Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Graduación Egresados MBA.

(Transcripción)

Yo debo confesar un sesgo particular: a mí me gusta asistir a las ceremonias de graduación de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Y hay razones diversas, desde luego es mi Facultad, por lo tanto, tengo entonces la oportunidad de ver a mis colegas, de intercambiar algunas palabras, algunas ideas, de conversar subrepticiamente con el Decano (1 ) mientras ocurre todo esto, y tengo también el placer de estar en ceremonias como ésta en que se gradúa un número sustantivo de personas de la misma Escuela donde yo hace ya varios años me gradué, y eso es muy importante de la satisfacción de estar aquí. Y lo es también el verlos a todos de azul por fuera, pero yo estoy convencido que fundamentalmente también es por dentro, porque en esta Escuela y en esta Facultad hay una adscripción clara, sistemática y definida por y con la Universidad de Chile. Eso es lo que siempre se ha transmitido a sus estudiantes y hoy día a sus egresados, y es, por cierto, muy decoroso para la Institución y una fuente de entusiasmo para el Rector ver todo este azul disperso en este viejo y querido Salón de Honor de la Universidad.

Pero hay una razón que es más trascendente, posiblemente más importante para este placer de estar siempre en las ceremonias de la Facultad. Y es que el trabajo académico en la Facultad constituye uno de los vasos comunicantes más importantes de la Universidad de Chile con el medio. Es cierto, nosotros graduamos doctores en bioquímica, magíster en distintas especialidades de las ingenierías, teóricos en muchos campos, incluyendo desde luego la filosofía, la historia, el derecho; pero posiblemente una de las áreas donde el trabajo universitario de esta Institución es más relevante, es el trabajo que realiza la Facultad de Economía. Y me bastó para eso convencerme en la buena idea de Carlos Maquieira (2) de poner al lado del nombre de cada uno la empresa o la institución de donde viene, y entonces ahí uno se da cuenta no sólo de la capacidad de convocatoria que tiene la Escuela y la Facultad, sino que también el impacto que deben tener los programas de la Facultad en los lugares donde ustedes ahora seguirán desempeñándose full time y todos aquellos en que lo hagan en el futuro: empresas privadas, empresas e instituciones públicas y algunos de instituciones de otros países latinoamericanos. Empresas privadas de distinta índole, algunos asociados a los servicios, a la banca, a la minería, a la producción, a la distribución. Eso revela la diversidad que esta Universidad tiene, porque yo desafío francamente a los programas que creen que compiten con nosotros, a que muestren una diversidad tal como la nuestra en materia de la gente que nosotros tenemos como alumnos y que hoy día son graduados. Eso es efectivamente lo que demuestra nuestra capacidad de trabajo. La capacidad de trabajo que por muchos años ha ido cimentando la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, nuestra capacidad de atraer a públicos y audiencias competentes y diversos. Es por eso que en los pregrados nosotros tenemos a los mejores estudiantes, porque son los estudiantes más competentes y más diversos, vienen de las escuelas privadas más caras, pero también son los mejores estudiantes los nuestros, los que vienen de los liceos públicos de menores recursos. Aquí se selecciona por calidad y se enfatiza el trabajo de calidad, y es eso lo que esperamos ver reflejado en ustedes: la calidad de nuestro esfuerzo. Y desde luego lo que ustedes han traído hasta nosotros es muy importante, porque como muy bien lo ha señalado el Prof. Maquieira, el material que ustedes han traído, las preguntas, las vivencias en el desarrollo profesional, han sido elementos muy importantes para repensar quizás muchas de las cosas que estamos haciendo, pero más que nada para diseñar la investigación que tiene que comenzar a hacerse de aquí en adelante para atender a nuevas generaciones y poder estar en esta dinámica que para la Universidad de Chile después de 160 años no es una novedad: estar permanentemente innovando para responder a las necesidades del país, a las necesidades del medio productivo, a las necesidades de las personas, a las necesidades de nuestra sociedad.

