Como un modo de responder al llamado que el estallido social realizó a la clase política y a la academia, la publicación "Chile despertó. Lecturas desde la Historia del estallido social de octubre", se propone este fenómeno socialdesde la Historia. “Es un texto que está dirigido a los movimientos sociales y a la ciudadanía que busca una respuesta, una explicación, un fundamento a su malestar”, explicó el profesor Mauricio Folchi, editor de la publicación.
¿Por qué una lectura desde la Historia? Porque un estallido social de esta magnitud representa una crisis de ciertos procesos históricos y de ciertas estructuras formadas históricamente. Por lo mismo, “el estallido es en sí mismo un hecho histórico, que nace con ese estatuto, lo cual no es frecuente. No es frecuente que un hecho tenga conciencia de que va a quedar en la historia, antes de que las y los historiadores lo decidan así. En este sentido hay un llamado a que como historiadoras e historiadores nos pronunciemos sobre esa ruptura, sobre esta crisis y sobre lo que representa en perspectiva histórica. Tratar de entender todos esos elementos que constituyen la fractura; cuándo se gestaron, cómo y por qué”, señaló el profesor Folchi.
Con esta necesidad es que se convocó a las y los académicos del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile a escribir un ensayo desde su propia óptica, enfocándose algunos en los asuntos políticos, en el pacto económico-social y otros también en temas como el movimiento ambiental o las reivindicaciones de los pueblos originarios que también son parte de este estallido.
"Estos y otros temas nosotros los hemos visto expresándose desde hace bastante tiempo y han suscitado una convergencia de fuerzas, las que coincidieron en el estallido. Cada uno de nosotros venía siguiendo y analizando estas problemáticas por separado. El estallido social nos sentó a todas y todos en la misma mesa", indicó el editor.
Apelando a la Historia
Respecto de la apelación a la Historia emergida durante las movilizaciones se hacen cargo Sergio Grez y Cristián Guerrero. El primero examina críticamente la tradición constitucional chilena, la radicación de la soberanía y el ejercicio del poder constituyente. El segundo hace un repaso de los orígenes históricos de los cabildos, el cual puede ser inspirador para los actuales. José Luis Martínez, en tanto analiza la suerte corrida durante el estallido social por las estatuas de distintos personajes históricos, viendo en ello una disputa callejera por el relato de la historia nacional.
Las crisis planteó numerosas interrogantes respecto a su origen y motivaciones que la clase política —sorprendida y perpleja— ha sido incapaz de responder. La chispa que precipitó el estallido social fue una decisión “técnica” tomada por un panel de expertos. Este hecho lleva a Carlos Sanhueza a preguntarse cuál es el rol que debe cumplir este tipo de actores en un sistema democrático. ¿Quiénes eran los que estaban en la calle protestando masivamente? ¿Cómo puede haber más gente protestando que pobres en las estadísticas? Contra todo pronóstico, la que protestaba era la clase media, un verdadero acertijo para el gobierno.
Por su parte, el ensayo de Azun Candina nos ayuda a comprender el malestar y la acción política de ese segmento social. Lo mismo hace Mario Matus, analizando el peso que tiene la desigualdad del ingreso en el descontento de la ciudadanía.
La perplejidad del gobierno frente al estallido social fue canalizada mediante la represión. Lo que no se comprende, se ataca. La consigna del “nunca más” que alguna vez creímos que sería sagrada en democracia, se disolvió en cuestión de horas. Carla Peñaloza analiza esta dolorosa constatación y sus causas.
La crisis a la que asistimos es de enorme profundidad. No se trata solo de demandas sociales insatisfechas (salarios, pensiones, salud, transporte, etc.), sino de la incapacidad del sistema político para advertir y procesar esas demandas de manera adecuada y oportuna. Por ello, Pablo Artaza reflexiona sobre este punto, analizando la articulación entre el sistema político y la sociedad durante post-dictadura. Una reflexión complementaria hace Javier Esteve, comparando los casos de Chile y España, que han vivido estallidos sociales semejantes asociados a la disolución de los pactos de la transición.
La movilización social y la necesidad de un nuevo pacto social abarcan muchos problemas que han sido motivo de conflicto y movilización durante décadas en nuestro país. Aquí se recogen dos de ellos. José Manuel Zavala se pregunta qué elementos se deben tener presentes para incorporar a los pueblos originarios en nuevo orden político. Mauricio Folchi nos recuerda que las luchas ambientales que se han producido en el país durante los últimos años son luchas sociales que ponen en evidencia la injusticia que caracteriza a nuestro orden económico y político.