La Universidad de Chile dio otro paso en su compromiso con la divulgación y protección patrimonial, esta vez con la obtención de la calidad de Monumento Histórico Nacional de los 325 negativos de la histórica exposición fotográfica “Rostro de Chile”. Inaugurada en 1960, la muestra recorrió diferentes ciudades y once países, y se constituyó gracias al trabajo del equipo del Laboratorio de Fotografía y Microfilm del plantel universitario, integrado por Antonio Quintana, Roberto Montandón, Mario Guillard y Domingo Ulloa, además de algunos fotógrafos invitados, que hoy es uno de los acervos más valiosos y referentes de esta disciplina a nivel nacional.
Esta misma vocación de puesta en valor patrimonial motivó la muestra homónima inaugurada este martes 5 de diciembre en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la U. de Chile, donde el proyecto vuelve a su materialidad física con una selección de 120 fotografías ampliadas a gran tamaño, tal como la muestra original, además de tres imágenes panorámicas de 7 metros de extensión, y otros recursos como recortes de prensa, documentación del proceso creativo de la exposición, y material digital, incluyendo las fotografías que hoy están custodiadas por la Universidad de Chile.
"El trabajo realizado hace más de seis décadas por este equipo de artistas de la fotografía nos dejó no solo una obra valiosa, sino también una forma de crear y conocer, esa que es colectiva y que es grandiosa en la sobriedad, y también en la humildad, que se piensa siempre menos importante de lo que se retrata", expresó la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés. La máxima autoridad universitaria agregó que, "como proyecto desplegado en el tiempo, es un ejemplo de integralidad, que para existir requirió de investigación, de creación, de extensión, de vinculación con el medio físico y social, aportando a la formación en la medida en que la exhibición también es una obra abierta a la construcción de sentido y a recrear su sentido en la interacción".
Por su parte, Daniel Cruz, director del Museo de Arte Contemporáneo, afirmó que “en este proyecto se cruzan hitos y acciones que dejan patente cuál es nuestro rol como museo universitario: el afán colectivo, la urgencia de identificarnos, el esfuerzo de desplegar y conectar nuestras realidades, la búsqueda de nuevas referencias, la construcción de un corpus visual con un imaginario inédito, por nombrar algunos. Es por esto que aproximarnos hoy a la envergadura de la propuesta original es comprender los desafíos a los cuales sus autores se enfrentaron, reafirmando la contemporaneidad de un proyecto que invitamos a recorrer y releer”.
Para Alejandra Araya, académica del Departamento de Ciencias Históricas y coordinadora del proyecto, “una fotografía no es cualquier imagen”, especialmente en el caso de este proyecto, para el cual invitó a los públicos “a ir en contra de los tiempos y girar libremente sobre nuestro propio eje reencontrándonos con nuestro Rostro de Chile”.
Un proceso en curso
Fue en la inauguración de la muestra que, además, se presentó públicamente la donación del archivo personal de Antonio Quintana, compuesto por documentos laborales, anotaciones, recortes de prensa -compiladas en seis carpetas- y la entrega para restauración de 85 fotografías ampliadas por el mismo fotógrafo. Dicho material será custodiado por el Archivo Central Andrés Bello, equipo que también estará a cargo de su evaluación, catalogación, restauración y puesta en valor para su próxima divulgación.
“Nuestro padre siempre nos inculcó que teníamos que cuidar estas fotografías porque eran de una persona muy importante. Por lo tanto, siempre tuvimos conciencia de que no eran cualquier cosa”, señala el pedagogo Rodrigo Magnere sobre este acervo custodiado por su familia, cuyo padre fue contador de Antonio Quintana. Por este mismo valor patrimonial y simbólico, detalla Pablo Magnere, decidieron donarlo a la Universidad: “espiritualmente sentimos la tranquilidad de que el material ha llegado al lugar donde corresponde que debiera estar, junto con darle la posibilidad de que sea socializado con más generaciones”.
Parte de este acervo se sumó a Rostro de Chile en el MAC, específicamente un documento manuscrito de Antonio Quintana y la ampliación, a cargo del mismo autor, de la icónica fotografía de las manos de pampino, misma imagen que es portada del libro que recoge la historia de búsqueda y reconstrucción de esta exposición que ha desarrollado el núcleo patrimonial de la U. de Chile, publicación disponible de forma gratuita en formato digital, que fue lanzada el año 2021.
Esta información es valiosa y única, según relata Andrea Durán, encargada de la Colección Archivo Fotográfico del Archivo Central Andrés Bello y parte del equipo detrás de este proyecto, dado que “la peculiaridad de una imagen ampliada por él, implica aproximarnos a su forma de ver”. La ampliación es “como cada persona que lee un poema, que va a depender de la entonación cómo se siente ese poema. En el caso de la ampliación fotográfica, la persona lo que hace es que imprime su propia intención. Entonces, es la propia proyección de la imagen que él capturó con la cámara proyectada en un papel fotográfico”.
Rostro de Chile. Exposición de la Universidad de Chile / 1960, puede visitarse hasta el 21 de enero en MAC Parque Forestal, de martes a domingo, entre las 11:00 y las 17:30 hrs. Entrada liberada.
Participaron de esta cita cultural la prorrectora Alejandra Mizala; el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Pilar Barba; la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy; el decano de la Facultad de Artes, Fernando Carrasco; el diputado Hernán Palma; la embajadora de Hungría, Edit Bucsi-Szabó; la embajadora de Alemania, Irmgard Maria Fellner; además de familiares de los fotógrafos a cargo del Rostro de Chile, y representantes del mundo cultural y académico.