Celebración del Día del Profesor

Me he excusado con el Gran Maestro y el señor Secretario Regional Ministerial de Educación, pues debo asistir a la entrega de los Premios Nacionales del presente año, entre los cuales hay un 90% de profesores de esta Universidad.

Pero no quería ausentarme sin darles a los Profesores y a los estudiantes una bienvenida a esta Institución. Una bienvenida a este Salón de tanta historia y tradición en la Universidad de Chile y en la cultura del país, en donde hace aproximadamente un siglo el Profesor don Valentín Letelier, nuestro insigne Rector, elaborara los fundamentos del principio de "gobernar es educar", que hiciera posteriormente lema de su gobierno el ex Decano de esta Universidad, el profesor don Pedro Aguirre Cerda, y que se transformara en la Política Pública de Chile como su inspiración única durante mucho tiempo, desgraciadamente hoy perdidos. Darles también la bienvenida a la Universidad de Chile, una Universidad que hoy trata de recuperar día a día su vocación Pública, Nacional, comprometida con los problemas del país, no una institución de Educación Superior que saque cuentas de excedentes, o que orienta sus objetivos en realizaciones financieras, sino una Universidad que nuevamente vuelva a ser un baluarte de la cultura chilena y un faro orientador en la educación puesto que este Rector cree que la Universidad de Chile debe volver a vincularse a la formación de Pedagogos y la Universidad de Chile comprometerse con la Educación Pública del país que es su mundo, es su responsabilidad y es su tarea.

Por eso quería decirles también, que la presencia de los Profesores de la Casa de Bello aquí, es siempre tan importante, porque nuestro compromiso con la Educación debe ir mucho más allá de ser los receptores de estudiantes que se forman en la Educación Media y en la Educación Básica, debe ir más allá no sólo porque esos son los materiales primarios para el trabajo formativo y de investigación de la Universidad, y que por tanto debe importarnos para mantener la calidad y los estándares de excelencia de la propia Corporación. Pero nos debe interesar más porque esta Universidad tiene una responsabilidad como un centro de reflexión sobre los problemas del país, y hemos hecho muy claro nuestro punto de vista hoy respecto al tema educativo. Creemos decididamente que debe recuperarse la dignidad del Profesor, que no hay proyecto de desarrollo para el país posible sin Profesores comprometidos con ese objetivo, con el reconocimiento que la sociedad les debe, por la transcendencia de su tarea, por la proyección en el tiempo de su actividad, por el impacto valórico, y el resultado también concreto y real de su tarea, y creemos que no es posible mantener un proyecto de desarrollo de ninguna naturaleza para un país como el nuestro si no están presentes en el país las condiciones objetivas para que exista igualdad en la Educación como el fundamento real para una mayor igualdad a nivel social por tanto es necesario hoy discriminar a favor de la Educación Pública, porque es la Educación que reciben los más pobres y desposeídos, y porque es la única manera de potenciar no solo sus habilidades productivas sino también su realización como personas y la mayor fundamentación de sus valores.

Mi generación recibió un país con una crisis que se arrastraba desde fines del siglo pasado, una situación crítica producto de un gran desequilibrio entre los desarrollos de nuestras instituciones, de nuestra Cultura y de nuestra Educación y la pobre base económica que no daba lugar a aquellas demandas y que el Profesor Aníbal Pinto sostuviera como el fundamento de la hipótesis: Chile un caso de desarrollo frustrado. Frustración que caminó y evolucionó más de medio siglo, y que el propio Pinto anunciara que iba a ser aquella, aquel desentendimiento, ese desequilibrio la base de un rompimiento institucional, libro escrito en el año 1957, por un profesor de esta Universidad Premio Nacional de Ciencias Sociales.

Que pasa hoy en Chile, hoy percibimos desde esta Casa Central exactamente el mismo problema, pero yo diría a la inversa, una economía que ha logrado cimentarse, fortalecerse, darle una gran oportunidad de crecimiento al país, pero por otro lado una Cultura, una institucionalidad y una Educación empobrecida, y ese es un desequilibrio que el país no se puede permitir, no podemos aceptar decir con orgullo que somos un país que crecemos a tasas altas con los indicadores de distribución del ingreso que prevalecen, y me atrevería a decir que sin ninguna duda ésta va a ser la fuente de mayor desequilibrio político y social, por eso la atención al problema de la Educación, la preferencia al desafío de la formación de Profesores y la observación atenta al fenómeno de la desigualdad que existe hoy entre la Educación Pública y la Privada son problemas de estrategia de país, y por eso nos preocupan, son situaciones que tienen que ver con el futuro del país y de nuestros niños, y son incertidumbres que finalmente pueden resultar en que a la nueva generación le volvamos a entregar un país con una crisis estructurada en desarrollo. Por eso junto con el saludo más fraternal a los Profesores que van a ser distinguidos, y a todos los Profesores de Chile, mis colegas quiero también ratificar el compromiso de esta institución con una Educación amplia, una Educación justa, una Educación de calidad y una Educación tolerante para el futuro de Chile y de nuestros niños.

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