Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de entrega de Becas Escolares año 2003 para hijos de los socios del Bienestar del personal de la U. de Chile.l

(Transcripción)

Este es un acto que tiene dos dimensiones. Una, es la dimensión de comunidad que esto envuelve. Aquí nos sentamos juntos, profesores y funcionarios de distintas unidades, de distintas reparticiones. Por lo tanto, ratificamos de esa manera este sentido de comunidad que debe envolver el trabajo universitario. Están también aquí algunos de nuestros jubilados, que de esta Casa nunca se va nadie: en esta Casa siempre todos pertenecemos. Por lo tanto, los jubilados están aquí con los mismos derechos que tenemos cada uno de nosotros por nuestra vinculación con la Universidad. De manera que es un acto hermoso ver, además, a estos niños de distintos niveles, estudiantes universitarios, de Básica, de Media, acá con esta gran familia que es la Universidad de Chile. Pienso que ese es un significado muy importante de este acto, ya que confirma y ratifica que nosotros somos en esta Casa una familia.

Y lo segundo, es que este acto también tiene que ver con solidaridad. Concepto que hemos ido olvidando, dejando atrás, en medio de una sociedad que marca todo con otro tipo de principios que están mucho más fundados en el egoísmo, en la realización personal excluyente, en ponerle a todo un precio, aunque las cosas no tengan realmente un valor. Este es un acto importante, porque estamos proporcionando la oportunidad para que muchos de estos jóvenes puedan educarse. Muchas veces, estas pequeñas ayudas son las que hacen la diferencia, y creo que -y lo voy a decir acá- el Vicerrector y quien habla, somos testigos muy directos de esto, porque en nuestros tiempos de estudiantes fuimos también becados. Por lo tanto, sabemos lo que significa esto: una oportunidad para dar el salto que a veces la sociedad no nos permite que demos.

Y es un acto bonito, además, que se contrapone a ese acto tan feo del día de ayer, en que el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (1 ) era subido esposado a un carro de Carabineros, simplemente porque estaba pidiendo, junto con otros jóvenes, la oportunidad de poder estudiar. A ellos se les podrá calificar de muchas maneras, como lo hacen los periódicos, pero la verdad es que hay un sentimiento, una necesidad de justicia, una necesidad de apoyo, de realización, por parte de la juventud chilena, que creo que nuestra clase política ha ido olvidando. Y cuando en los discursos se dice que ningún joven capaz debe quedar sin educación, esos discursos muchas veces -las más quizás- no se traducen en hechos, porque en el momento de la verdad, entonces, hay problemas, hay dificultades. Entonces, los discursos tan positivos se transforman en la amarga realidad de jóvenes que tienen que estar realizando huelgas de hambre, o que tienen que estar haciendo protestas en las calles por el derecho a estudiar que la sociedad, eventualmente, les ha prometido.

Por eso este acto es tan positivo desde ese punto de vista. Y también, como es un acto positivo, aquí no está "El Mercurio". Ni mañana va a decir nada sobre esto "El Mercurio", porque este periódico y los medios de comunicación, recogen solamente lo que es malo, lo que es feo y, particularmente, la basura que pueden arrojar contra esta Institución.

Por eso es muy importante que, junto con sentirnos tan contentos de estar reunidos como una familia que somos, apreciar además que nos apoyamos unos a otros en la medida de lo que es posible. Por lo tanto, como un recuerdo positivo de este acto, preocupémonos de contarlo en muchas partes. Que se sepa que en esta Universidad hay una familia fuerte, una familia que la defiende, una familia que permanece muy unida, una familia que siente el sentimiento de la solidaridad. Y aunque estas cosas no estén en los medios de comunicación, sí, esto es importante, porque esto es lo que ocurre en la Universidad permanentemente y no lo que los medios le quieren hacer creer al país. Creo que es muy importante que nosotros digamos: aquí existen cosas que probablemente hoy en la sociedad han perdido valor, pero para nosotros son muy importantes, porque significan la realización de nuestros niños y de nuestros jóvenes. Aquí lo hacemos, y procuramos hacerlo, no sólo en discursos, sino también en realidad, en la medida de lo que podemos.

Muchas gracias por estar con nosotros. Felicitaciones a estos jóvenes, espero que en muchos años más se recuerden de este acto, y que esta "gotita" les ayude a dar al salto enorme que van a dar seguramente en la vida.

Muchas gracias a todos ustedes.

 

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Notas
1. Julio Lira Ramírez.
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