Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Lanzamiento del Nº 15, VI Serie, de Anales de la Universidad de Chile.

Bueno, yo quiero manifestar mi satisfacción, no sólo porque se ha cumplido el plazo que se había comprometido para la publicación de este número 15, sino también porque en realidad con esto no sólo se da lugar al ceremonial habitual de presentación de una revista académica, sino que más bien, y en forma más profunda, creo que con esto se valora y se proyecta lo que efectivamente constituye un factor fundamental en la vida de la Universidad de Chile.

No es sólo ésta una revista académica que es la más antigua de habla hispana, la más antigua de Latinoamérica, una de las más antiguas del mundo, sino que también, durante toda su vida, ha sido en el fondo un resumen de la vida institucional. Se trasluce en ella que, cuando uno examina como yo alguna vez lo hice en mis tiempos de estudiante de historia, los números antiguos de Anales, se percibe la historia de vida de la Universidad de Chile, en sus tareas fundamentalmente educadoras, en sus tareas de administración, en su gestión, pero también en su tarea académica, porque ahí muchas veces están las contribuciones más importantes que han hecho nuestros académicos en los campos de las artes, de la literatura, de la historia y de la ciencia.

De manera que efectivamente "Anales" constituye el mástil de esta embarcación. Embarcación a la que me referí en mi discurso inaugural como Rector y que aseguré que ésta era una barca sublime en la cual todos teníamos una gran responsabilidad no sólo respecto a su flotar, sino que también respecto a la dirección que debe adquirir y a los puertos a los cuales quiere llegar. Y efectivamente en esa alegoría, es "Anales" una columna vertebral muy importante, es un conductor y un guía muy importante que hacia el futuro seguirá resumiendo lo que aquí se hace y cómo se proyecta hacia los tiempos. Desgraciadamente no son, hoy día, los tiempos cuando "Anales" debe constituirse en un instrumento para analizar los avatares de la educación pública, como fue en sus inicios y en sus comienzos. Pero creo que algo tenemos que rescatar de esa tarea. Yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo en la Institución para que "Anales" se convierta también no sólo en esa brújula que orienta hacia el puerto deseado, sino también en el barómetro que le tome un poco el sabor a estas condiciones que hoy día prevalecen en Chile respecto a su educación y de la cual nosotros tenemos que sentirnos principalmente responsables, de una manera u otra.

De manera que yo creo que hay un gran destino para que "Anales" no sea solamente hacia el futuro, el depósito del trabajo académico y el depósito de la experiencia del trabajo universitario, sino que también sea una guía, una voz, una opinión que evalúe y que proponga respecto a los temas de educación que tanto nos importan, que están a la raíz de nuestros problemas como nación. Pero también, querámoslo o no, están a la raíz de nuestros problemas como universidad. De manera que yo junto con felicitar por este número 15 y agradecer a quienes han estado envueltos en esto, desde luego a la Vicerrectora (1) y a don Manuel Dannemann (2), pero también al profesor Sapag (3), al profesor Merino (4), al profesor Jofré (5), al profesor Hidalgo (6), los nombro de acuerdo a su ubicación en esta Sala, por este esfuerzo. Pero yo creo que este esfuerzo tenemos que proyectarlo más allá. Convirtamos a "Anales" en un lugar de debate, de análisis serio, objetivo y de propuestas sobre la educación chilena. Hagamos un esfuerzo para que nuevamente la universidad vuelva a pensar en ese tema que es tan importante una vez más; y para decirle al país que, mal que mal, cuando uno tiene una revista académica, que tiene más de 150 años de vida, bueno, algo tendrá que decir respecto de lo que está pasando, por lo menos en la perspectiva del tiempo, por lo menos en la perspectiva de la propuesta. Yo creo que nosotros como universidad nos merecemos esa responsabilidad y que el país necesita también que desde la elaboración académica, como la Universidad de Chile debe hacerlo, haga propuestas vigorosas, importantes, basadas en un diagnóstico objetivo respecto a lo que pasa con nuestra educación. Y para mostrar, una vez más, que nosotros no estamos en esta competencia plana, que nosotros no tenemos este problema de estas nuevas casas que se arriendan para instalar instituciones de enseñanza. Nosotros estamos en otra cuestión, nosotros somos unas de las mejores 500 universidades del mundo y estamos en la responsabilidad de seguir siendo, guste o no, una conciencia de verdad respecto a los problemas del país, particularmente respecto a los problemas de la educación en todos los niveles. Y creo que "Anales" debe seguir siendo una contribución valorable, importante, de impacto en esa dimensión. Y creo que muchos estaremos, con entusiasmo, dispuestos a colaborar para que "Anales" vuelva a ser y siga siendo, como lo ha sido a lo largo de su historia, justamente ese mástil fuerte, pero que nos obliga a navegar con vientos sólidos hacia los puertos que buscamos, que no es otra cosa que la realización plena de nuestro trabajo universitario por el bienestar del país.

Muchas gracias a todos ustedes por acompañarnos.

 

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Notas
1. Profesora Cecilia Sepúlveda, Vicerrectora de Asuntos Académicos.
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2. Profesor Manuel Dannemann, Director del Archivo Central.
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3. Profesor Mario Sapag, Miembro del Comité Editor de "Anales".
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4. Profesor Luis Merino, Director del Centro de Extensión Artístico y Cultural, miembro del Comité Editor de "Anales".
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5. Profesor Manuel Jofré, académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades, miembro del Comité Editor de "Anales".
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6.

Profesor Jorge Hidalgo, Director de Postgrado, miembro del Comité Editor de "Anales".
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