Andrés Weintraub en Chile Va: "La vida sin pasión es una lata"

Andrés Weintraub en Chile Va: "La vida sin pasión es una lata"

Andrés Weintraub Pohorille, Director del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), comentó  distintos puntos de inflexión que ha tenido su carrera académica para convertirse hoy en un consagrado investigador de reconocimiento internacional en el área de la gestión de operaciones.  "La vida sin pasión es una lata. Tomar una profesión porque da un buen pasar, pero que no te entusiasma, vas a ser que estés muy lateado, pues gran parte de la vida se pasan en el trabajo. Lo mismo que si se van a casar, piensen ustedes que el marido o la esposa es una persona que te da lata, pero cocina bien, lleva bien la casa. ¿Se imaginan la vida así? Bueno piensen ahora en el trabajo, gano buena plata, plata segura, pero pucha qué lata. O sea de lunes a viernes estoy esperando el fin de semana" comentó el miembro de Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad.

"El consejo que yo les daría es: tomen algo que les gusta, que tengan buena capacidad, que los va a apasionar, que les va a hacer una vida interesante. Los chinos tienen un dicho, ellos no te dicen: 'que te vaya bien', ellos te dicen: 'que tengas una vida interesante'" instó Weintraub.

Causas y azares

Andrés Weintraub es Ingeniero Civil Eléctrico de la Universidad de Chile; Máster en Estadística de la University of California, Berkeley y obtuvo un Ph.D. en Investigación de Operaciones e Ingeniería Industrial en la misma universidad. Pero detrás de todos esos logros, hubo alguna vez un "mechón" universitario que se vio enfrentado a que los compañeros no querían hacer grupo con él en el laboratorio porque quemaba, sin querer, los equipos. La gestión de operaciones llegó a su vida cuando un profesor de ingeniería civil industrial le comentó que se había abierto un curso al respecto. Y ahí enfocó su motivación por las matemáticas lo que lo llevó a hacer su tesis en el área, así como partir a Estados Unidos a un Doctorado.

El segundo zoom en su vocación profesional también llegó de improviso. Una vez terminado su Ph.D. y dado que su señora es menor en edad, por lo que todavía estaba cursando su Doctorado, como gran parte de los mortales, debió buscar un empleo. A sus manos llegó una propuesta Servicio Forestal de Estados Unidos, para hacer investigación en modelos forestales y de ese modo encontró el ingrediente faltante que combina la parte teórica con la aplicación. "ese trabajo que encontré por casualidad marcó mucho toda mi vida; mi carrera ha estado enfocada muy centralmente al lado de la gestión de operaciones dedicada al área forestal y después al área de recursos naturales" comentó el académico de la Universidad de Chile.

Hacer ciencia de clase mundial

Cuando volvió como docente a la Universidad de Chile, el panorama en el ámbito de la investigación no era muy auspicioso, habían pocos recursos y en la Academia todavía no estaba tan instalada la cultura de crear nuevo conocimiento y de publicarlo en revistas especializadas de todo el mundo. "No existía Conicyt, por tanto no existía la agencia estatal para financiar investigación, por lo que, casi no existía investigación. Yo hacía porque me gustaba, pero en la Facultad era considerado como: 'qué simpático, este gallo hace investigación y publica'. No había el concepto que uno tenía que estar inserto en el mundo" explica quien fuera de la primera generación de académicos de su área que junto con la docencia, dedicaban sus horas a correr la frontera del conocimiento y comunicarlo a sus pares.

Al volver a Chile, Weintraub también continuó su trabajo con la planificación en el ámbito forestal, trabajo que le terminó por valer el Premio Edelman en 1998 junto a Rafael Espstein, reconocimiento que es como el Premio Nobel de la Gestión de Operaciones.  "Hacia el año 1990 nos llamaron porque las forestales tenían un problema con los camiones. Tú tienes que trabajar en el bosque en unos 20 lugares, en los cuales estás cortando el bosque, lo trozas y esos trozos los llevas en camiones a la planta de celulosa, al aserradero o al puerto para exportación. El asunto es que se armaban tremendos tacos". Así, los ingenieros desarrollaron un sistema a partir de un modelo que optimiza el uso de esos camiones "lo que resultó interesante es que tú ibas a una empresa que estaban trabajando con 120 camiones y si aplicabas el sistema, ocupabas 80 camiones para hacer el mismo trabajo" comentó a los jóvenes el científico.

De esa experiencia tuvo un aprendizaje que lo ha movido a seguir día a día buscando nuevas respuestas a problemas como ese. "Nosotros hacíamos por un lado métodos matemáticos bastante sofisticados, pero al mismo tiempo le estábamos cambiando la vida a la gente; porque, por ejemplo, los choferes en vez de estar 14 ó 15 horas trabajando con 4 horas de colas, bajaban esas esperas a media hora al día. Eso me entusiasmó y de alguna forma decidí que mi trabajo lo iba a orientar a cosas que tuvieran impacto importante" plantea el director del ISCI

Asumir de frente este desafío le valió codearse con grandes empresas internacionales al momento de la final del Premio Franz Edelman entregado por la Sociedad Estadounidense de Investigación de Operaciones y Ciencias de la Administración en 1998. El año anterior había viajado a husmear lo que ocurría y se llevó varias sorpresas que lo motivaron a trabajar de manera acabada una postulación a esa instancia. "Se presentan unos 40 postulantes, quedan 6 finalistas que tienen que escribir un artículo y después hacer una presentación de 45 minutos frente a un jurado de 10 personas. Quedé bastante impresionado porque las presentaciones que hacían eran tremendamente profesionales. Estaba la IBM, General Motors, American Airlines. Empresas súper importantes y nosotros chiquititos en Chile, porque en ese entonces las empresas forestales no eran tan grandes como ahora. Con esto uno se apabullaba un poco".

