Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración del stand de la Editorial Universitaria en la 22ª Feria Internacional del Libro de Santiago.

(Transcripción)

Aquí nos reúnen dos motivos, importantes ambos. Primero, es presentar este número de "Anales de la Universidad de Chile" dedicado a la figura de don Ignacio Domeyko. Segundo, es inaugurar el stand de Editorial Universitaria que participa en esta Feria del Libro y que constituye, como lo señalaré, un hito importante en el trabajo de nuestra Editorial.

Ignacio Domeyko fue, por número, el tercer Rector, pero de hecho el segundo Rector de la Universidad de Chile (don Manuel Antonio Tocornal, tuvo un rectorado muy limitado entre don Andrés y don Ignacio).

Don Ignacio Domeyko fue quien hizo una revolución total en el concepto de universidad que generara don Andrés Bello. Don Ignacio Domeyko adaptó los cursos superiores del Instituto Nacional y los incorporó a la Universidad de Chile, ni más ni menos. Con eso, se dio un giro de esta Universidad de investigación que concebía Andrés Bello, a esta nueva Universidad que además suponía un trabajo en docencia, que concebía muy bien don Ignacio.

De manera que Ignacio Domeyko es, en la historia de la Universidad, el complemento fundacional a la labor que realizó don Andrés Bello. No fue, ciertamente él, un Rector que sólo administró la magnífica obra de don Andrés; fue una persona que produjo una tremenda innovación, cuyos resultados fueron el desarrollo que a partir de fines del siglo XIX, y hasta mediados del siglo XX, tuvo la Universidad de Chile. En consecuencia, este homenaje a don Ignacio Domeyko no es casual, tiene mucho que ver con la historia de la Universidad, con el legado de su trabajo y con el enorme empeño que él puso por profundizar, por generalizar, por extender el trabajo de investigación en la Universidad. Como sabemos, el trabajo en el ámbito de la geología y la mineralogía tiene mucho que ver con su obra en la Universidad de Chile.

Don Ignacio Domeyko es parte muy importante de nuestra Universidad. No olvidemos que muchas veces él pensó en volver a su tierra natal, pero no olvidemos que todas esas veces, esa ansia, ese sueño que él abrigaba con tanta fuerza, fue derrotado también por su amor a este país y a la Universidad de Chile. Por tanto, siento que la publicación de este número de "Anales" hace una tremenda justicia. Sobre todo, porque en él se contienen trabajos, estudios de distintos académicos que participaron en la reunión que se organizara en el mes de abril y que mencionara el señor Embajador, el cual tuvo por propósito rendir un homenaje a don Ignacio.

Creo que no hay equilibrio más perfecto en nuestra Casa Central de tener a la derecha el Patio Andrés Bello y a la izquierda el Patio Ignacio Domeyko, porque ellos son, verdaderamente, los pilares más fundamentales que han permitido erigir esta gloriosa Institución.

Y ésta es una publicación, "Anales de la Universidad de Chile", cuyo primer número fue, justamente, una idea de don Andrés Bello. Uno de los grandes impulsos que trató de dar a la Universidad don Andrés, fue que todos los años se leyese un trabajo en el aniversario de la Universidad que tuviese que ver con la historia del país, la cual -pensaba- estaba poco comprendida y poco difundida. Y "Anales" tuvo por origen, entonces, el ser un poco la vitrina en que se mostraran estos trabajos.

"Anales" fue fundada en 1843, y se sigue publicando hasta hoy, en este año en que se cumplen 160 años de la Universidad de Chile, y por supuesto se seguirá publicando por siempre por Editorial Universitaria. Y aquí yo quiero referirme por un minuto al significado de nuestro stand en el primer piso. Todos ustedes saben que Editorial Universitaria es una empresa que sufrió un tremendo empujón hacia abajo. La Editorial estuvo prácticamente en quiebra, y obviamente en situación de salirse del mercado y dejar de producir lo que Editorial ha producido durante muchos años desde su fundación, que es ese aporte a la cultura, al arte, al trabajo universitario. Malas decisiones, malas inspiraciones llevaron a la Editorial a una situación trágica.

Los miembros del Directorio saben cuanto ha costado poder recuperar a la Editorial Universitaria, sin que pierda, además, su perfil de Editorial de la Universidad de Chile.

Este stand representa en gran medida, con sus columnas y su imaginación, el trabajo firme que se ha tenido que hacer para poder rescatar a la Editorial y poder ponerla nuevamente, con la Universidad, al servicio de Chile y la cultura. Estamos de alguna manera inaugurando este stand hermoso, que todos, creo, admiramos por el trabajo y la imaginación que allí se ha puesto, pero al mismo tiempo también, y junto con ello, estamos celebrando que esas columnas que adornan ese stand se constituyen, también, en las columnas que hoy día le dan firmeza y solidez a la recuperación de nuestra Editorial. Y lo hemos hecho con toda la fuerza y con todo el cariño que se merece su historia, que se merece su fundador y que se merece el empeño que tantos, con honestidad, con decencia, con trabajo, pusieron durante toda la vida de la Editorial y que desgraciadamente al final del camino se perdió. Pero hoy hemos recuperado esa tradición y esa fuerza, y creo que este es un momento, por tanto, de mucha alegría para la Universidad y, naturalmente, para los que tenemos responsabilidades en la Editorial Universitaria. Fundamentalmente, para quienes trabajan diariamente en ella, encabezados por su Gerente General, don Reinaldo Sapag, a quien la Editorial y la Universidad le deben mucho por su trabajo y su empeño para sacar la empresa adelante.

Les agradezco mucho que nos hayan acompañado por estos dos motivos: la celebración de nuestro "Anales" en honor de don Ignacio Domeyko y la inauguración de nuestro stand, que sella un período importante de recuperación de la Editorial y constituyen un motivo de alegría muy sincera y muy importante para la Universidad de Chile.

Muchas gracias.

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