Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Firma de Convenio entre la Universidad de Chile y el Internado Nacional Barros Arana.

No puedo, como humanista y como Rector de una universidad que promueve y defiende el humanismo, dejar de expresar en el inicio de mis palabras la pena y el rechazo que hoy día despierta en la humanidad ese atentado brutal en España que ha cobrado vidas numerosas, y que muestra sobre todo a los más jóvenes que el camino de la intolerancia, el camino del egoísmo, el camino del anti humanismo es sólo eso, el pronóstico de muerte, el pronóstico de fundamentalismos, de fanatismos, de persecuciones que la humanidad no ha logrado aislar ni eliminar, a pesar de que nos decimos civilizados y todos los días en todas partes damos muestra de la más cruenta in civilización para vergüenza de la historia y para vergüenza hacia el futuro.

Y no podemos dejar de recordar tampoco cuán importante es una educación de verdad para que nuestras sociedades tengan seres humanos de verdad. Cuán importante es no olvidarnos que la educación no es solamente la entrega mecánica de conocimientos, habilidades y destrezas, mientras se deja de lado la formación más integral, más fundamental, que es la valórica y es la que nos permite entendernos los unos a los otros. Este Internado ha dado en el tiempo un ejemplo de aquello, porque a este Internado tradicionalmente llegaron los hijos de las clases más acomodadas, pero también los hijos de los más pobres, y llegaban del sur y del norte y se les proveía aquí una oportunidad para dar ese salto social que finalmente es lo que permite imbricar las aspiraciones de la sociedad como un conjunto y no solamente un sistema que funciona para darle oportunidades y éxitos a algunos y pospone hacia el futuro a muchos otros que son precisamente quienes no tienen las ventajas, los recursos, las oportunidades que la sociedad debe brindarles. Este Internado fue siempre y debe seguir siendo siempre la fuente de oportunidades para una clase media que necesita progresar sobre la base del éxito de sus niños. Ha sido eso también en la historia la Universidad de Chile, el Instituto Nacional y también todas las instituciones de educación pública, porque la educación pública fue creada y desarrollada para darle oportunidades a tanto joven, a tanto niño que con esfuerzo, con posesión de capacidades, muchas veces sin los recursos, podía dar ese salto social que muchos de nosotros -y no me equivoco al decir que todos los que estamos en esta mesa- dimos, gracias a la educación pública y a las oportunidades que nos dio la sociedad chilena, y que hoy día están prohibidas para tantos.

Por eso creemos que este convenio es importante, nosotros nos hemos dado la mano con el Instituto Nacional y trabajamos juntos en muchas cosas, en muchas tareas, y hoy día nos damos la mano con el Internado Nacional Barros Arana y seremos una trilogía con gran potencia para mostrar que la educación pública es un proyecto viable y es un proyecto necesario, y este acuerdo es eso, por encima de sus formalidades; lo que implica nuestro compromiso de trabajar juntos, porque queremos que de este Internado salga en el futuro, quizás, otro Premio Nacional como José Maza (1), distinguido académico de nuestra Universidad, Premio Nacional de Ciencias, miembro del Consejo Universitario, estudiante de este colegio, y que haya en el futuro muchos otros que lleguen a ser prorrectores o rectores de la Universidad de Chile, vicerrectores de ella, distinguidas autoridades como el Prof. Bruno Muñoz (2), egresado de este colegio, miembro del Senado Académico de la Universidad.

Pero desgraciadamente lo que vemos (como lo dije en una entrevista que se publica en ese libro tan lindo que publicó el Internado hace poco sobre su historia) es que quienes venimos de la educación pública iremos desapareciendo, para que entonces seamos sustituidos solamente por aquellos que fruto de sus recursos pudieron obtener esa buena educación. Nosotros queremos asegurar para el futuro del país una buena educación para todos, y lo que podamos hacer como Universidad, con las otras universidades estatales y los colegios públicos de Chile, lo seguiremos haciendo con fuerza y con convencimiento, para que Chile tenga una educación pública que cumpla con su rol: el rol de dar oportunidades, el rol de promover la movilidad social, y el rol por sobre todo de educar en el espíritu del bien común, no educar en el espíritu de que cada uno se bata sólo con sus propias uñas, porque hay otros a quienes tender la mano, siempre hay otros a quienes ayudar. El nuestro es un país pobre, con muchos éxitos, pero es un país pobre, es un país dominado todavía por enormes desigualdades y es un país, por lo tanto, que no puede preciarse de tener una educación justa en circunstancias que muchos reciben efectivamente educación, pero de mala calidad, y otros reciben una buena educación y eso constituye una injusticia insostenible en el tiempo; la fuente de todo tipo de desequilibrios, la amargura hacia el futuro. Nosotros queremos combatir eso y este convenio que hemos firmado representa nuestro esfuerzo y nuestro compromiso, como instituciones de educación pública, pero por lo demás como instituciones con tradición de institución pública, nacional, comprometida con los grandes objetivos educacionales, de sacar adelante el proyecto de una buena educación para todos; eso es lo que queremos, eso es lo que queremos firmar hoy día y empujar.

Al finalizar diré algo que no debo dejar de decirlo. Un ex Presidente de la República -egresado del Instituto Nacional por cierto-, don Pedro Aguirre Cerda, realizó su tarea de gobierno bajo el lema "gobernar es educar", lema creado y sostenido por un ex Rector de la Universidad de Chile, don Valentín Letelier. Hoy día, 70 años más tarde, creo que es muy importante repensar lo mismo, y decir que hoy en Chile, quizás, el gran reto es gobernar y educar con calidad, con equidad, con justicia, con oportunidades para todos. Para eso necesitamos educación pública, para eso necesitamos un compromiso distinto de los políticos con los temas de la educación, para eso necesitamos empujar todos frente al horror de esta masacre de hoy día, con la conciencia del mundo que necesitamos construir para estos jóvenes del mañana, estos hombres que manejarán al país y manejarán las instituciones. Y decir con ese mismo convencimiento, que necesitamos probablemente reenfocar muchas cosas, revalorar muchas cosas: gobernar es educar, con calidad y con equidad.

Muchas gracias.

 

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Notas
1. Prof. José Maza, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.
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2.

Prof. Bruno Muñoz, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas.
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