Siete años después de su deceso y pocos días antes de que se cumplan 100 años de su natalicio, la autobiografía Compañera Ana González (Ediciones B, 2025) trae de regreso la voz de la reconocida activista por los derechos humanos y figura clave de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Su historia se vio profundamente marcada por la desaparición de su esposo Manuel, dos de sus hijos y su nuera embarazada, todos ellos víctimas de la represión política de la dictadura.
Esa historia, el curso que tomó su vida luego de esa tragedia, pero también la vida que antecedió a esos hechos es relatada en el libro, una autobiografía hasta ahora inédita y escrita de su propia mano, donde la historia política se entrelaza con la memoria íntima. En él, Ana González les devuelve la vida a los suyos y los presenta desde su rica humanidad.
"Me encanta escribir sobre Manuel y mi familia. El encanto radica en sacarlos de las pancartas y darles vida. Ellos no fueron siempre una fotografía como usted los identifica. En este testimonio de vida quiero que usted los conozca tal como eran: seres sencillos y simples, solo seres humanos, nada más", dice en las páginas de este libro que funciona como legado y como testimonio de memoria.
"Hay personas que, por su vida extraordinaria, su valentía y su grandeza de espíritu llegan a representar por sí mismas países o continentes", señaló la Rectora Rosa Devés en el lanzamiento, al que concurrió en representación de la Universidad de Chile. "Ana González de Recabarren es una de esas figuras para Chile: es de esas personas que representan a su país en lo más profundamente humano para, desde ahí, oponerse a lo más oscuro. Su identidad encarna a millones de personas, no porque un decreto o una elección le haya otorgado el poder de representación, sino porque ha sido capaz de ampliar su humanidad hasta habitar en los demás, guiando y alumbrando aún en la negra noche”, agregó.
“Es por eso que esta Universidad –que se llama ‘de Chile’, que nunca debe dejar de esforzarse para hacer honor a su nombre– le rinde homenaje. Ana González de Chile, tu ejemplo es guía para nosotros en nuestra tarea educativa”, mencionó. En el libro, Ana González recuerda precisamente su paso por la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, una experiencia que marcaría su trayectoria política y que la llevaría por “un camino de militancia que daría, en sus propias palabras, un vuelco en 180 grados a su joven vida”, relató la Rectora Devés.
La presencia de la Universidad de Chile se alinea con el compromiso adquirido en 2023, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado: educar para la democracia y los derechos humanos. “Tu vida es cimiento y es pilar de una educación fundada en valores, que busca formar personas íntegras comprometidas con su tiempo y con su pueblo, una educación que debe ser terreno fértil para la formación de vínculos y la búsqueda de sentido", apuntó la Rectora Devés.
La autobiografía fue presentada en la Corporación Cultural de Recoleta, hasta donde llegó Ricardo Recabarren, hijo de Ana González radicado en Canadá. “Hoy no estoy aquí sólo como hijo: estoy aquí como testigo. Testigo de una mujer que eligió no rendirse, que convirtió su dolor en fuerza colectiva. Mi madre, Ana González de Recabarren, no buscó convertirse en símbolo, no quiso ser heroína: le arrancaron a sus hijos, a su nuera embarazada, a su compañero de vida, y sin embargo, eligió levantarse. Desde el 11 de septiembre de 1973, y aún más desde abril de 1976, nuestra familia se quebró por la violencia del Estado que desaparecía personas como quien borra un nombre de un papel. Pero ella entendió algo que hoy debemos recordar: que el olvido es la forma más cruel de la muerte”, dijo.
Con él trajo un retrato realizado por Victoria Díaz en 2016: la imagen de Ana González en su cocina-escritorio, rodeada de hojas, tomando algunas en la mano. Es una postal del tiempo en que escribió esta autobiografía a mano, en una serie de relatos que luego fueron mecanografiados por diferentes colaboradores de la activista. Esa es la historia que recordó el escritor Horacio Pino Sanhueza, quien formó parte del conversatorio que se estableció para presentar el libro. Junto a él estuvieron la Premio Nacional de Periodismo y autora de “La Conjura. Los mil y un días del Golpe”, Mónica González, y el psicólogo y activista por los derechos humanos, Gustavo Gatica. La conversación fue moderada por el alcalde de Recoleta, Fares Jadue.
"En medio del horror de los asesinatos, de los detenidos desaparecidos, de las quemas de huesos, de tirar cuerpos al mar, hubo un grupo de gente que salió a luchar dando la cara para exigir que sus seres queridos volvieran. Y esa historia, que no siempre se cuenta, aquí está muy bien retratada. Si no hubiera sido por ese grupo de mujeres y hombres, nunca habríamos sabido la verdad. Ellos salieron a las calles, recorrieron oficinas de la dictadura, recorrieron cárceles, hospitales psiquiátricos, fueron por todo el país, y si no fuera por ese tipo de radicalidad y la solidaridad, no sabríamos la verdad y no tendríamos democracia, por imperfecta que sea", expresó Mónica González.
La ceremonia también contó con dos emotivos momentos musicales: la obertura fue realizada por el cantautor Manuel García, quien entonó un pequeño repertorio que incluyó “Palomita de mar”, canción escrita para Ana González. Luego, para cerrar, se presentó el grupo Chankaka, conformado por siete estudiantes del Instituto Nacional de entre 13 y 16 años. Con solemnidad, los alumnos compartieron que cinco de ellos tienen familias víctimas de desapariciones forzadas en Hornos de Lonquén y en la Operación Colombo.
El testimonio de Ana González de Recabarren fue clave en distintos momentos históricos, incluyendo juicios contra responsables de crímenes de lesa humanidad. Conocida por su elocuencia, su fuerza moral y su firme compromiso con los derechos humanos, Ana murió en 2018, sin haber encontrado justicia completa para su familia, pero dejando un legado profundo en la memoria y la conciencia del país.