Por su gran solidez e independencia y su aporte trascendental al desarrollo del Periodismo de Investigación fue distinguida con el Premio Nacional de Periodismo 2009, María Olivia Mönckeberg. Por su participación activa en la Reforma Educacional y su liderazgo en la creación del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, fue galardonado con el Premio Nacional de Educación 2009, Mario Leyton. Federico Assler, en tanto, fue reconocido como Premio Nacional de Artes Plásticas 2009 por la continuidad de su creación y su búsqueda incansable de nuevos sistemas de producción de obras.
Las deliberaciones se realizaron el lunes 24 de agosto en dependencias del Ministerio de Educación y contaron -entre los integrantes de los jurados correspondientes- con la participación del Rector de esta Casa de Estudios, Víctor Pérez Vera. Al respecto, la autoridad universitaria comentó que "María Olivia Mönckeberg se destacó por su dedicación y rigurosidad en el desarrollo del Periodismo de Investigación y la academia; Mario Leyton por su trabajo pionero en tareas de perfeccionamiento docente, y Federico Assler por su pasión en el manejo artístico del hormigón".
Periodismo de Investigación, formando nuevos profesionales
Con profunda emoción la periodista María Olivia Mönckeberg recibió la información de su nombramiento como Premio Nacional de Periodismo 2009, mientras impartía clases en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.
Rápidamente se trasladó a las dependencias del Ministerio de Educación para compartir su alegría con sus colegas de la prensa. Y es que ella, ésta vez, fue el centro de la noticia. "Sin duda -expresó- en esto hay un reconocimiento a la trayectoria que se hace en equipos de trabajo. Por eso, quiero dedicar el premio a todos mis amigos periodistas que han sido parte de mi camino profesional y a las nuevas generaciones que se están formando".
El galardón, desde la perspectiva de la Profesora Mönckeberg, es "un renovado estímulo" para seguir desarrollando el Periodismo de Investigación, "una línea que es dura y que no es fácil de hacer en este país, porque no están los recursos y porque hay muchos intereses en juego".
En este sentido, contó que la inquietud por la investigación "se ha volcado en libros, con un trabajo que no se va a detener", más aún si tal labor está enfocada en "defender los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión". Fue así como también recordó el caso del emblemático periodista Pepe Carrasco para que como gremio "se siga buscando la verdad y se haga justicia".
En tal marco la académica sostuvo que "ejercer, muchas veces ha sido un trabajo de jornada completa, muchas veces de horas quitadas al sueño, y de horas restadas a la familia". Costos que ella ha asumido, pues han sido parte de su "vocación periodística".
"El Periodismo de Investigación en Chile no se puede asumir como un trabajo. Requiere de mucha entrega y de motivación. Eso es algo que siempre comento a mis alumnos", aseguró, enfatizando que "recibir un premio de esta índole me hace sentir aún más responsable, con más ganas de seguir investigando qué pasa en nuestra sociedad".
A su juicio el Premio Nacional de Periodismo "es un reconocimiento al Periodismo de Investigación, a la democracia, al acceso de las personas a la comunicación". En esa línea hizo un llamado a que los periodistas que están en etapa de estudios aprendan a ser "muy rigurosos en el análisis de contextos y en su comportamiento ético, dado que éste último aspecto no puede estar separado de la calidad profesional".
La Ministra de Educación, Mónica Jiménez, en la ocasión relevó que los antecedentes de la periodista fueron analizados en profundidad "y dados su méritos, la solidez y la independencia que ha desarrollado el jurado la nombró Premio Nacional de Periodismo 2009. Ella ha hecho un aporte trascendental al Periodismo de Investigación chileno, a la defensa de los derechos de las personas y a la docencia. Actualmente está especialmente preocupada de la formación ética de los periodistas y muy comprometida e involucrada con las nuevas generaciones".
Por su parte el Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez Vera, destacó que la reunión de deliberación fue "rica intelectualmente ya que en ella se evaluaron interesantes propuestas y trayectorias". Sobre el reconocimiento relevó de la académica "su opción de vida por el Periodismo, por la búsqueda de la verdad con honestidad profesional" y sus vínculos con estudiantes en las aulas, "razón por la que el país puede estar muy orgulloso".
Faride Zerán, última galardonada, valoró que la decisión fue "por unanimidad, pues se está premiando la coherencia, la trayectoria, la independencia y la ética, elementos del quehacer periodístico presentes en alguien que sigue dedicando su vida a la investigación y a la formación de las nuevas generaciones". Integraron también el jurado Alfonso Muga, Rector de la Universidad Católica de Valparaíso, y Servet Martínez, Presidente del Instituto de Chile.
