Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración del Diplomado en Gestión de Salud del Adulto Mayor.

(Transcripción)

Para la Universidad de Chile es muy gratificante participar junto a las autoridades regionales y al Ministerio de Salud, en la generación de una actividad docente orientada a la capacitación de distintos tipos de profesionales en la problemática del adulto mayor. Capacitación que tiene por objeto dotar a estos profesionales con las herramientas necesarias que permitan la entrega de una atención integral a los adultos mayores. Es gratificante ya que comparte la preocupación de muchas personas e instituciones respecto de retribuir a quienes entregaron sus vidas al servicio del país. En este accionar, como Universidad, somos parte de ese esfuerzo social.

La importancia del desarrollo de políticas orientadas al incremento de la calidad de vida de los adultos mayores, actuales y futuros, es evidente por la transición demográfica y epidemiológica que empezó en los últimos decenios del siglo pasado y que tendrá su impacto más notable a principios de este milenio. En el año 2000, el 10% de la población chilena tenía más de 60 años; en el 2020, el 16%; y para el año 2040, el 23% de la población será mayor de 60 años.

Muchos y variados son los caminos que se están construyendo para el logro de nuestro objetivo; así en un principio, los esfuerzos se concentraron en la sensibilización del Estado acerca de las implicancias del envejecimiento de la población a nivel de políticas y en la realización de investigaciones, las cuales, han comprobado que, entre otros factores, contribuyen a lograr el buen envejecimiento. Destacan, la prevención de enfermedades y discapacidades, el mantenimiento de un grado de actividad física y de funciones cognoscitivas, y la participación constante en actividades sociales y productivas.

Así, se pretende promover la salud y el bienestar de los adultos mayores mediante la elaboración y fortalecimiento de programas y servicios nacionales. También se propone impulsar iniciativas para idear intervenciones de promoción de la salud y prevención de las enfermedades dirigidas a ese grupo y crear entornos propicios para las personas y sus familias. Ello incluye el establecimiento de aptitudes organizativas y el desarrollo de recursos humanos con el adiestramiento, las herramientas y oportunidades para obrar con eficacia en el seno de esas estructuras y programas.

A partir de lo anterior se concurren a entregar un conjunto de servicios sociales a los adultos mayores que reflejan una serie de iniciativas de diversas instituciones, organizaciones, así como el Estado y entidades privadas, y que representan el reconocimiento de la sociedad para ustedes; las que, sin embargo, habitualmente no tienen una adecuada coordinación.

Los beneficios a los que acceden los adultos mayores se pueden resumir en: salud, seguridad social, transporte, vivienda, educación, descuentos, financiamiento de proyectos, entre otros.

Algunos de los problemas relacionados con la implementación real y el mantenimiento de los programas dirigidos al adulto mayor tienen relación con el desconocimiento de los beneficiarios, quienes no visualizan los beneficios de los programas disponibles. Por otro lado, se observa una falta de difusión de actividades para el adulto mayor. Sólo de manera reciente se observa un esfuerzo para efectuar una difusión permanente de estas actividades, utilizando todas las instancias locales de participación: juntas de vecinos, clubes, entre otros. Uno de los motivos que generan este desconocimiento se debe a que una buena parte de quienes deben o pueden informar, no conocen a cabalidad todos los programas y beneficios, ni de los mecanismos existentes para acceder a ellos.

En resumen, tenemos un grupo etáreo, como es el de los adultos mayores, que representan a un porcentaje cada vez mayor de nuestra población, que posee características más bien homogéneas, que requieren de políticas y programas sociales acordes a su realidad, para el cual existe una oferta de derechos y beneficios variada y dispersa en su origen y en su efecto, no conocida y de difícil obtención toda vez que los canales de difusión no operan debidamente. Ciertamente una multidicotomía.

Asimismo, no contamos en el país con la capacidad y condiciones para capacitar a todos los adultos mayores en el conocimiento y forma de acceder a todos los beneficios existentes. Por lo tanto, es urgente capacitar a quienes tienen la tarea de comunicar, realizar y ejecutar el mandato del legislador y a todos quienes, en el ejercicio de sus funciones, tienen algún grado de acercamiento con los adultos mayores.

Decía, al inicio, que concurría a esta ceremonia para impulsar una instancia formativa, así es. Las autoridades regionales, a quienes me permito felicitarlas por esta iniciativa, estimaron necesario entregar una formación renovadora y de gestión a quienes tienen la grata tarea de atender a los adultos mayores, para así ayudarles a abrir los caminos a una calidad de vida mejor.

Pero estas mismas autoridades regionales estimaron que fuese la Universidad de Chile la que se encargue de organizar y dictar este diplomado. Gracias por ello, pues aumentan aún más nuestra participación en tan sensible tema; gracias, pues nos ayudan a continuar con el mandato que nos dejara nuestro fundador: "Una Universidad cuyo norte son las necesidades de su pueblo".

Gracias.

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