra "Impacto", para participar en el Primer Simposio Internacional de Cerámica Artística de Ogliastra 2006, en la comuna italiana de Perdasdefogu, donde interactuó con artistas de otras partes del mundo y donó su obra al Museo de la Cerámica de Ogliastra.
"Estoy feliz de haber podido intercambiar opiniones y experiencias con mis pares, además de poder establecer vínculos con otros ceramistas. En este tipo de eventos es muy importante la participación directa del artista y el legado de la obra que queda en el lugar", afirma la profesora Moriamez, quien ha impartido clases en Cuba y Venezuela.
Sin haber asistido debido a una invitación para participar como jurado y conferencista en la VI Bienal Regional de Cerámica Artística de Valparaíso, organizada por la Universidad de Playa Ancha, la profesora fue invitada a la Tercera Trienal Internacional del Tile Cerámico, que fomenta la fabricación y uso del tile cerámico en la arquitectura y que se inauguró el 16 de noviembre en Santo Domingo, República Dominicana.
"Me siento tremendamente satisfecha porque siento que me ha ido bien, he logrado cosas que no tenía pensado que las iba a hacer. El que me inviten a participar fuera de Chile es algo importante para cualquier persona y muy enriquecedor", afirma la profesora Moriamez, quien agrega: "Creo que nunca voy a ir a Lituania, por ejemplo, pero haber estado con una lituana, donde había barreras de idiomas, pero no artísticas porque los elementos son comunes a todos".
Las tierras
Cecilia Moriamez no sólo lleva ropa al interior de su maleta y es por esto que la artista se siente "una traficante de tierra". Bolsas de tierra que recolecta de los destinos que ha pisado la acompañan cada vez que viaja. Es así como una gran colección de tierra de varias partes del mundo le dan vida a "Tierras de América", proyecto que ha expuesto, a través de imágenes, fuera de Chile y que da cuenta de la riqueza y diversidad de ese material que según la artista "está en todos lados, en la suela de nuestros zapatos, por ejemplo y si lo tomas y lo aprendes a querer puedes hacer obras con él".
La artista espera realizar una exposición en abril próximo en Santiago y tiene en agenda trasladarse a Argentina para participar en un encuentro de ceramistas.