Ejes temáticos
Género y feminismos
La recuperación de genealogías perdidas, la puesta en valor de obras que cayeron en el olvido, la multiplicación de las voces actuales que desafían el canon; todo aquello es el resultado de un trabajo sistemático, persistente y a contrapelo de las inercias patriarcales que, de la mano de enormes movilizaciones internacionales, han vuelto a convertir al feminismo y el problema del género en cuestiones ineludibles.
Género y feminismos es el amplio abanico que reúne la porfía de aquellas que cruzaron y cruzan fronteras, simbólicas y materiales, para afirmar el derecho a pensar y hacer, a tomar y habitar la palabra y la propia voz. Repasaremos biografías de aquellas notables que quedaron inscritas en los libros de historia, en el mismo gesto en que buscaremos poner en entredicho este lugar de la "única", para mostrar cómo allí donde vemos protagonistas con claros contornos, la historia nos muestra más bien lo difuso de la acción invisible de cientos de miles que, en gestos cotidianos de resistencia, han ido ampliando las trayectorias posibles de las que vendrán.
Educación en DD. HH. y cultura de paz
La educación que se propone la tarea de construir los cimientos de una sociedad fundada en el reconocimiento y la protección de la dignidad humana, es una educación que impulsa las condiciones para una cultura de la paz. Ese es el compromiso de nuestras respectivas casas de estudio: propiciar una formación y una labor de extensión con un profundo compromiso con la democracia y la garantía de los derechos humanos.
Un compromiso como ese es el que nos lleva a darle un lugar fundamental a la memoria: la memoria del terrorismo de Estado para que "nunca más" de la mano de políticas de verdad, justicia y reparación, y una memoria de los lazos de solidaridad y resistencia que unen la historia de nuestros países en los tiempos de dictadura. Es el mismo compromiso el que nos subraya que las violaciones a los derechos humanos y la violencia de Estado no son cuestiones del pasado: aún hoy no sabemos dónde están, aún hoy hay desaparecidas y desaparecidos que seguimos buscando, aún hoy se cometen genocidios que hacen más urgente que nunca esa voz común que reafirme el pacto civilizatorio que nos hemos dado.
Industrias culturales y creativas
Los vínculos de los pueblos de Chile y México proliferan y se multiplican, corriendo por canales impensados que tiñen de mexicanidad a nuestras prácticas culturales y que le dan a Chile un lugar en la patria grande mexicana. Rancheras que suenan en las radios rurales del campo chileno; cines de provincia que alimentaron con la filmografía mexicana la constelación imaginaria de anteriores generaciones; chilenas y chilenos que han encontrado en México el espacio necesario para desarrollar su arte y crecer, lanzando al mundo su música, su cine, su arte gráfico o incluso su humor para todas las edades.
Aquí exploramos las industrias culturales y creativas, sus contagios y lo que ha representado la infraestructura cultural mexicana para el desarrollo creativo de diversos países del cono sur, y especialmente para Chile.
Tierra en movimiento
La tierra y el paisaje no como el telón de fondo calmo y bucólico de nuestra vida social, sino como una fuerza viva que nos sacude, nos interpela, nos llama, nos abre los cielos para explorarlos, y le da su forma a los pueblos que la habitamos. Esa fuerza telúrica y esa potencia territorial tienen en común Chile y México.
Las formas en que hemos lidiado con esa cualidad, la memoria del habitar que se ha tornado, desde mito y práctica cultural, hasta legislación, saber técnico y constructivo, saber colectivo sobre la resiliencia ante la catástrofe y el desastre socionatural y potencia extraordinaria para un conocimiento del paisaje inmediato y estelar. Todas esas posibilidades de la particularidad que tienen los territorios que habitamos son lo que aquí recogemos.
América Latina: ayer y hoy
Desde el punto más nortino hasta el extremo más austral, México y Chile constituyen los terminales de una región que es una entidad política e histórica por sí misma: América Latina, sueño de libertadores, terreno de una identidad compartida construida a punta de luchas comunes por la independencia y lazos de solidaridad entre pueblos. ¿Cómo pensar hoy esta región, que ayer fue el lugar común desde el cual mirar nuestras trayectorias nacionales y proyectar una imagen posible del desarrollo compartido?
Quizás desde los conflictos y crisis que compartimos y el impacto diferencial que la economía global le impone a nuestros países y sus economías extractivistas: crisis medioambientales, la profunda desigualdad económica y social, la migración forzada que desplaza a cientos de miles de habitantes y nos pone frente a una de las crisis humanitaria más severas de nuestra historia. Pero quizás también desde los debates pendientes: el problema del desarrollo, lo que esa palabra puede nombrar hoy, y la necesidad abierta de que construir una respuesta compartida a los desafíos comunes de nuestro tiempo.
Pueblos indígenas: mestizajes y culturas originarias
La humanidad ha habitado estos territorios desde mucho antes de sus contemporáneas fronteras e identidades nacionales. Los pueblos y naciones que hasta el día de hoy conforman la particularidad de la geografía humana de América Latina, donde se multiplican las lenguas, los modos de vida, sus formas de ver el mundo y su relaciones con la tierra y el territorio.
Solo en México, 68 lenguas indígenas son reconocidas por el Estado, en tanto en Chile, siete de ellas perviven; su permanencia y revitalización hace posible la coexistencia de mundos simbólicos, memorias, sonoridades, posibilidades de ser de la humanidad: la lengua es un campo de vida y resistencia.
Esta larga lucha de los pueblos y naciones indígenas por la existencia es una historia de conflicto tensionado entre dinámicas de integración y autonomía. Es una lucha que convoca, al mismo tiempo, experiencias creadoras e intercambios; ejercicios de traducción y escritura, disputas por la palabra y por la identidad.