Al año siguiente, tomaron valor y se presentaron. "La primera celebración fue cuando nos avisaron que habíamos quedado entre los finalistas" recuerda Weintraub. "Nos preparamos enormemente. Trabajamos con una empresa de televisión y para hacer el video, un camarógrafo fue en helicóptero, colgado de la puerta, filmando cómo se veían las plantaciones y las plantas de celulosa". Cuando le avisaron que ha obtenido el máximo reconocimiento, los nervios le jugaron una mala pasada y se puso la chaqueta de un colega que tiene tres tallas más pequeñas. El imprevisto no fue un tropiezo para el primer equipo latinoamericano en ganar esta competencia "ese premio nos cambió el switch, que es un poco lo que les tiene que pasar a ustedes, nos dio una confianza de lo que hacemos acá en Chile, podemos competir con cualquiera del mundo, nos la podemos. A pesar de que hay escasez de recursos, podemos hacer desde Chile las cosas igual de bien o mejor que lo que hacen en Estados Unidos y Europa" recapitula el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas.

"Esa idea no existía en Chile. No sólo Alexis Sánchez puede estar a nivel mundial, uno desde Chile puede estar junto con toda la constelación de la gente importante en investigaciones" comenta el científico dejando ver su lado pelotero, aspecto que también profundizó desde el ámbito académico al programar desde 1995 el calendario del torneo nacional de fútbol junto a otros investigadores del ISCI.

Tener un lugar en la competencia no es sólo un asunto de "creerse el cuento", si no que tiene también un correlato con la realidad. Habiendo formado varias generaciones de ingenieros de la Universidad de Chile, el académico se da cuenta de cuánto se ha avanzado al ver que una media docena de los que fueran sus alumnos, son hoy profesores de las mejores universidades de Estados Unidos, pero entre sus proyectos está volver a hacer docencia a Chile "hoy en día podemos pensar que nuestros buenos alumnos son competitivos con los mejores del mundo. Pucha que hemos avanzado desde que yo partí. En ese entonces venía un profesor de Estados Unidos de una universidad de segunda categoría y lo mirábamos para arriba. Decíamos: 'este gallo es profesor en Estados Unidos, qué fantástico'"

Los premios son una consecuencia

Que se le haya entregado el Premio Nacional, como galardón que enfatiza trayectoria, cree que se debe en parte al Premio Edelman, sumado a que ese año lo nombraron Presidente Asociación Internacional de Gestión de Operaciones. Junto a esto, a su activo rol en abrir sendas en la investigación de alto nivel y de impacto en el país, a la vez de transformarse en "mentor" de las nuevas generaciones de especialistas en el área. "Los premios son como consecuencia. Es muy mala idea plantear tu carrera pensando en que te vas a ganar un premio. Generalmente esa gente no se lo gana. Lo que uno tiene que gozar es el camino, cuando uno va avanzando" subraya Weintraub.

Bajo esta mirada, los premios han sido triunfos, pero no es lo que hace que se despierte cada mañana "Yo diría que los eventos me han marcado son, de repente, discutir con un alumno, pasar una tarde discutiendo algo y ver cómo vas formando a alguien y van saliendo ideas. También cuando tú tenías un problema que te resultaba difícil y de a poquito vas pensando en el problema hasta que lo logras solucionar. También cuando hacemos proyectos que están teniendo un impacto en el país. Esas son las cosas que en el día a día nos van marcando de una forma muy beneficiosa. Ir a trabajar pensando: qué rico...hoy día tengo todas estas actividades y son todas buenas".

Todas estas medallas no lo distanciaron de los muchachos y muchachas que preguntaron sobre diversos temas, desde la educación pública, gratuita y de calidad, hasta cómo deben ser las enseñanzas de las matemáticas en los colegios para incentivar que surjan futuros científicos. Hubo palabras dedicadas especialmente a motivar a los participantes del Chile Va! y la invitación fue a mirar más allá de la ansiedad que sienten en esta etapa por el ingreso a la universidad.  "Ustedes son afortunados por el día que están viviendo. Es una tremenda aventura, posiblemente los mejores años de su vida son los que van a vivir en la universidad y eso tienen que aprovecharlo. Tomar una buena decisión. Combinar bien el estudiar aperrado, pero con pasarlo bien. Es la etapa que se forman, que construyen su vida futura, pero además es la etapa en que hacen los grandes amigos de la vida" sostuvo el profesor Andrés Weintraub.