La primera vez que Nicolás Bustos (25 años) tuvo que atender a pacientes con COVID-19 ocurrió en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, en octubre de 2020. Fue en su internado de Urgencia. “Está el miedo de ir o no, pero es nuestra responsabilidad estar ahí. Igual lo conversábamos con los doctores antes, y nos decían ‘chiquillos si llega un paciente Covid uno tiene que ir, tiene que asumir’ y, bueno por suerte, nadie se contagió de los que estábamos pasantes con pacientes”, recuerda Bustos, quien cursa 6° año de Medicina.
Nicolás en los últimos meses también ha colaborado en el Hospital del Salvador y, actualmente, en el Hospital San Juan de Dios, en el área de pediatría. Sostiene que “está el miedo, el temor normal de llevar el virus a la casa. Y uno, como interno que vive con gente, se tiene que aislar, y estar en internado y aislado también es todo un tema”, asegura el joven que reconoce que no han sido meses fáciles, pero que ha sido una experiencia que le aportará en su formación como médico.
Lo que más lamenta es no tener contacto directo con sus pacientes. “En el Hospital El Salvador estuve 3 meses en Medicina Interna. Uno como interno, en tiempos sin pandemia logra una gran cercanía con sus pacientes, y el hecho de tener que colocarse Elementos de Protección Personal (EPP) a cada rato por cada paciente, aunque no tenga COVID, marca una lejanía y el contacto con el paciente no es el mismo, esa cercanía la extrañé mucho”, afirma.
También dice que “las mismas visitas antes se hacían en la cama del paciente, y si había algo lo conversábamos ahí, y ahora todas esas cosas las excluimos. Ahora estamos viviendo tipos de docencia distintos, cosas para las que uno no está habituado, y la lejanía con el paciente en esta carrera me ha costado”, agrega.
¿Qué rescatarías de toda esta experiencia? “Para mí tiene cosas positivas y negativas. Por ejemplo, estar en tiempos de pandemia igual si uno lo piensa puede ser una oportunidad, porque uno es referente médico para la familia, para los amigos, entonces uno tiene que estar siempre actualizándose, siempre estar como haciéndose responsable de lo que va a decir a sus cercanos, y eso ya es una responsabilidad que tiene que tener súper en mente. Además, durante el internado uno tiene la posibilidad de ver pacientes COVID-19, que es una patología interesante desde el punto de vista del manejo ventilatorio, y nos permite exponernos a cosas que uno generalmente no se expone y aprender de ventilación mecánica, intubación, etc. Eso es como viéndole el lado positivo”, responde.
Respecto a lo negativo, añade que “está todo reestructurado de forma distinta, y eso nos ha jugado en contra a nosotros como internos en distintos sentidos. Por ejemplo, que el internado sea más corto, que en los policlínicos haya menos pacientes, que no tengamos las mismas actividades de atención primaria de salud (APS). Por ejemplo, en pediatría no tenemos rotación por APS porque los Cesfam no están haciendo atención de control de niño sano, entonces son cosas que no tenemos y que tendremos por nuestra cuenta que ponernos al día. Con todos estos estos cambios podría haber un impacto negativo en nuestra formación”, sostiene.
Ximena Aguilera: “Es interesante sentir que se puede ayudar"
La estudiante de 7° año de Medicina de la U. de Chile, Ximena Aguilera (27 años), ha estado participando y colaborando desde distintas plataformas en la contención de la pandemia. Primero, trabajando en la unidad de revalidación, dependiente del Decanato de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, en la revalidación de títulos profesionales de médicos, tanto chilenos como extranjeros, y así proporcionarles el examen práctico, ECOE.
También trabajó en el equipo del doctor Miguel O’Ryan, académico de la Facultad de Medicina que ha liderado el estudio en fase 3 de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson, específicamente en la sistematización de antecedentes de los voluntarios y voluntarias. “Mi misión era pasar de una base de datos a otra la información, y ahí registrar qué enfermedades han tenido los voluntarios, qué medicamentos ocupan diariamente, o qué síntomas han presentado en relación al COVID-19. Eso lo estuve haciendo mientras yo estaba en mi practica de medicina interna”, relata.
Adicionalmente, desde octubre de 2020, ha estado realizando su práctica profesional en el Hospital Clínico de la U. de Chile. “Este 2021 he visto pacientes COVID-19. Al principio, reconozco que venía muy asustada porque me imaginé así como las cosas de las películas, pero después estando acá no. El uso de Elementos de Protección Personal (EPP) es demasiado necesario para prevenir las infecciones, y prueba de eso es que he tenido cerca a personas con COVID y no me he contagiado”, asegura la joven. Aguilera explica que lo que está realizando hoy, “es parte de la práctica, en medicina interna, pediatría y las especialidades médicas que son urgencia y urología. Ahí he tenido que lidiar con pacientes contagiados”.
¿Cómo evalúas tu experiencia en pandemia? Sobre su formación, la estudiante asegura que “la verdad es que no me siento al debe porque he visto todo tipo de pacientes, no solo COVID-19”. Y, agrega que “ver los casos en vivo y en directo ayuda a aprender mejor. Pero, no lo veo como algo negativo. Es interesante sentir que se puede ayudar”.