Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia distinción Doctor Honoris Causa al Prof. Etienne Guyon.
Esta universidad no entrega muy frecuentemente el grado Doctor Honoris Causa. Tratamos de ser una universidad de jerarquía académica y, por lo tanto, somos también muy cuidadosos en seleccionar aquellos que se integran al grado de Doctor Honoris Causa en la institución. Y nos hemos sentido particularmente gratos de esta propuesta formulada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, con el nombre del profesor Guyon, para otorgarle este grado, decisión que el Consejo Universitario tomó por la unanimidad de sus miembros. Y es, posible que pocos, en el Consejo, pueden entender acerca de los secretos de la física o de la física no lineal o de la optimización, pero sí sabemos entender lo que es un currículo académico.
Creo que además de los merecimientos técnicos que bien ha destacado Fernando Lund y no me corresponde a mí hacerlo, hay dos elementos que fluyen en la prolongada y significativa carrera académica de nuestro Doctor Honoris Causa. Primero, lo que también ha destacado Fernando Lund, la dirección que por 10 años ha desarrollado en una institución que tiene una enorme trascendencia más allá de las disciplinas, porque es, evidentemente, una de las grandes instituciones de educación superior en el mundo. Y por cierto, quien ha ocupado y la ha conducido por una década es evidentemente una persona que, aparte de sus merecimientos o del conocimiento científico y con la investigación, tiene también la capacidad de conducción, la capacidad de liderazgo, la capacidad de organización que se necesita para proyectar una institución como ésa y como él lo ha hecho en el tiempo.
Pero hay un segundo elemento, que es justamente su interés, su vocación su trabajo en museología. Muchas veces he escuchado la crítica a los cientistas que dejan su arte para el grupo selecto de los cientistas y su creación no trasciende esas barreras, porque están las revistas especializadas, porque están los seminarios nacionales, porque está, de alguna manera, convirtiéndose en un conocimiento enclaustrado en el ámbito del cultivo científico respectivo. Y no está preocupado de cultivar y de desarrollar los museos de ciencia, o como se llame en otras partes, museos de ciencia y tecnología.
Lo que hacen es llevar ese conocimiento a los niños y a los jóvenes y, por lo tanto, tienden a proyectar hacia la sociedad lo que es producto de la investigación científica muchas veces aislada de este concepto social. Parece que ese es un trabajo importante y es un trabajo maravilloso y es por lo demás un trabajo que permite ir más allá del puro conocimiento, permite desarrollar la imaginación, permite desarrollar el ánimo de preguntar y el ánimo de investigar en los niños; eso, como sabemos, tiene un enorme influencia en la capacidad de aprender no solo ciencia, sino que aprender para la vida.
Por lo tanto, yo creo, profesor Guyon, que su contribución en este ámbito es notable que venga un científico de su jerarquía y tiene una influencia en la educación de las próximas generaciones que probablemente todavía no podemos evaluar en su dimensión. De manera que nosotros nos sentimos tremendamente honrados de que usted haya aceptado esta distinción, porque es la distinción a un académico de una sólida carrera, es la distinción a un líder conductor del mundo académico universitario y porque además es también la distinción a quien ha logrado proyectar su conocimiento más allá de la propia frontera profesional.
Es por eso que nos sentimos en el Consejo Universitario tremendamente agradecidos de esta propuesta de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; nos sentimos muy honrados por tenerlos acá, queremos también expresarle nuestro agradecimiento por su colaboración con nuestro Centro de Investigación en Materiales que, como usted sabe, es un proyecto de grandes dimensiones, es un proyecto de grandes proporciones y que queremos proyectar y consolidar y su ayuda en eso ha sido muy fundamental. De manera que quiero agradecer a usted su presencia acá, el haber aceptado este Doctorado Honoris Causa. Quiero decirle bienvenido, entonces, a la Universidad de Chile y quiero agradecerles a todos ustedes que hayan estado con nosotros esta tarde. Muchas gracias.