En el marco de la exposición "Largo Paréntesis" que se llevó a cabo entre el 17 de Marzo y el 28 de Mayo de 2006 en la Sala de Arte Fundación Telefónica, el artista y académico del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes, profesor Eduardo Garreaud, quien no exponía de forma individual hacía quince años, se refirió en esa oportunidad a su alejamiento de la escena nacional, señalando que "no significaba estar muerto, sino más oculto".
Un año después de la inauguración de la exposición que le valió el Altazor 2007 en la categoría Artes Visuales, el académico afirma que siente, con este reconocimiento de sus pares, una "recuperación de su presencia".
"Este premio tiene algo muy significativo, ya que habla de la vigencia del artista en base a lo realizado sólo el 2006 y no de su trayectoria. Al recibir la invitación por parte de la Telefónica para exponer y al hacer la selección de mis trabajos, hice una recopilación en base a la cercanía de su gestación, abarcando los últimos cinco años de creación de mi obra, por lo que había una aproximación en la vigencia de la imagen", afirma el artista en relación a su exposición, la que estuvo compuesta por 63 obras gráficas con distintas técnicas, entre ellas, serigrafías, trabajos en planchas de cobre y litografías sobre piedras calcáreas.
La obra de Garreaud está marcada por "presencias fantasmagóricas" de obsesiones personales del artista, como las caricaturas tragicómicas, el erotismo, el absurdo, la ironía y el humor, mezclando en "Largo Paréntesis", por ejemplo, la imagen de San Sebastián con imágenes eróticas.
"Que me cataloguen como un artista rupturista es muy bajo, porque todos los artistas lo son"
"El ser humano no ha podido desprenderse de elementos atávicos, de presencias caóticas y esa son parte de las imágenes con las que estoy trabajando ahora. Para mí, el absurdo mezclado en estas situaciones eróticas, pueden contener una dosis de ironía y tal vez humor, pero son muy reveladoras de una caricatura tragicómica", explica Eduardo Garreaud.
Enfático, Garreaud se defiende al ser catalogado como un artista rupturista, afirmando que: "No hay una conciencia clara en mí de que mi obra se pueda definir así, porque ser rupturista es muy bajo, muy vago, ya que todo artista es rupturista. Yo me siento trasgresor, pero es un juego, no algo consciente e impuesto. De igual forma, ser rupturista o trasgresor, son calificaciones que no se ajustan a mi trabajo, porque son muy bajas ambas. Prefiero que se defina mi obra como algo que mueve y promueve al espectador, que puede no aceptar mi obra, porque es ahí cuando se crea un diálogo".
"Mi aproximación con los alumnos es anti académica"
Ligado hace más de treinta años a la docencia al interior de la Universidad de Chile. Eduardo Garreaud imparte actualmente la cátedra de Grabado en el Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes.
"Me defino como un docente cuestionable, porque mi aproximación con los alumnos es anti académica Entro en una conversación con ellos, donde existe flexibilidad y donde priorizo las relaciones humanas que se pueden establecer con personas que están en una etapa de aprendizaje en materias que son tan sutiles, frágiles y subjetivas, como es el arte.", explica Garreaud.
El artista agrega: "Establezco un tipo de relación que va más allá del academicismo, donde trato de enseñarles a mis alumnos cómo organizar una obra de creación, cómo poder implementar métodos de trabajo y sistematizar las imágenes. Muchas veces no cuestiono si me gusta o no la imagen, ya que prefiero detenerme en que si está bien realizada o si tiene o no un proceso de desarrollo en cuanto a una búsqueda de creación".
Eduardo Garreaud reconoce la influencia en su obra de José Balmes, Eduardo Martínez Bonatti y Alberto Pérez, integrantes del Grupo Signo. Sin embargo y categórico, deja en claro que no es discípulo de nadie.
·Tuve la suerte de tener clases con todos ellos y siento que he heredado una propuesta personal y humana frente a la realidad y que se traduce en una clara influencia de Balmes, un desenfado de Bonatti y una intelectualidad de Pérez", explica Garreaud.
El artista es claro en afirmar que no tiene pensado en montar una nueva exposición durante el corto y mediano plazo, a pesar del reconocimiento reflejado en el Altazor 2007 en la categoría Artes Visuales.
"Este premio me llega en forma muy agradable, positiva y buena. Pero no me apura para nada, ni me entusiasma, ni me produce una obsesión por tener que exponer en un tiempo relativamente corto. No me siento presionado.", concluye Garreaud.