Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Graduación de la Carrera de Ingeniería Comercial.

Desde luego que en estos minutos cruzan por sus cabezas aquellos instantes cuando ustedes llegaron a esta Casa y que eran, como yo lo he definido muchas veces, niños asustados que creían haber elegido bien, y que después de la experiencia de la Universidad, sobre todo pasando por cosas tan peculiares como la semana pre-mechona y otras experiencias, lograron aprender de la Universidad, lograron comprometerse con su Facultad (1) y lograron darse cuenta que este mundo de mayor libertad, que existe en la universidad para organizar su tiempo, para poder definir sus opciones, para poder elegir sus prácticas, era una libertad relativa, porque era un sistema también exigente, un sistema restrictivo, con pocos espacios de tiempo, pero con muchos espacios para poder usar la inteligencia.

Y avanzaron, entonces, los años, y les aseguro que ninguno de ustedes se dio cuenta cómo tan rápidamente llegaron al Salón de Honor a recibir su título, y puedo asegurarles que no ha sido gratis, puedo asegurarles que el sufrimiento que les ha dado la carrera hasta el examen de grado ha sido un sufrimiento sistemático, positivo, pero que constituye, sin lugar a duda, la mejor inversión que ustedes pudieron haber hecho. Por lo tanto, los niños asustados de hace cinco años, son hoy día también niños un poco menos asustados, pero igualmente niños que enfrentan un mundo desafiante, para algunos preocupante, para otros, en extremo, quizás, desconocido.

Ustedes salen de esta Facultad como ingenieros comerciales justamente en los días en que nuestro país se abre al mundo, y en que ya el discurso de la internacionalización no es sólo un discurso, sino una realidad, y cuántos de ustedes estarán quizás dónde, cuánto tiempo y cuántas veces en el desempeño de su trabajo, porque hoy día el mundo se ha transformado para nosotros en una realidad más pequeña, y nuestras competencias hoy día se tienen también que probar en otra dimensión. Cuántos de ustedes que alguna vez dijeron: "vamos a administrar recursos", no pensaron que en realidad el desafío de hoy es también administrar inteligencia, conocimiento, progreso en la investigación en la empresa. Cuántos desafíos se enfrentan ustedes, que fueron seleccionados del 2,5% de aquellos que dieron la PAA, y de menos del 1,2% de aquellos que en realidad lograron terminar la enseñanza media. Ustedes son un elite. Ustedes fueron escogidos como tales y fueron formados como tales, por lo tanto, esperamos que allá fuera se comporten como tales y que lleven este nombre muy bien puesto: Ingenieros Comerciales de la Universidad de Chile, dónde sea, con una tremenda dignidad, con un tremendo orgullo y con una tremenda eficiencia. Además, cuando uno deja una gran institución, siempre se tiene que llevar responsabilidades vinculadas a esa gran institución.

Es distinto probablemente recibir un papel de cualquier institución que hoy día tanto abunda por allí, pero que en realidad no significa nada más que un papel. Éste es un papel que tiene un reconocimiento, éste es un papel que tiene tradición, que tiene una marca de fábrica que es importante y, por lo tanto, cuando uno sale de una institución que le da uno ese reconocimiento, que le da uno esa marca de fábrica, ciertamente que contrae compromisos, y el compromiso número uno es, señoras, señoritas y señores, ser los mejores, porque ustedes han sido preparados para ser líderes y no seguidores. Ingenieros comerciales se titulan probablemente entre novecientos o mil por año, pero ustedes son los mejores, ustedes son los que están destinados a ganar y ustedes son los que están destinados también a proteger la marca de fábrica que aquí les hemos dado: esa es la tarea número uno. Ser los mejores en todo campo, ser los reales conductores, los que llevan las nuevas ideas, los que crean nuevos empleos, los que son capaces de cambiar las cosas.

Tarea número dos: ustedes no pueden olvidar que una marca distintiva de esta institución es el espíritu de servicio público. Nosotros, ciertamente, sabemos calcular rentabilidades, sabemos definir la tasa interna de retorno de un proyecto, sabemos cómo se deben asignar recursos en función de precios, pero en realidad también sabemos que al final de las cosas importa la solidaridad, el sentimiento de respeto por la persona humana, el espíritu de servicio, y eso es algo que hay que proteger, sin que sustituya lo otro que es muy importante; pero esto es una marca que es tremendamente importante que nos diferencia y nos distingue, y es por eso que ustedes han venido de una población muy diversa, de distintos orígenes, de distintas ideas, de distintos sentimientos, de distintas partes de nuestra sociedad, porque hemos querido darle una sola homogeneidad a esta Universidad, que es el término de la competencia profesional y el espíritu de servicio público.

Por lo mismo, también, la tarea número tres, es que uno viene a esta institución a estudiar, y sale de aquí con las mejores competencias y es capaz ciertamente de abatir muchos otros que tendrán competencias, pero menores; están ustedes preparados para cambiar permanentemente, enfrentar las nuevas ideas y las nuevas cosas. Pero también en esta Universidad se aprende que la marca de fábrica importa, y que el color azul de nuestra bandera importa y se incorpora en el corazón. Eso también es parte importante del trabajo que nos llevamos, porque lo que pase aquí importa para ustedes toda la vida, quiéranlo o no, y esta generación, como se ha dicho, importa porque es la generación que salió junta de la Escuela (2)y eso no se olvida nunca ni se borra nunca más. Por lo tanto, esta tercera tarea, significa tener a la Universidad de Chile como un símbolo fuerte, imbatible en sus pechos, en sus corazones y en sus ideas.

Por último, la cuarta tarea, no se olviden que muchas de las cosas que aprendieron en la Escuela ya cambiaron. Está cambiando todo y nosotros aquí necesitamos saber qué está pasando allá fuera, y ustedes necesitan responder rápidamente a ese cambio como líderes que son. Por lo tanto, yo creo que ésta no es una despedida final ni nada por el estilo, es un alto en el camino, ustedes deben volver acá porque nos deben traer preguntas para poder nosotros trabajarlas y nosotros procurar entregarles respuestas para aumentar esa eficiencia, ese espíritu de servicio público y ese amor por la Universidad de Chile, que son las tareas más fundamentales de quien sale de esta Casa y se va orgulloso, cruzando esa puerta con un diploma de la Chile bajo el brazo. Suerte, que les vaya muy bien.

Muchas gracias.

 

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Notas
1. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
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2.

Escuela de Economía y Administración.
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