IV.7.4 Autoevaluación universitaria (La Época, Diciembre de 1996)

"Sin duda, el sistema universitario chileno deberá hacerse más y más competitivo. La nueva realidad ha impulsado la mayor competencia en los campos de la docencia y la investigación.

Las universidades bregan por obtener los mejores puntajes de ingreso, el mayor número de estudiantes posgraduados y por acceder a los fondos que esperamos crecientes de financiamiento de investigación básica y aplicada.

Hasta ahora, un esfuerzo fundamentalmente público, aunque ya aparecen fuentes privadas que pondrán en marcha líneas de investigación y de posgrado como parte del normal desenvolvimiento empresarial.

Los más negativos, ven en todo esto un síntoma del neoliberalismo aplicado a la universidad, y denuncian con horror el sometimiento del más puro ideal medieval a las frías reglas del mercado. Mirando el presente, sin embargo, tenemos que concluir en que tal proceso es saludable para la universidad, ya que será la forma de validar la calidad de su trabajo, proyectarla hacia el medio y de permitir su crecimiento en función e su gestión y relevancia.

La mayor competencia demandará una profunda revisión de la calidad y relevancia del trabajo académico.

Ello significará mejorar el trabajo de autoevaluación institucional y de evaluación académica. Significará, por ejemplo, que no puedan existir "académicos" que no hacen contribuciones como tales, o "universidades" que no lleven a cabo investigación relevante o docencia de calidad.

Implicará, también, que las preferencias de los estudiantes lleve implícita una elección por calidad, haciendo necesaria una información transparente sobre "quiénes somos " y "qué hacemos " las instituciones de educación superior Hará necesario, por último, el tener indicadores de gestión y estándares de producción universitaria que se puedan evaluar, publicar periódicamente y validar informacionalmente.

Estas cosas harán que las universidades públicas asuman su verdadero valor, y que el real peso de la calidad académica pase a desempeñar un rol crucial en la obtención de los recursos.

La gestión universitaria de hoy debe tener sentido de futuro, y debe preparara las instituciones para un examen transparente sobre la calidad y relevancia de sus funciones básicas".