Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia Profesor Emérito al Honorable Senador don Enrique Silva Cimma.

Yo creo que hay algunas razones definidas para este acto, en el cual reconocemos la trayectoria y proyectamos además la permanencia de Enrique Silva Cimma en esta institución. Es por cierto, la primera razón, su trayectoria académica, de quien desde ayudante en la Escuela de Derecho a profesor de cátedra, profesor titular, Decano de la misma Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, fundador de la Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas y profesor de hecho, de esa misma Escuela donde dirige a estudiantes en sus trabajos de investigación. Un hombre con una trayectoria de vida dedicada a la universidad, una vida entera comprometida con los destinos de esta institución y eso es algo que nuestra casa de estudios debe agradecer y reconocer. En días en que el profesor universitario muchas veces es una persona que tiene un compromiso de pocas horas, en que es esencialmente alguien de paso, de unas horas al día, o unas horas a la semana, para poder comunicar lo que sabe un grupo de estudiantes. Enrique Silva Cimma es mucho más de lo que es esta institución, un compromiso fundamental, un compromiso de dedicación, un compromiso de corazón, un compromiso de tradición y lo ha hecho así durante toda su vida, desde aquel joven estudiante de la Escuela de Derecho que vendía boletos en un teatro de la calle Balmaceda para poder sustentarse hasta llegar a ser una de las mayores autoridades dentro de la propia institución.

Pero también, y al mismo tiempo, este reconocimiento se entrega al servidor público, esta institución tiene una gran diferencia en nuestra opinión con el resto del sistema, especialmente del sistema orientado por el mercado. Aquí nosotros formamos servidores públicos, aquí nosotros tratamos de inspirar en nuestros profesionales el espíritu de servicio público y ejemplos como el de Enrique Silva Cimma nos permiten seguir sustentando esa tarea hacia el futuro, porque la formación de un profesional no es solamente un tema de rentabilidad privada, es un tema de rentabilidad social, es un tema de cómo uno se compromete con los demás, porque mal que mal uno sigue siendo un privilegiado en una sociedad en que la cobertura del sistema de educación superior es todavía reducida, respecto a las grandes necesidades que manifiesta nuestra población joven. Un hombre que ha llegado a ser Contralor General de la República, uno de los sitiales más importantes, de mayor responsabilidad, en nuestra institucionalidad. Presidente del Tribunal Constitucional, desde luego, Senador de la República, ha ocupado una enorme cantidad de responsabilidades y lo ha hecho siempre con ese espíritu de generosidad, decisión, de vinculación con los temas públicos como ahora nos ha dado a conocer, que son un ejemplo para nuestra actividad universitaria. Hoy, este hombre, que es un Senador de la República, que ya tiene una trayectoria, un reconocimiento, viene aquí no simplemente a mirar hacia atrás, con un reconocimiento que premia su trayectoria, sino que nos viene a decir cuales son esos desafíos que tenemos para mirar hacia adelante, nos viene a plantear como hace ya un siglo el debate sobre la necesidad del estado social estaba presente y como ese debate todavía no lo hemos abordado convenientemente en un país que, sin embargo, disfruta de su condición de progreso y de modernidad. Pero al mismo tiempo este acto y este reconocimiento tiene también una connotación importante por ser Enrique Silva Cimma representativo de aquellas generaciones hijas de la clase media que pasaron por la educación pública, hijo de la escuela fiscal, del liceo público y de la Universidad de Chile. Él constituye también, en ese sentido, un símbolo de lo que queremos para nuestra sociedad, de lo que vemos desde esta institución como un desafío importante, que no hemos abordado convenientemente, como estos niños que llegan de provincia, que van a una escuela pública, liceo fiscal van a poder llegar a ser hoy académicos de esta institución, Decanos de esta institución, Contralor General de la República o Senador de la República. Creo que Enrique Silva Cimma representa con sus capacidades también ese mundo de oportunidades que tendría una política distinta del punto de vista del diseño del sistema educacional. Estamos también reconociendo en él eso, eso que representa para nosotros no la mirada nostálgica, sino que esa mirada que necesitamos tener hacia el futuro para que Chile sea no solo un país con gran desarrollo en materia social y en donde podamos mirar a las nuevas generaciones con orgullo y no con tristeza.

Pero es también este un acto de homenaje a un hombre bueno, a un hombre fraternal, a un hombre solidario, a un hombre tolerante, a quien ha inspirado a tantas generaciones ya sea en la Escuela de Derecho, o sea en la Escuela de Gobierno, una actitud ante la vida, la actitud de ese hombre que es como lo conocemos, el hombre afable, el hombre bonachón, el hombre de buenas palabras o el hombre que es capaz de discrepar de uno fundamentalmente, pero con respeto y con cariño; es un hombre del cual tenemos tanto que aprender y es bueno que hoy día le estemos dando este homenaje y este reconocimiento universitario a este hombre cuando hoy también estamos sabiendo esa verdad oficial tan dolorosa sobre como hemos destruido la vida, como hemos destruido a personas, como hemos sido capaces de hacer pedazos bases importantes de los pilares en los cuales se sustenta nuestra sociedad.

En estos días, es bueno dar la mirada a quienes nos han provisto este ejemplo de vocación pública, este ejemplo de dedicación a los demás, este ejemplo de fraternidad, de convencimiento, que constituye para nosotros Enrique Silva Cimma. Un Profesor Emérito de la Universidad de Chile es quien la institución decide que no se va nunca más de la universidad, porque queremos conservarlos con nosotros. Nuestros profesores eméritos constituyen en esta institución uno de los pilares fundamentales de nuestro quehacer, porque son ellos un norte al cual miramos, son ellos un norte al muchos queremos llegar, son ellos un norte que representan la realización, que representan el compromiso, que representan la dedicación al trabajo universitario y a la vinculación con el país. Por eso, junto con entregarle este grado de Profesor Emérito a Enrique Silva Cimma como un reconocimiento por estas virtudes que él tiene, por esta trayectoria que nos ha mostrado y por ese convencimiento poderoso que siempre nos han traído sus ideas, quiero entonces declararlo permanentemente presente en esta universidad. Nunca se va un gran profesor, aunque mueran, porque sus espíritus seguirán dirigiendo nuestro trabajo, inspirando nuestros principios, comprometiendo nuestra acción, Enrique Silva Cimma seguirá aquí en este Salón de Honor por siempre, muchas gracias.

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