Homenaje al Escritor y Político Dominicano Juan Bosch con Motivo de Cumplir 90 Años de Vida

Iniciativa, más que loable, ha sido la convocatoria a este homenaje al prestigioso humanista dominicano don Juan Bosch, con ocasión de celebrarse el nonagésimo aniversario de su nacimiento. Será esta ocasión propicia para recordar parte de su vida y poder adentrarnos en su obra señera.

Recuerdo que en uno de los patios del Liceo Miguel Luis Amunátegui, donde tuve el privilegio de estudiar, hay un busto de otro eminente dominicano, don Eugenio María de Hostos, quien fue de los primeros rectores de la añosa casona de la Avenida Portales, muy cerca de la Quinta Normal. Allí se nos inculcaron los valores del Humanismo, la enseñanza Laica, los fundamentales principios del Arte y las Letras de nuestro continente y aprendimos acerca del valor inconmensurable de la Educación Pública para provocar verdadera movilidad social. Allí, nos enteramos también que Eugenio María de Hostos, fue junto a Pedro Henríquez Ureña, de las más relevantes figuras literarias de la República Dominicana y que la publicación de su obra fue preparada y dirigida por el escritor don Juan Bosch. Fue esta la primera noticia que tuvimos del insigne ensayista que hoy nos convoca.

Cuando recordamos y exaltamos su legado, no podemos dejar de mencionar algunos datos biográficos de esta figura latinoamericana. Nacido en la ciudad de La Vega, el 30 de junio de 1909, una de sus primeras obras fue el ensayo "Indios", en donde, expresa su preocupación intelectual por la raza aborigen y los retos cruciales que ella representa y conlleva. Más tarde vendría el libro "Camino Real" y su afamada obra "La Mañosa" que lo consagró en el género novelístico continental. Más, no sólo en la literatura descolló su nombre. Su profunda vocación social la fue vaciando en la política de su país, y fue por su oratoria vibrante y anatematizadora, contra la clase latifundista, que se inició la cruda persecución en su contra, que era la persecución a las ideas lúcidas y firmes por la justicia y la libertad. A mediados de la década de los 30 ascendió al poder en República Dominicana el dictador Rafael Leonidas Trujillo, un tirano cruel y megalómano que aherrojó las libertades públicas y procedió al sistemático exterminio de sus opositores. Ello determinó que Juan Emilio Bosch Gaviño, fuera empujado a una larga diáspora, estableciéndose en Puerto Rico, luego en Cuba, donde contrajo matrimonio con la escritora Carmen Quidiello, aquí presente, hoy Presidente de la Fundación que lleva su nombre.

A partir de 1940, la obra literaria de Bosch, empieza a circular por Latinoamérica y sus cuentos admirables como "La Noche Buena de Encarnación Mendoza" y "La Mujer", son reconocidos por la crítica internacional. Simultáneamente funda el Partido Revolucionario Dominicano y, organiza abortadas expediciones contra la satrapia de Trujillo, en la que se alistaron dominicanos, en el exilio, cubanos y centroamericanos.

La década de los 50 fue consagratoria para el insigne patriota dominicano, tanto en la creación literaria, como en su actividad de agitación política. Viaja constantemente por el continente y Europa; promueve la solidaridad contra la insania represiva que ahoga a su patria. Por esos años debe trasladarse de un país a otro, pues lo buscan los sicarios de Trujillo, los cuales ya habían secuestrado y asesinado al dirigente Jesús de Galíndez. Bosch va así transformándose en una leyenda, en un verdadero ejemplo de vida por la democracia y la defensa del derecho a creer y a ejercer la verdadera libertad. Su figura se agiganta entre la juventud latinoamericana, se proyecta fuerte y gravitante en una amplia agenda de transformación y progreso.

En 1959, Juan Bosch publica el acabado ensayo "Trujillo: Causas de una Tiranía sin Ejemplo", utilizando un enfoque dialéctico para el enfrentamiento de la historia. Ya su palabra y estatura crecen en los cenáculos clandestinos y reuniones del pueblo dominicano. Su oratoria agita y conmueve a sus partidarios y con ella se inicia el desprestigio y ocaso de la cruenta gestión de Trujillo, que sólo se sostenía con la ayuda de Estados Unidos. Es también en la década de los 50, que el líder en el exilio se avecinda en Chile, el único país del continente que lo acoge luego de su égida desde Costa Rica; el humilde taller de la calle Arturo Prat Nº 104 –donde Bosch se gana la vida manteniendo baterías de automóviles- es mudo testigo de cómo el exilio forzado le engrandece más allá de la injusticia y la persecución.