Y quizás por eso, también, cuando se nos ataca en realidad uno debe tratar de racionalizarlo como una forma de competencia desleal. Es tratar de mostrar que hay problemas, que hay otras cosas y que, en definitiva, eso se transforme en una manera de desviar esa enorme demanda que hay por los servicios de nuestra Universidad, por el trabajo de nuestra Universidad en los distintos ámbitos. Pero créanme que a pesar de todo eso y al mismo tiempo que todas esas cosas ocurren, la Universidad se ve más consolidada en su trabajo académico. Este año hemos sido más que nunca exitosos en materia de atraer proyectos de investigación a la Universidad. Hemos sido más que nunca exitosos en la expansión en nuestros programas de posgrados y pronto tendremos también acá la graduación de nuestros programas doctorales y, por lo tanto, vamos a seguir siendo la Universidad más exitosa en términos del crecimiento de los puntajes de ingreso, porque la Universidad de Chile se define no por esas cosas que se dicen, ni por los que dicen que dijeron, ni por las cosas que quedan a veces flotando en el aire como una insidia mal manejada. La Universidad de Chile se define por la calidad de sus académicos y la calidad de sus estudiantes. Nosotros tenemos a los mejores académicos y a los mejores estudiantes en pre y posgrado y eso nos da la seguridad para seguir avanzando. Es por eso que también tenemos la credibilidad del resto del mundo, no sólo en el ámbito de la economía y la administración, sino también en muchos otros. Nuestra actividad de intercambio internacional en el área de las ciencias, las tecnologías y las humanidades es la mayor del país. La comunidad europea cuando tuvo que designar a una institución para poder coordinar todo sus programas de becas, lo hizo con la Universidad de Chile. Y cuando las grandes universidades dirigen sus ojos a buscar un partner para realizar su trabajo, para poder compartir sus proyectos, lo han hecho con la Universidad de Chile, y nosotros orgullosamente tenemos activos programas de trabajo con las mejores universidades del mundo.

De manera que nosotros estamos tranquilos mirando el futuro, porque tenemos esa capacidad para mirar hacia atrás, y así potenciar la mirada hacia adelante y no le tenemos miedo a competir con nadie, ni con instituciones que se ubican en esta misma calle, ni con instituciones que se ubiquen en ninguna otra, porque la competencia nuestra está basada en la calidad de lo que hacemos y en la convicción de lo que creemos. Por eso que esta graduación, y especialmente de esta Facultad, es un minuto también para reflexionar sobre ese tipo de tareas y sobre ese tipo de solidez de la Universidad.

Y quiero también anunciarles a ustedes una primicia. Justamente por ese reconocimiento, por ese convencimiento de que tenemos que seguir avanzando dentro de nuestros programas para el próximo año, se consulta precisamente la construcción del nuevo edificio de aulas de pregrado para la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, proyecto de la Facultad, acariciado e impulsado por el Decano, y apoyado enteramente por la Universidad, porque queremos dar una señal al país de que nosotros apoyamos integralmente a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, porque es la mejor Facultad del país y vamos a seguir impulsándola y apoyándola en todo lo que necesite para poder cimentar como las otras facultades su desarrollo en el futuro.

Por eso también es muy importante que ustedes como egresados no olviden nunca de que siguen perteneciendo a esta Casa. Esta Casa no es, como otras, ave de paso; en esta Casa se deja el corazón y el espíritu, porque aquí quedan depositadas las ideas, las inquietudes, los compromisos de todos ustedes y los nuestros hechos uno solo: el buscar lo mejor para el país, el buscar lo mejor para la Nación. Porque ésta es una Universidad nacional y pública desde su origen, y seguirá siendo aunque a muchos les moleste una Universidad nacional y pública que mantendrá el mejor estándar y seguirá siendo el referente académico para el desarrollo universitario del país. Ustedes son, han sido y serán parte importante de esa tarea, el seguir manteniendo en alto el trabajo de la Institución, el trabajo de la Facultad, porque ustedes hoy día ya son parte de ella. Nuestro himno que vamos a escuchar luego dice: "egresado, maestro y estudiante", porque somos uno solo los que enseñamos, los que estudian y los que hemos egresado de la Institución, porque aquí está nuestro corazón, fuerte y potente para defenderla, pero sobre todo para proyectarla y ser capaces de crear la Institución que Bello soñó y la Institución que permanentemente estamos construyendo todos juntos.

Buena suerte, que les vaya muy bien.

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