María Olivia Mönckeberg en la actualidad, es Profesora Titular en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile. Entre sus publicaciones están: "Crimen bajo Estado de Sitio" (1986); "El Saqueo de los grupos económicos al Estado de Chile" (2001); "El Imperio del Opus Dei en Chile" (2003); "La Privatización de las universidades. Una historia de dinero, poder e influencias" (2005); "El negocio de las universidades en Chile" (2007) y "Los magnates de la prensa" (2009).
Ciencias de la Educación, fortaleciendo la docencia
"Este premio lo recibo con humildad y lo dedico a los profesores de Chile, que trabajan muchas veces en condiciones deficitarias". Así el Profesor Mario Leyton compartió su galardón, expresando que "la sociedad entera debe trabajar para que se puedan formar profesores dignificados y profesionalmente capacitados para atender las complejidades del sistema educativo".
El Rector Víctor Pérez Vera sostuvo que en la figura del Profesor Leyton "hemos recogido toda una vida dedicada a dignificar la labor docente. Él nos recuerda que en las aulas es posible marcar la diferencia, en momentos en que el país coloca a la Educación en un rol crucial para su desarrollo".
La Ministra Mónica Jiménez, en tanto, explicó que el jurado se basó "en su participación activa en la Reforma Educacional iniciada en 1964. Su liderazgo en la creación del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), en el que reunió a un equipo formidable de profesionales que renovaron la experimentación y el perfeccionamiento de los profesores. También por su contribución a difundir una nueva visión del currículo, con especial atención a la evaluación formativa científica, cuyas bases siguen vigentes".
El jurado también estuvo conformado por Ernesto Schiefelbein, último galardonado; Juan Iglesias, Rector de la Universidad de Atacama; y Raúl Navarro, académico de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
Mario Leyton es un educador que ha consagrado 50 años de su vida al servicio de la educación chilena y latinoamericana. Se graduó del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile -como profesor de Historia, Geografía y Educación Cívica- en 1956 y, además, cursó estudios de Magíster y Doctorado en la Escuela de Educación de la Universidad de Chicago.
Participó en la planificación y puesta en marcha de la Reforma Educacional de los años 1964-1970 como Director de la Comisión Nacional de Currículum y Subsecretario de Educación, entre otros cargos. En la actualidad está a cargo de los programas de postgrado de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
Artes Plásticas, diversificando la creación
La Ministra de Educación, sostuvo que en esta disciplina los integrantes del jurado basaron su decisión tomando, especialmente en consideración "la continuidad en los aspectos creativos y de investigación tanto temáticos como de la búsqueda incansable de nuevos sistemas de producción de obra. Junto con ello, su infatigable labor, primero como pintor; luego como notable escultor y dibujante".
Frente al galardón, con sencillez el artista Federico Assler confesó que tiene "una pasión por el hormigón por darle forma, es un desafío. Realmente me ha sorprendido el premio que le dedico a mi hijo Benjamín que falleció y que me ayudó muchas veces en la escultura, a descubrirla tras sus moldes".
El Rector Pérez Vera manifestó, por su parte, que el hecho de que las Artes Plásticas tengan un nuevo Premio Nacional "es motivo de alegría para Chile". Valoró, asimismo, la jovialidad del artista y su capacidad de "sacar vida, sacar luz, sacar emoción del hormigón. Eso significa que hay un vínculo, una complicidad entre él y el material. Es por tanto, un maestro de generaciones y un ejemplo para el desarrollo artístico nacional".
El jurado estuvo conformado también por Guillermo Núñez, último galardonado; Juan Cancino, Rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción; y Gaspar Galaz, representante de la Academia Chilena de Bellas Artes del Instituto de Chile.
El escultor premiado nació en Santiago en 1929 y estudió Arquitectura en la Universidad Católica de Valparaíso. Posteriormente, se formó en los talleres de dibujo de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde fue alumno de Hans Zoyka. Sus primeros pasos los dió en la pintura y luego, a mediados de los años 60, se sumergió en la escultura.
Assler se ha desempeñado -en distintos cargos- como profesor de escultura y paisajismo y director del Museo de Arte Contemporáneo. Actualmente continúa creando en su taller, ubicado en la localidad del Cajón del Maipo, donde también reside.