Con acierto, Juan Bosch ha sido calificado como el más relevante literato dominicano y una de las más egregias figuras del relato continental. A ello se unen biografías, ensayos y discursos que corren por las arterias literarias de nuestra América. Respecto a sus cuentos apunta Bruno Candelier. "En Bosch confluye lo mejor de la tradición nacional, y aunado al acopio de técnicas de la mejor producción narrativa de la literatura universal, realiza una creación cuentística en la que proyecta nuestras raíces locales con dimensión universal".

Su obra novelística también es notable. Ya se señaló que su creación “La Mañosa” es una de las mejores en el género rural, no quedándose, como lo criollistas, en la simple descripción paisajística, sino que adentrándose en el alma de sus personajes y patentizando la realidad social de un campesinado que estaba ajeno al pan y al alfabeto. Lo mismo vale para sus libros "La Muchacha de la Guaira" o "Los Amos" en que se hace carne la inhumana situación del medio rural y, en general del sistema.

Después de un exilio de casi un cuarto de siglo, retorna a su patria en diciembre de 1962. Nunca rogó ni se hizo una víctima para ganar posiciones, sino que edificó una nutrida agenda de acciones para acceder al poder en base a su convicción. Así, inicia una campaña política de gran proyección nacional, su vida, su ejemplo y oratoria magistral se establecen en el alma de su pueblo. Es elegido Presidente de la República Dominicana en 1963 e inicia un gobierno de ambiciosas reformas. No obstante es derrocado por los militares con el apoyo del gobierno norteamericano de John F. Kennedy, en un aciago septiembre de 1963. Nuevamente marcha al ostracismo y escribe "Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana", que alentaría a la oficialidad joven de su país en el levantamiento constitucionalista de 1965. Aplastado el anhelo de libertad y democracia contenido en dicha proclama, Juan Bosch emprende una vez más el camino al exilio en ese año. Se consagra al ensayo. A su monumental obra "Bolívar y la Guerra Social", le siguen "De Cristóbal Colón a Fidel Castro" y "Composición Social Dominicana", en que desnuda las abismales diferencias entre los diferentes estratos socioeconómicos de su país. La misma tarea emprende en sus libros "Historia de la Oligarquía" y "Capitalismo, Democracia y Liberación Nacional".

El gran dominicano, se establece en Europa a fines de la década del sesenta. Escribe inagotablemente, sus ensayos doctrinarios y asedios históricos son admirados por lectores, sociólogos. Regresa a su patria en 1970 y tiene grandes discrepancias con los directivos del Partido Revolucionario Dominicano, quienes no escuchan sus planteamientos progresistas y modernizadores. Así, renuncia a esa organización y funda el Partido de la Liberación Dominicana. Paralelamente lleva a cabo una brillante tarea periodística en "La Vanguardia del Pueblo", periódico combativo en el que vierte todos sus anhelos de reivindicación social.

Un líder de su talla, tiene que ser sujeto de errores y omisiones. No se trata de un caudillo impoluto o infalible y se le reprochan ciertos desaciertos que se explican por la situación real que enfrentó; no fue el más pragmático, pero sí de los más honestos. Por ello es reconocido por su pueblo, por ello tantos homenajes en su honor y, por esto estamos aquí, brindándole nuestro recuerdo y admiración con ocasión de sus florecientes, ricos y fértiles noventa años. Saludo su ejemplo, su calidad de líder humanista, su herencia literaria y, por sobretodo, su lucha que es y será paradigma para nuestros pueblos. Para la Universidad de Chile, que le acogió brevemente durante su exilio, es un honor muy grande el poder ser partícipe de este homenaje, así permitiéndonos ratificar nuestro carácter de entidad Humanista, y de vocación profundamente Libertaria. La donación de sus obras que materializara doña Carmen hace pocos días, ha puesto en nuestra Biblioteca Central no solo el legado escrito de Juan Bosch, sino también su espíritu y gran fuerza que servirá de inspiración a nuestra tarea, y dará ejemplo vivido y sólido a tanto joven que hoy dice necesita respirar nuevos aires que permitan reconstruir los valores permanentes de la Democracia y el Progreso con Justicia.

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