Como cada cuatro años desde 1996, este 26 y 27 de octubre, las comunas y regiones de todo el país elegirán a sus alcaldes y gobernadores. Este año, la elección estará marcada por la participación obligatoria de un padrón de 15.545.300 votantes, 600.000 más que en los comicios anteriores.
Sin embargo, con la instauración del voto obligatorio, se espera una mayor participación en comparación con las elecciones de 2021, en las que, según datos del Servel, votaron 6.468.000 personas, lo que representó solo el 43% del padrón electoral de ese momento.
Al respecto, María Cristina Escudero, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, señala que el universo electoral para estos comicios está concentrado principalmente en la Región Metropolitana y está encabezada por mujeres. “52% son mujeres y 48% son hombres. La Región Metropolitana tiene por supuesto la mayor cantidad de personas habilitadas para votar con alrededor de 6 millones de ciudadanos y ciudadanas”, detalla Escudero.
Otras de las regiones que agrupa a gran parte del padrón electoral del país son Valparaíso con 1 millón 600 mil votantes y Biobío con 1 millón 300 mil electores aproximadamente. Sin embargo, aunque es posible reconocer al votante a nivel demográfico, para el académico e investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, Octavio Avendaño, su comportamiento será muy diferente e impredecible al de elecciones anteriores.
Según indica el doctor en Ciencia Política, hay bastante incertidumbre en torno a cómo se expresará este aumento de electores en los resultados de los comicios. Desde esa perspectiva, Avendaño pronostica una merma de votantes por parte del oficialismo y la oposición, siendo esta ultima la más perjudicada.
“Hay una merma, pero relativamente leve y el oficialismo va a mantener alcaldías más o menos importantes cómo Maipú, Ñuñoa y es probable que también se retenga Santiago Centro. Pero en los bastiones de la derecha, es muy probable que sufran una merma del apoyo electoral, que ocasione algún desliz en alcaldías u otros cargos de representación”, advierte el académico del Departamento de Sociología U. de Chile.
Frente a este escenario, Avendaño prevé un mejor desempeño por parte de candidatos independientes o anti partidistas. Una situación que se explica por la disminución de votantes del periodo previo al retorno a la democracia, cuyo voto era más tradicional y fiel a un determinado grupo político. “Ese segmento ha venido disminuyendo con el transcurso de los años y comienza a adquirir más relevancia el segmento juvenil, que no tiene ninguna relación con los eventos electorales que fueron muy relevantes en el contexto del proceso de transición”, afirma el sociólogo.
Por ello, el escenario actual ve el ascenso de un votante más volátil y que según describe Avendaño proviene de sectores de bajos ingresos que se considera despolitizado a nivel de preferencias. “Probablemente este segmento se incline por candidaturas independientes y se deje atraer por caudillos locales, independiente incluso de su posición política”, explica el investigador.
El caso del votante extranjero
Como señala el Artículo 14 de la Constitución Política, los extranjeros avecindados en Chile por más de cinco años pueden participar de las elecciones en este país. Actualmente son alrededor de 750 mil extranjeros habilitados para votar, lo que representa un 5% del padrón electoral total.
Un grupo que como señala la académica de la Facultad de Gobierno, María Cristina Escudero, resulta clave para elecciones de carácter presidencial pero que en el caso municipal es más difusa su injerencia en los resultados. “Estas elecciones son más bien territoriales, entonces al estar repartidos por el territorio es difícil señalar que una comunidad de extranjeros va a decidir la elección”, aclara Escudero.
Respecto a los países de estos votantes, la académica señala que Perú encabeza el electorado con 191.384 peruanos habilitados para votar, lo sigue Venezuela con 174.000, Colombia con 95.000 y finalmente Haití con 76.000 haitianos aproximadamente. Al respecto, Avendaño considera que factores que enfrentan como seguridad, estabilidad y el tratar de insertarse en la sociedad chilena, dan a estos votos un carácter conservador.
“Sobre todo en el caso de los migrantes venezolanos, hay una suerte de inclinación a las opciones que podríamos considerar más conservadoras e incluso más radicales de derecha por parte de estos sectores”, destaca el académico.
Sin embargo, Escudero plantea que es necesario mirar los diferentes escenarios políticos que existen en cada país y que no necesariamente coinciden con la situación de nuestro país. “La política chilena es muy distinta a la política de los países de origen, eso no se puede proyectar necesariamente aquí adentro” puntualiza la académica de la Facultad de Gobierno.