Palabras del Prof. Luis A. Riveros, en el acto de adhesión que se celebró con motivo de su reelección en su segundo período como Rector de la Universidad de Chile.
(Transcripción)
Ésta ha sido por cierto una jornada extenuante, pero creo que al final del día este resultado significa un premio para la Universidad porque no existe el desanimo ni el desencanto. Los académicos hoy día han mostrado la mayor participación en una elección de Rector de todos los últimos años después de 1990, y eso creo que es muy bueno para la Universidad. Los académicos han ratificado además su voluntad de poder entregar al país un mensaje de lo que podría llamarse civismo académico, de responsabilidad, porque aquí ha habido un debate de ideas y de programas, y que a muchos quizás les ha parecido que no han atacado todos los problemas, sin embargo me parece que se han discutido lo temas esenciales para la Universidad.
Me siento con una enorme responsabilidad, porque sé muy bien que éste no es para mí un cheque en blanco, sino que un mensaje muy importante de lo que la comunidad académica y la comunidad universitaria quiere. Yo ratifico acá todo lo que dije durante la campaña: la necesidad de continuar implementando el proceso de normalización institucional, poner en marcha el nuevo estatuto de la Universidad, seguir adelante con los programas de inversión, poner énfasis en un programa de desarrollo académico para poder consolidar especialmente un programa de apoyo a los académicos jóvenes, de revisar la distribución del presupuesto universitario, de poder dar forma y un financiamiento adecuado a los programas de bienestar estudiantil y dar forma a una carrera funcionaria. Es decir, todos los compromisos que están por escrito y a los cuales yo adiciono la lectura de los votos que han obtenido mis oponentes y que con sus respectivos énfasis significan también para mí, hacerme cargo de una responsabilidad adicional, porque allí hay un mensaje que se debe escuchar y que es muy importante que todos tengamos noción de ello. Yo, sobre todo porque están aquí los estudiantes, quiero ratificar con mucha fuerza lo que he manifestado por tanto tiempo respecto de la necesidad de una mayor responsabilidad del Estado en el financiamiento de la Universidad de Chile y en el diseño de una política coherente con todas las otras ambiciones que tenemos como país. Seguiré planteando con mucha fuerza estos principios, estas ideas y los estudiantes también deben hacerlo cada uno desde su propia perspectiva. Tenemos que trabajar juntos porque esta Universidad debe defenderse como el principal capital intelectual del país que le permitirá dar el salto al desarrollo que tanto espera y que tanto ambiciona.
Yo les agradezco a todo ustedes que han estado acompañándome aquí esta tarde, a todos los que realizaron tanto trabajo en las Facultades, en los Institutos y en el Hospital Clínico para que este resultado se produjera. Creo que es un gran mensaje a la sociedad chilena, la Universidad de Chile tiene estabilidad para seguir adelantando un programa de trabajo y esta Casa le da un mensaje al país y a la sociedad chilena que ya basta de tener improvisación en política de educación superior: requerimos políticas distintas y políticas consonantes con lo que el país y la sociedad espera de nosotros.
Muchas gracias a todos ustedes… seguiremos adelante.