Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Clausura de los Cursos de Capacitación en que participaron familiares de funcionarios de la Universidad
Esta es una actividad poco usual en una Universidad, consistente en que las familias vengan hasta acá para recibir una certificación de una capacitación que ha ocurrido en la Universidad. Pese a ser inusual especialmente por quienes piensan que las universidades son un negocio, ésta debe ser una parte importante de la actividad universitaria, sobre todo en una Universidad como ésta, que privilegia los principios de humanismo y los principios de comunidad universitaria en el desarrollo de sus tareas.
Nuestro himno dice que aquí somos una comunidad de egresados, de maestros y de estudiantes y, por cierto, que cuando hablamos de egresados, de maestros y de estudiantes, hablamos de todos quienes dedicamos nuestro tiempo, nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, a la institución y también de todos quienes nos acompañan en esas tareas. Son miembros de la comunidad universitaria, no sólo quienes somos actualmente funcionarios o académicos o estudiantes en las distintas instancias, sino también quienes son nuestras familias. Y la gran familia de la Universidad de Chile siempre se cuenta con aquellos que están directamente en la Universidad, como con aquellos que están indirectamente en la Universidad. Pero, por cierto, eso alguien puede decir, eso es una buena declaración, pero entonces para que eso sea más de verdad, creo que estas actividades de entregarle capacitación a nuestros familiares son muy importantes para incorporarlos de verdad, entonces, a la Universidad de Chile.
Y, entonces, quiero decirles que eso nos satisface doblemente. Primero, porque la Universidad está prestando una capacitación que es útil, que es importante porque, como muy bien se ha destacado, hoy la vida del trabajo es difícil, requiere permanente actualización y nosotros queremos cumplir un rol en esa situación, pero también esto es importante porque ahora de verdad ustedes pasan a ser hijos de la Universidad de Chile. Aquí todo aquel que obtiene un grado, un título, un diploma, habiendo completado una obligación en la institución, ha pasado, entonces, a ser hijo de la institución y esta es una institución que tiene miles y miles de hijos.
Y quiero recordarles que la tarea más importante para un hijo de esta casa es saber quererla, saber respetarla y saber defenderla, porque eso ha permitido que la Universidad de Chile esté aquí por más de 160 años y es su número de hijos, pero sobre todo la calidad de hijos e hijas, que esta institución tiene, permitirá que exista Universidad de Chile por los próximos 160 años también. De manera que bienvenidos, como hijos de la Universidad, una vez que reciban su diploma y, desde luego como siempre, bienvenidos a nuestros corazones porque ustedes son parte de la familia universitaria.
Muchas gracias y mucha suerte.