Historia del Estatuto de la Universidad de Chile
Conforme ha cambiado el carácter de la Universidad de Chile, se han producido modificaciones en su Estatuto orgánico.
El primer Estatuto, ley de la República que da origen a la Universidad de Chile en 1842, le confiere a la institución el rol de superintendencia de la enseñanza de todo el país.
En 1931 se produce la primera gran reforma, que le otorga a la Universidad una doble función, científica y docente.
En 1971 se decreta un nuevo Estatuto, representantivo de los principios de la Reforma Universitaria que se desarrolla durante la segunda mitad de la década de los ’60, tales como la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la libertad de cátedra, la vinculación de docencia e investigación, la inserción en la sociedad y rol de la universidad, principalmente.
Al producirse el golpe militar de 1973, muchos de los preceptos y derechos que se consagraban en él se ven conculcados de facto.
En 1981 fueron desvinculadas de la Universidad de Chile sus diez sedes regionales, la Académica de Estudios Tecnológicos y el Instituto Pedagógico. Se le impuso además un nuevo Estatuto, que reproducía las lógicas autoritarias que regían al país, omitiendo el carácter estatal, la misión y principios de la Universidad y estableciendo un gobierno universitario arbitrario.
Esta normativa no sería cambiada formalmente hasta 2006, sin embargo en este lapso se vivieron momentos emblemáticos y esperanzadores que sobrepasaron las formalidades en la Universidad y que tenían por objetivo recobrar la democracia en Chile. Recordadas son las movilizaciones de 1987 que llevó a cabo el conjunto de la comunidad universitaria en contra del "Plan racionalizador" del Rector designado José Luis Federici, que empujan a su destitución.
Algunos años más tarde, al restituirse el sistema democrático en 1990, las autoridades universitarias de la época iniciaron un proceso de normalización institucional que no incluyó la derogación de los Estatutos impuestos por la dictadura. Pese a ello, los académicos volvieron a elegir al Rector mediante votaciones.
Génesis del Estatuto vigente
En mayo de 1997 se inició un movimiento por la democratización de la Universidad y el diseño de un Proyecto de Desarrollo Estratégico, asuntos que habían quedado pendientes. Para conducir este proceso, la comunidad acordó crear una Comisión de Proyecto Institucional -compuesta por 16 académicos, 8 estudiantes y 3 funcionarios-, que convocó a un Encuentro Universitario en enero de 1998 y preparó un Referéndum Universitario que se desarrolló en abril de 1998, con segunda vuelta en 1999. Conocida la opinión de la comunidad de la Universidad de Chile, una Comisión Normativa Transitoria –compuesta por 28 académicos, 7 estudiantes, 2 funcionarios - se avocó a la compleja tarea de redactar una propuesta de nuevos Estatutos para la Universidad de Chile, durante 1999 y 2001. Finalmente, entre 2002 y 2004, la Comisión Senado Universitario –con similar composición - elaboró las políticas y estrategias de desarrollo institucional desde la perspectiva de la función normativa y abarcó otras materias que el nuevo proyecto de Estatuto contemplaba como funciones del futuro Senado Universitario.
Los principales cambios del nuevo Estatuto Orgánico, con respecto al estatuto impuesto por la dictadura, se produjeron en torno al reconocimiento de la comunidad universitaria como instancia compuesta por académicos, funcionarios y estudiantes; la separación de los poderes en la conducción de la Universidad, determinándose la función ejecutiva para Consejo Universitario –ya existente- y creándose un Senado Universitario triestamental como órgano normativo; además de instalar un Consejo de Evaluación, como superintendencia de la función evaluadora de todos los procesos universitarios.
La promulgación de esta nueva carta fundamental de la Universidad de Chile fue posible en marzo de 2006, luego de un largo proceso en el cual hubo que conseguir el respaldo del Presidente de la República para la presentación de la nueva ley ante el Congreso Nacional, el consiguiente apoyo de los parlamentarios y el visado del Contralor General de la República.
Desde aquella fecha la Casa de Estudios ha funcionado en el marco de esta institucionalidad, que contempla mecanismos para perfeccionarse y actualizarse. En apego a estas normativas es que el Senado Universitario inició en 2012 una nueva revisión y ha convocado a la Universidad de Chile a encarar en 2015 un nuevo proceso de reforma, en aras de construir una universidad pública de excelencia, integradora, moderna, participativa y comprometida con las necesidades de la nación.
En la actualidad esta es la única Universidad del Estado que no mantiene los estatutos generados en dictadura, por lo cual esta experiencia de transformación institucional, que ha destacado por su carácter participativo y espíritu dialogante y crítico y se vuelve un referente nacional en el contexto de discusión sobre reformas para el sistema de educación superior.