Discurso Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Homenaje a Coro Sinfónico

Hay homenajes que se formulan por un compromiso ritual, quizás por una costumbre, quizás muchas veces por obligaciones de tipo social, de tipo comunicacional, pero que son homenajes que en el fondo cumplen con lo superficial y no lo profundo. Este homenaje no corresponde a uno de esos; se hace como un reconocimiento, uno más desde la universidad, desde la Facultad de Artes a su Coro, al Coro universitario. Y es porque el Coro universitario es mucho más que una agrupación de gente que se reúne a ejecutar su talento, que es un patrimonio de la institución, un patrimonio que se ha desarrollado con historia, con esfuerzo, con dedicación, desde luego con mucho talento a lo largo de sus 60 años. Se originó no en tiempos fáciles para un Coro, era la década del 40, un período en el cual emergían en la Universidad de Chile muchas iniciativas, empezaban a madurar varias facultades e institutos recién creados, estaba ya entrando en vigencia el proyecto del Hospital Clínico de la universidad, y además la universidad tenía ya en desarrollo el proyecto de alcanzar a las regiones del país.

Había muchas cosas que estaban haciéndose, pero el Rector Juvenal Hernández se dio cuenta que había que cumplir con una de las afirmaciones fundamentales de Andrés Bello, en el discurso inaugural de la Universidad de Chile, cuando expresó que en la universidad todas las verdades se tocan y Andrés Bello quiso decir con esto que la universidad requería equilibrio, porque la universidad era una misión, era una tarea, en la cual correspondía no sólo desarrollar la ciencia, las humanidades, o sino también las artes. Y así como creció el Coro, en paralelo creció la Orquesta Sinfónica de Chile, el Teatro Nacional, fueron esfuerzos en paralelo e importantes, que además se agregaron del Ballet Nacional Chileno. O sea aquí hubo una formulación completa de una visión universitaria y el Coro pasó a ser entonces no una cosa segundaria, marginal dentro del cuerpo universitario de las actividades, sino que la central al proyecto universitario que se generaba en la década 40, que construyó la gran Universidad de Chile, que posteriormente vimos florecer en los 50 y en los 60.

De manera que este homenaje al Coro tiene que ver con una parte integrante muy importante de la institución; tiene que ver con un patrimonio de la institución y porque además, como se ha señalado, el Coro es un ejemplo de dedicación, es un ejemplo de compromiso, de voluntad, de generosidad. Palabras que, hoy empiezan a escasear en nuestro vocabulario, cuando lo que prevalece es conocer el precio de todo, pero el valor de nada y el Coro en su vida y en su existencia ha profundizado el ejercicio de un valor. Es el valor de la entrega por una causa, por un sueño, por una idea, por un compromiso y por una historia; ese es el Coro que homenajeamos hoy día.

A veces hay tantos con los cuales me encuentro, profesionales destacados, políticos, hombres de empresa, que alguna vez estuvieron en el Coro y esa marca que les dejó el Coro en el corazón, me han dicho que nunca han podido olvidar, porque es una marca indeleble. El Coro es un lugar de encuentro, un lugar de convivencia, un lugar de alegría, un lugar de compartir; no es simplemente un grupo que se junta a cantar, es un grupo que se dedica a construir permanentemente la institución que son y es por eso que son tan queridos en la universidad, porque son efectivamente un grupo universitario, porque ellos representan lo que debe ser la universidad, encuentro, compromiso, sentido de futuro, generosidad, entrega.

Por eso, querido Coro, estar aquí hoy, no es por venir a cumplir, es por venir a entregar el mensaje desde el corazón mismo de la universidad, con un gracias enorme por lo que ustedes hacen, porque ustedes son además un buen ejemplo para lo que hoy día tratamos de hacer en nuestros propios profesionales que deben entender que la vida no es solamente ganar más, sino que también sentir un poco de alegría cuando uno hace algo y es recompensado con cariño y con aplausos.

La vida y ustedes nos han enseñado eso; que es no sólo mirar hacia atrás, sino que mirar hacia el futuro y el Coro tiene siempre esa mirada hacia el futuro, porque está organizado, preparado para recibir siempre a las nuevas generaciones y hacer convivir las generaciones muy distintas, que vienen de campos disciplinarios muy diversos y que sienten de manera muy diferente respecto a todo, pero que los une una sola cosa, el cariño por lo que hacen y el compromiso con la institución. Por eso su gracia es enorme, porque también es un ejemplo en ese campo de lo que debe ser una diversidad, un lugar de encuentro, donde lo que importan son las ideas, donde lo que importa es la calidad.

Y hoy, cuando universidad se le llama a cualquier cosa que tenga alumnos en salas de clases y cobran en la entrada y en la salida, hoy día es importante recordar que universidad también significa un corazón fuerte, un compromiso fuerte con lo que uno cree, con las ideas, con la potencia de las ideas y con la capacidad de poder confrontarlas con otros.

Ustedes nos enseñan mucho de eso, ustedes construyen de eso todo el día; ustedes son un ejemplo brillante para la universidad y es por eso que creo que este homenaje es merecido y los próximos 60 homenajes que van a tener en los años que vienen también van a ser muy merecidos. Los que podamos estar, vamos a estar, por cierto, para darles el abrazo que corresponde. Muchas gracias.

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