Discurso Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Seminario Educación y Cultura INAP

Estamos reunidos aquí en la Universidad de Chile, para discutir sobre un tema que es singularmente importante, que es esencialmente educación y el cambio en nuestra sociedad. Quiero recordar de mis viejos estudios en pedagogía que la noción de educación era, en cierto sentido, una noción estática. Educación se entendía como una manera de socializar y de incorporarse a algo que era un poquito rígido e inmóvil en el tiempo, que era nuestra sociedad, nuestra tecnología, nuestra cultura. Y, por lo tanto, veíamos a esa realidad un tanto estática, de cambio lento, en palabras de Braudel. La cual la educación debía preparar individuos, personas, para poder desempeñarse adecuadamente en ese modelo de sociedad de cambio lento.

Las cosas han cambiado de una manera muy radical. Esta sociedad de cambio lento es hoy una sociedad de cambio vertiginoso, en muy distintos aspectos en la tecnología obviamente, pero también en la cultura. También en la forma de las organizaciones, y también en los retos que presentan fenómenos como el de la globalización. Entonces hoy quizás el tema no es tanto preparar individuos para adscribirse a una sociedad que evoluciona dentro de parámetros relativamente de baja movilidad o de baja dinámica, sino que preparar individuos para adaptarse permanentemente al cambio y eso evidentemente representa para la educación un desafío muy importante. Cuando se gradúan estudiantes en la universidad, nosotros tenemos hoy por costumbre decirle que lamentamos mucho informarles que todo aquello que adquirieron donde los pasados cinco años probablemente les va a servir muy poco, pero lo único que les va a servir mucho es haberles preparado su mente y su disposición para adaptarse a una dinámica de la cual tendrán que ser protagonistas y egresados de esta universidad y esperamos que líderes.

Y, evidentemente, lo que se discute acá tiene que ver con un tema no sólo del diseño adecuado de los currículos por lo cual las discusiones tanto de política como de diseño de especialistas han sido y son tremendamente profundas y han llevado a una serie de soluciones más o menos discutibles, pero en definitiva el tema de currículo es uno. El tema de la formación de los profesores es otro. Profesores que hoy día se enfrentan a una realidad que es bastante compleja, porque normalmente esos estudiantes tienen más información que la que tienen los profesores mismos sobre los temas que hay que abordar en la clase. En la universidad eso se traduce de una manera mucho más dramática, pero ciertamente, a nivel de la enseñanza media y básica hoy el profesor ya no puede ser el pasador de materia que fue en el pasado, sino que tiene que ser un líder que conduzca la investigación, la construcción de preguntas y evidentemente eso requiere la formación de un personal docente con una visión distinta del mundo.

Pero lo tercero tiene que ver con otros retos relacionados con nuestro cambio cultural y son los retos de calidad y de equidad. Creo que todavía no sabemos bien definir calidad en educación y me parece que eso es uno de los temas que estará en el centro de la discusión en varios de los paneles que están programados. Pero el tema aquí es un tema serio, es un tema de accesibilidad, es un tema de igualdad de oportunidades, es un tema de política pública. Y creo que todos los que hemos hablado de calidad y de la necesidad de introducir mayores medidas de equidad en el sistema educativo de los países en desarrollo principalmente, hemos fallado en las indicaciones políticas que tengan un sentido y una perspectiva real en un mundo de la política que no está preocupado de los resultados de largo plazo, sino que está enfatizando principalmente los resultados de corto plazo. Y creo que ese es uno de los retos más importante que enfrentan hoy día los sistemas educativos, las políticas educacionales en el mundo.

De manera que estos temas que convocan están aquí puestos en el marco precisamente de los sentidos que adquiere la educación en medio del cambio cultural y desde luego el cambio que tiene que ver también con la tecnología, con la organización social, los grandes desafíos que enfrenta hoy nuestro sistema y la enseñanza a todos los niveles. Pero tiene también un apellido que es muy importante, que es cultivar la humanidad y a mí me parece que ese apellido probablemente debe ser el titular principal de un seminario como éste, porque discutir sobre el sentido de la educación hoy tiene mucho que ver con proteger ese enfoque humanista que la educación no debe perder, que ha perdido y ya se ha debilitado la discusión de valores, muchas veces considerada una cosa añeja, controvertida o simplemente difícil, pero sin embargo, sigue siendo uno de los elementos centrales que tanto echamos de menos en el sistema educacional de nuestro país, al menos, y en la realidad latinoamericana en general.

De manera que el cultivo de la humanidad es quizás, el factor que debe servir para darle una cohesión a todos los paneles de discusiones y presentaciones que se harán en esta jornada, en este encuentro. El cultivo de la humanidad es precisamente el elemento que implica de alguna forma el sentido de la educación en medio del cambio y creo que eso hace del intercambio que ocurrirá durante el día una discusión relevante e importante. Pero a mí me gustaría reseñar también que esta sea una discusión que tenga un sentido de oficio.

Muchas veces en estas reuniones en las que todos nosotros siempre hemos participado, estas discusiones culminan en una buena publicación, pero muchas veces queda poco de la receta para poder efectivamente llevarla a donde debe llevarse, a la escuela, a la sala de clases, a los ministerios de educación, donde deben empezar a cambiar permanentemente muchas cosas. Y, por lo tanto, a mí me gustaría desear teniendo sobre todo la compañía de estas tres personas que están acá, que están y han estado relacionadas íntimamente con el tema de la política educacional, que el resultado de estas discusiones hoy sea una forma de desabrochar nuestros cerebros como decían los revolucionarios franceses en la época del 60 para poder no sólo entender los problemas que estamos enfrentando, los desafíos que tenemos, sino que también tener una visión proactiva que nos permita construir políticas mejores.

Quiero entonces agradecer nuevamente la presencia de nuestros tres panelistas y voy a ofrecerle a cada uno de ellos la palabra para que intervengan en esta discusión inicial. Cada uno de ellos tiene aproximadamente unos 15 minutos para poder mantenernos dentro de los rangos de tiempo, que está dentro del programa. Voy a seguir el orden que a mí se me ha dado, que no tiene probablemente ninguna justificación sino la aleatoria y en primer lugar le voy a ofrecer la palabra a don José Weinstein, Ministro de Cultura, ex Subsecretario de Educación de Chile, y por cierto, egresado de la Universidad de Chile.

Muchas gracias.

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