IV.7.5 Reingeniería (La Época, Abril de 1997)
"Las hoy día denominadas "universidades complejas", corresponden a lo que estrictamente debe ser concebido como una entidad universitaria, es decir aquella que realiza docencia, investigación y extensión. Eso la distingue de instituciones dedicadas fundamentalmente a la docencia, contradiciendo la necesidad cada vez más evidente de ligar a la investigación con lo que enseña, si esto último ha de estar la día con los requerimientos reales. En general, la investigación y la docencia deben conjuntamente responder a las demandas del ámbito externo, cambiantes como la realidad tecnológica, social, económica, productiva.
Pero en la elaboración de una respuesta, las universidades necesitan cambiar su diseño 3, la forma en como llevan cabo su tarea. Una verdadera re ingeniería, como en el caso de la empresa, para acercar el "mando ". a las potenciales audiencias, para descentralizar la gestión y conservar el control de la misma a nivel de la autoridad central.
Una reingeniería que presuponga mecanismos participativos distintos, ya que los académicos precisan de oportunidades para comprometerse con la institución, aportar a ella, colaborar en el propósito común de evaluar y diseñar su gestión. Que también demanda instrumentos nuevos para evaluar el desempeño y ligar la remuneración al aporte efectivo en el ámbito académico y profesional. La discusión sobre este tema es urgente, ya que será la forma en que las universidades verdaderas podrán enfrentar con éxito la competencia que les imponen las otras instituciones de educación superior.
Se trata de una reforma interna tan importante como la misión de la universidad, en cuanto a espacio de reflexión y conciencia crítica, ya que una mejor respuesta a las necesidades externas permitirá rescatar el valor de contar con universidades, no sólo con instituciones de educación superior o "buenas vendedoras de proyectos.
El estricto esquema tradicional del Facultades y Departamentos, debe dar paso a uno que reconozca que el trabajo interdisciplinario es una necesidad del desarrollo universitario. Frente a un mundo de preguntas complejas e interrelacionadas, las respuestas deben combinar diversas aproximaciones; ello viene a determinar una ventaja comparativa de las universidades verdaderas, y ganar grandes economías de escala.
Por ello, en lugar de enfrentar a los organismos universitarios en la lucha por las porciones del presupuesto institucional, la autoridad debe fomentar nuevas formas de cooperación y organización, que debe surgir de un diálogo académico que hay que estimular decididamente.
Eso es verdadera reingeniería universitaria; esa es la forma en cómo las verdaderas universidades deberán enfrentar el mundo que viene; esa es la manera de promover un proyecto universitario convincente y fructífero frente a la comunidad nacional".