Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración de la XVI Versión de los Temporales Teatrales Internacionales de Puerto Montt.

Es por séptima vez que estamos en este Salón de Honor para inaugurar los Temporales Teatrales desde Santiago, producto de aquel año 1999 cuando nosotros adherimos a aquello que ya venía  desde siete años antes, surgiendo e incubándose en Puerto Montt como una actividad que las autoridades locales acariciaban y acarician como un proyecto y una realización de significativa proyección.

Muchos se preguntaron y se preguntan quizás hoy día por qué en Puerto Montt, por qué no ocurren estas cosas en Santiago durante el invierno o por qué no se hace en algunas otras ciudades que por decreto han sido nombradas capitales de la cultura o capital de algo. Y la respuesta, creo yo, es que esto se hace en Puerto Montt porque allí surgió, producto del empeño y del compromiso de un grupo de personas, varios de ellas vinculados a la Universidad de Chile, tradicional y emocionalmente, como Mauricio de la Parra, quien ha sido uno de los motores de esta actividad por años.

Y surge también en Puerto Montt, porque al mismo tiempo de existir el calor de este grupo de personas que decide impulsar el teatro, también cuentan con el apoyo de autoridades, como quien hoy día es el Alcalde y otrora fue también el Intendente. Donde el ha estado, ha estado apoyando con firmeza y con decisión  algo que se ha sostenido en el tiempo precisamente porque existe ese apoyo, pero también porque existe naturalmente la convocatoria humana, el grupo humano, el grupo de teatro de la Municipalidad de Puerto Montt, quienes han sido sustancialmente los generadores de una actividad que a todos nos sorprende.

También muchos se preguntaron y probablemente se preguntan por qué la Universidad de Chile, por que no otra institución. Y la razón es, en primer lugar, por esta vinculación emocional con gente que ha estado relacionada históricamente con este proyecto, pero también porque ésta es una Universidad nacional y pública. Nosotros no somos una empresa que saca cuentas, y que al final de la línea, dependiendo de los rojos o de los azules, toma decisiones. Aquí en la Universidad prima también la importancia de las cosas que hay que hacer, porque tienen un efecto multiplicador importante, porque tienen una llegada a la gente joven, porque llega a una región en donde se desarrolla todo esto, pero además se desarrollan otras actividades en las cuales la Universidad está comprometida.

Porque la Universidad es, justamente, como su nombre lo dice y para quienes se puedan olvidar, la Universidad de Chile. Por lo tanto, una Universidad de Chile que está comprometida con trabajos de investigación en muchas zonas y regiones del país, que también está comprometida con el arte y la cultura donde haya que apoyar al arte y la cultura. Por eso tomamos la decisión de apoyar con todo lo que podamos estas jornadas teatrales que se realizan anualmente en medio de la lluvia y del frío, pero también en medio del calor tremendo que proporciona la convicción de que aquí se trata de un proyecto de los artistas, del público, de la gente y de las autoridades, todas las cuales luchan para sacarlo adelante y mantenerlo como lo que es: una evidencia de que en regiones también hay actividad cultural significativa e importante que requiere mucho más apoyo probablemente de lo que nosotros somos capaces de darle.

Yo soy de los más sorprendidos cada vez que en Puerto Montt vivo por durante algunos días esta experiencia de teatro. Cuando he sido testigo no sólo de una Sala Diego Rivera que se llena de gente para ver teatro, sino que también cómo se tiene que tomar una decisión ahí mismo, a última hora, para poder hacer entonces una nueva presentación y poder atender al público que quedó fuera esperando. Esa es una experiencia extraordinaria,  cuando uno ve, además, que el público es, en su gran mayoría, gente joven. Caramba que importante es esto en una sociedad en la cual no le damos respaldo suficiente ni oportunidades adecuadas a nuestros jóvenes. Pero le abrimos las puertas del teatro para que vayan también allí con otros a soñar, a imaginar, a querer, a apreciar esa manifestación cultural que está ahí en el escenario. Es un espectáculo extraordinario, y cada vez que un grupo de teatro va a una comuna pequeña, en la región, es evidentemente una ocasión que convoca a una gran cantidad de gente y, por lo tanto, uno concluye se está haciendo una obra de extraordinaria importancia, una obra de gran proyección, con un gran efecto multiplicador en otras actividades, como la propia educación, que se desarrolla en tantas entidades de la región y en Puerto Montt, especialmente.

Por eso estar aquí, ahora por séptima vez, en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, el lugar que esta Universidad privilegia para sus grandes momentos, y desde aquí lanzar los Temporales Teatrales en su nueva jornada el año 2005, es un motivo de satisfacción para la Universidad de Chile. Porque así estamos cumpliendo con nuestra misión que tiene que ver con proyectar el arte, la cultura y el conocimiento a Chile y lo hacemos con una gran convicción. Y en este caso lo hacemos con un extraordinario compromiso, con el compromiso de seguir adelante apoyando ese trabajo tan entusiasta que he podido apreciar en múltiples dimensiones del grupo de teatro de la Municipalidad de Puerto Montt, quienes con esfuerzo, con tremendo cariño y muchas veces con un gran sacrificio realizan arte para la región y arte también para Chile. Y nos sentimos orgullosos de eso y apoyarlo es parte importante de lo que tiene que hacer esta institución que está destinada a proteger justamente el capital cultural de la nación.

De manera, señor Alcalde, que ésta no es para nosotros una actividad más de las tantas que ocurren en éste histórico sitio. Para nosotros, es un evento  que implica un compromiso que tiene que ver con muchos de los que participan estamos en las actividades que se realizan con motivo de los Temporales Teatrales. Y como lo he dicho otras veces, habrá viento, habrá lluvia, habrá frío, pero ese corazón ardiente de los artistas sobre el escenario que llevan arte y sentimiento a la gente es algo que no podrá pagar ningún fenómeno climático y nosotros nos preocuparemos de mantener esa llama ardiendo por muchos años. Muchas gracias.                

 

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