IV.6.4 Sobre el debate universitario (La Época, Mayo de 1997)

"La Universidad, como cualquier organización, anida conflictos y alimenta deseos de realización. Ciertamente, existen necesidades y escasez de recursos, y se plantean dilemas en cuanto a la forma mas apropiada de encarar las políticas y satisfacer los objetivos institucionales.

Al mismo tiempo, en un ambiente en que las reglas externas (esto es, las políticas de Estado) no están explícitamente diseñadas, prevalece la sensación del navegante sin norte.

El debate sobre el sentido estratégico de la universidad, sobre su rol y su inserción en un complejo sistema, es tina cuestión de gran importancia y que debe efectuarse periódicamente, como en todas las grandes organizaciones. Ello requiere debate entre sus miembros, pluralismo, tolerancia y una actitud democrática, aceptante de las definiciones que deba adquirir el quehacer institucional.

Tal debate se basa en ideas, la materia prima que produce e insume una universidad. No valen las declaraciones agresivas, ni los slogans atractivos a las asambleas ávidas de pasión, ni las reinvidicaciones que sólo ocultan la crisis de organizaciones gremiales anquilosadas.

El debate debe girar en torno a propuestas, y contar con un ambiente de discusión que sea efectivamente democrático. La fuerza es el medio que utilizan quienes no tienen ideas; son minorías que dañan y que convierten al debate en un enfrentamiento, desfigurando el ser universitario en toda su esencia.

Sin lugar a dudas, un debate sobre los temas universitarios no puede basarse en la violencia, ni puede ser superestructural; debe proceder desde el aula y,las unidades académicas en donde diariamente conviven sus miembros. Eso constituye participación efectiva.

En la Universidad de Chile existen temas en debate, y la comunidad debe buscar incansablemente las mejores propuestas. Pero, tal debate no debe inmovilizar, ni prestar a la universidad al desprestigio de ver a sus miembros en actitudes violentas, contra las ideas, favoreciendo el desgobierno.. ¡Gran favor para otras universidades que compiten ya con muchas ventajas!

La idea de "socializar" el debate pasa, primero, por la existencia de propuestas a la comunidad, por ahora, ellas se desconocen. Se sustituye por una agenda paralela, que desgastará la institución en un debate sin sentido sobre las formas y no sobre el fondo. La comunidad universitaria debe saber que existen mecanismos institucionales y una estructura para debatir los temas; respetar las reglas del juego es un aspecto básico de la vida en comunidad. La violencia que esconde la ausencia propositiva es un signo de debilidad, favoreciendo el mayor daño que puede hacer a una ya muy sufrida institución: destruir su capacidad para debatir ideas de fondo con tolerancia y pluralismo ".

Compartir:
https://uchile.cl/u7780
Copiar