Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en Ceremonia de Graduación de Profesores de Educación Media del Centro de Estudios Pedagógicos.

(Transcripción)

La misión de la Universidad de Chile lo repetimos tantas veces, es de carácter nacional y público. Esta es una Institución que fue fundada para servir al país y ha pretendido hacerlo así a lo largo de toda su historia y yo siento que la formación de profesores es, por tanto, una función integral, parte de esta Universidad que no puede alegar que defiende y cumple su misión nacional y pública, sino incluye en ello la formación de profesores. Esto es muy importante entenderlo, porque los debates que siempre nos ocupan dentro y fuera de la Universidad, si acaso la Universidad debiera estar comprometida en la formación de profesores en los distintos niveles, o si más bien la Universidad pudiese dejar eso como una tarea para otras instituciones y centrarnos en aquellas que no por azar nos dejó un gobierno de mal recuerdo en esta Institución.

Creo que es fundamental el cumplimiento de la misión de la Universidad en la formación de profesores, y no voy a agregarles de buena calidad, porque eso lo doy por descontado. Pienso que hay dos razones fundamentales para eso, la primera es porque la misión de la Universidad es contribuir al desarrollo integral de Chile, esto significa contribuir al desarrollo cultural, económico, político, tecnológico y social de nuestro país y consecuente con ello, la tarea educadora es parte integral de esa contribución de la Universidad de Chile al país.

Pero lo segundo, es porque esta Universidad es también la depositaria de una larga y de una importante tradición en el país. Eso no pudo ser expropiado ni podrá ser expropiado, porque es parte de la historia, de los sentimientos. Alguien recordó a Ferdinand Brodel, es parte de la larga duración de este país y, por lo tanto, esta Universidad en ese carácter, necesita hablarle al futuro, y la manera de hablarle al futuro es hablándole a los niños y a los jóvenes y por eso en ese sentido tan trascendente, esta Universidad necesita tener un rol líder en la formación de profesores en el país.

Por tanto, esta ceremonia, como otras que le han antecedido, sirve para rubricar definitivamente el compromiso que la Universidad de Chile debe tener con la formación de maestros. Un compromiso que tiene que ver con su misión, con su pertenencia a los tiempos del país... y no es fácil hoy día, en los debates que ocurren en la situación que conocemos de la educación nacional: no es fácil ser profesor. No es fácil, porque no existe un reconocimiento adecuado, porque hay un deterioro persistente del sistema educacional, porque hoy día educar significa ponerle precio a todo, porque hoy día estamos desgraciadamente en un mundo en que la violencia, la confrontación y el materialismo parece invadirlo todo. Pero justamente y por eso creo que ustedes que se gradúan hoy día de profesores tienen una misión todavía más importante, más trascendente en este espíritu de contribuir al desarrollo del país y en esta noción que he dicho de hablarle al futuro.

Yo siento una gran admiración por quienes hoy día declaran tener vocación pedagógica, porque hoy día reconocer vocación pedagógica requiere valentía, decisión y compromiso con objetivos de vida que me merecen que hay que saludarlos y respetarlos. Ustedes son el testimonio de "todavía hay mucho que salvar y todavía hay mucho que hacer por nuestros niños y por nuestros jóvenes". Yo sé la formación que ustedes llevan, sé con el esfuerzo, pero también con el compromiso con que se les ha entregado, sé que tienen un enorme espíritu de servicio público y sé que proyectarán muy bien los valores de esta Universidad, que son en definitiva los valores de un país bien entendido, más integrado y probablemente más humanizado.

Yo quiero, por lo tanto, saludarlos junto con felicitarlos y lo hago muy sinceramente, porque creo que todos los que somos profesores tenemos en el fondo un compromiso con nosotros mismos, que es el de proyectar la vida de una manera creativa para ser de ésta una mejor sociedad.

Que tengan mucha suerte y nunca se olviden cuando estén frente a tantos jóvenes: en esta Casa aprendemos historia, castellano, filosofía, física, matemática, todo eso, pero lo más importante es que aquí aprendemos a tener el corazón azul, que es la manera de contribuir a que esa misión de la Universidad se destaque por siempre en nuestra historia.

Suerte, muchas gracias.

Compartir:
https://uchile.cl/u5962
Copiar